Al fin llegaron al alborotado mercado.
-¡Guau! ¡Hay muchas cosas!- dijo Lily, entusiasmada.Ese mercado ambulante era muy famoso en Crystal Ring. Era un lugar donde había todo tipo de objetos: comida y productos extranjeros, cosas de segunda mano e incluso algún que otro músico que hacía sonar una peculiar melodía, proveniente de otros lugares. Realmente valía la pena ir, ya que la mezcla de culturas era algo exótico de ver. Además, los mercaderes visitaban Crystal Ring una vez al año.
-¡Fíjate en eso!- gritó de nuevo Lily, señalando un puesto de comida. Parecía que servían algo de comida picante, posiblemente de la India.
Eternia suspiró. ¿A esa chica no se le gastaba la energía?
-Déjala, tiene para rato- dijo Finn, poniéndole una mano sobre el hombro- ¿Quieres ir conmigo a mirar otros sitios? No pareces tener mucha hambre.
-De acuerdo... ¿Qué tipo de puestos te gustan?
-De todo, mientras no sea comida...- dijo Finn, bromeando, y ambos se rieron.Anduvieron un rato entre los puestos, hasta que Finn le hizo un gesto a Eternia.
-¡Tss! ¡Fijate! Esto es común en este tipo de sitios- dijo, señalando entre la gente.
Eternia se fijó a donde señalaba. Al principio, no sabía a que se refería, hasta que se dió cuenta.
-Vaya, hay cada persona por ahí...- comentó ella.Lo que estaban mirando, era un chaval, algo más pequeño que ellos. Ese muchacho, estaba robando a una señora que distraída, miraba un puesto.
-Estate alerta, solo por si acaso- dijo Finn.
Eternia asintió.
Siguieron caminado un rato, y se detuvieron de nuevo.
-Vayamos allí - dijo Finn, cogiendola de la mano y llevándola a un puesto.
El puesto que eligió Finn fue del agrado de Eternia.
Estaba especializado en cosas de segunda mano.
-Cosas que para algunos no tiene valor, para otros son reliquias. Y viceversa.- dijo Finn.
-Cierto- apuntó Eternia. A continuación examinó varios objetos.Habían cosas realmente curiosas. Eternia, pudo ver varios objetos que jamás había visto. Por ejemplo, había una casita de madera, en la cual estaban parados unos simpáticos muñequitos. No le vió el sentido hasta que el propietario cogió la casita, y le dió cuerda en una parte de atrás. Entonces, los muñecos empezaron a cobrar vida, moviéndose con una alegre música de caja. También, encontró un cuadro muy antiguo, en el cual había retratada una escalofriante familia. Dedució que tendría que tener décadas... o incluso un siglo...
Ese tipo de puestos, le gustaban. Era increíble la idea de pensar que esos objetos habían sido anteriormente de otras personas, y ahora tu los podías comprar. Pero no sabias de quien había sido, ni de donde era, ni cuan antiguo era, ni si el antiguo poseedor lo había recomprado a otra persona...
Un objeto le llamó la atención.
Era un reloj de bolsillo hecho de plata.Para alguien normal, ese reloj abría pasado desapercibido. Pero para el ojo selectivo de Eternia, no. Ella sentía que tenía un aura especial.
-Perdone... ¿Cuanto vale?-dijo, apuntando al reloj.
-¿Esto? Vale 15 libras- contestó el propietario.
-Pongamelo- dijo Eternia. Pagó y se llevó ese reloj.-Buena adquisición, ¿no?- dijo Finn- por 15 libras está muy bien un reloj de ese tipo.
-Si- respondió ella. Examinó el reloj en sus manos, haciéndolo deslizar entre sus finos dedos. Tenía unos bordados preciosos. Abrió el reloj, para ver como era por dentro. ¡Incluso funcionaba! Realmente había hecho una buena compra. Satisfecha, guardó el reloj en un bolsillo en su falda.-¡Mira! ¿Vamos a ver?- dijo Finn. Esta vez quería ir a un puesto con una supuesta adivina.
-Porque no- dijo Eternia.El puesto era algo reducido. Era una especie de mini carpa con colores lilas y azules marinos, con algunas puntas doradas. Antes, había mucha gente, pero ahora parecía estar vacío.
-Aprovechemos- dijo Finn- me han hablado de ella. És una adivina que viene todos los años. És ciega, pero siente tu aura, así que eso le sirve de vista. Dicen que ha previsto cosas reales. Se de un caso de un hombre que estaba completamente sano, y fué as verla. Ella le dijo que después de 2 días enfermaria, y al acabar la semana, perecería. Todo se cumplió a la perfección. El hombre calló gravemente enfermo en una especie de fiebre, pero mucha más fuerte, y acabó muriendo un domingo. Me intriga bastante.
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La tienda de las muñecas rotas
Misterio / SuspensoSiglo XIX. Eternia, una chica de 14 años, es trasladada a una curiosa ciudad, Crystal Ring. Ella es huérfana, así que vive con su despreocupada tía, Elisabeth. A Eternia le gusta leer, dibujar y escribir, cosa que su tía desaprueba totalmente, pues...