-Hola, queridos alumnos. Quería informaros de algo. Una compañera ha desaparecido.- dijo la maestra.
Los alumnos empezaron a comentar entre ellos. Eternia, no decía nada, pues no podía hablar con nadie, la única persona con la que hablaba era Lily. Y bueno, lógicamente no podía hablar con ella.
-Silencio, porfavor. Sus padres han avisado a la escuela justamente hoy, pues por la mañana no estaba en casa. Así que se supone que desapareció entre la noche y la madrugada. Lo más seguro es que fuera por la noche, pues su hermano asegura que oyó la puerta de su casa mientras su familia dormía.
-¿Y no pudo ser que alguien forzara la entrada?- preguntó alguien.
-Puede ser, pero es poco probable.
-¿Sugiere usted que se escapó?- dijo otra voz más al fondo del aula.
-No soy detective, pero creo que es lo que más se aproxima. El caso es que si veis algo con lo que se pueda relacionar su desaparición, no dudéis en hacerlo saber a vuestros padres, a mi, o a la policia.
-¿La policia está investigando el caso?
-Sí, pues sus padres al no verla se temieron lo peor. Así que avisaron a la policia de inmediato.
-Seguro que está muerta- comentó una voz, susurrando.
-¡¿Quien ha dicho eso?!- rugió la profesora. Los jóvenes miraron a una misma persona.- ¡Usted, de cara a la pared durante el resto del día, por esa impertinencia! ¡Ah, y te quedarás a limpiar esta clase por la tarde!El chaval hizo una mueca.
-Bien, dicho esto... Podéis salir al recreo. Excepto tu, señorito.- dijo, mirando al chico recién sancionado.- Tu no saldrás en mucho tiempo.Todos salieron de la clase como caballos desbocados. Eternia se sentó en un rincón del reducido patio de la escuela, sola. Quería reflexionar.
En ningún momento calló en ese dato... ¿Como pudo ser tan ignorante? Era algo muy importante. Lily había desaparecido para el resto, pues no sabían que había pasado realmente. Pero ella no podía contar que ocurrió... Se metería en un buen lio.
Le vino la imagen de su amiga. Intentó apartarla, pero no podía. Se llevó las manos a la cara y comenzó a llorar. Todo era su culpa... Todo, todo...
Notó una mano en su hombro.
Alzó la vista. La maestra apoyaba su mano en ella.
-No llores, Eternia. Se que es duro, porque era tu amiga y estabais muy unidas,pero... Lo superarás. Porque encontrarán a Lily. Seguro.- dijo, sonriendo un poco.Eternia la miró. Esas palabras no la consolaban, es más, la ponían más triste. Porque sabía que jamás la encontrarían.
La joven se encontraba en casa. Era la hora de la comida. Estaba frente un plato de sopa. Ella apoyaba su barbilla en la mesa, y miraba el infinito. Era como si no fuera capaz de sentir nada. Insensibilidad total.
Elisabeth se acercó a su sobrina, acariciandola.
-¿No vas a comer? He puesto mucho esmero. Bueno, más que de costumbre.
-No voy a probar bocado. No tengo hambre.- dijo, lenta y seriamente.
-Escucha... Se que ha ocurrido, he hablado con los padres de Lily... És normal que estés triste, disgustada, o incluso enfadada. Estas en todo tu derecho. Pero debes saber los demás también estamos preocupados. No sabemos que ha pasado. Pero los policías trabajan en ello, así que lo más seguro es que la encuentren... Viva o muerta. Pero la encontrarán.
-No la van a encontrar.- dijo Eternia, removiendo la sopa con la cuchara. Miraba fríamente el plato.
-Cielo santo, que negativa eres... ¡Claro que la encontraran! Aunque tarden, lo harán...
-Lo que tu digas.- dijo ella, cortando la conversación.
-Comete la sopa, al menos. Tomate tu tiempo. -dijo su tía(🍅 tu ⏰ hehehehehhehehehehehe ok no).
-De acuerdo.Desde entonces, los días no eran iguales. Ella mencionó que Lily no se asemejaba a su mejor amiga. Pero en realidad, en el fondo sabía que era mentira. Siempre la animaba cuando Eternia estaba triste. Se preocupaba por ella. Salían juntas. Hablaban siempre, de cualquier cosa. Cuando Eternia iba sola por la calle, cuando Lily la veía iba corriendo hacia ella, y le daba un gran abrazo. Como se arrepintió de decirle eso... Como se arrepintió de que falleciera sin saber la verdad.
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La tienda de las muñecas rotas
Misterio / SuspensoSiglo XIX. Eternia, una chica de 14 años, es trasladada a una curiosa ciudad, Crystal Ring. Ella es huérfana, así que vive con su despreocupada tía, Elisabeth. A Eternia le gusta leer, dibujar y escribir, cosa que su tía desaprueba totalmente, pues...