Eternia apoyó las manos en la pared. Quería llorar. Quería gritar.
-Que sepas... que pase lo que pase... saldremos de esta...- susurró Lily, con voz temblorosa. Eternia no podía verla pero sabía que estaba llorando.De repente, algo pasó. Eternia notó en las yemas de sus dedos una especie de frió. Después, notó viento, como si tuviera un tornado detrás suyo. Se giró y abrió los ojos. ¡Era la especie de portal que apareció la otra noche!
-¿Que- que es esto? ¿Magia? ¡Hijas del demonio, tened piedad!- comenzó a sollozar el hombre. Acto seguido, salió corriendo.Lily abrió los ojos
-¿¡Que es esto?!- dijo, observando esa masa que giraba.Eternia la apartó ahora sabía lo que venía. Tras coger velocidad, explotó, y ante ellas se encontraba el callejón que daba a la tienda.
-Por aquí- dijo Eternia, encabezando de nuevo el grupo.Llegaron a la tienda.
-Wow, es genial por fuera- comentó Lily.- ¿Entramos?
Eternia se armó de valor y picó a la puerta.
Demoró bastante, pero al final la puerta se abrió.
Mr.Erebus las recibió. Su cara era inexpresiva.
-Pasad- dijo, con una voz un tanto extraña. Primero pasó Lily, y con algo de desconfianza, Eternia. Al hacerlo, Joshua le sonrió con una sonrisa inquietante.-¡Es precioso!-exclamó Lily.- ¿Porque no me habías llevado aquí antes?
-Porque se supone que tiene que venir ella sola- dijo el. Su voz se distorsionaba. Ya no sonaba mecánica, como de costumbre.- Yo solo la necesito a ella. Sólo a ella.- dijo, y se acercó a Lily.-No vuelvas más.
-Joshua, ¿Qué te ocurre? No pareces el de siempre...Erebus se giró hacía ella. La miró un rato, y su mirada cambio a la de siempre.
-Chicas, ¡Tenéis que salir de aquí! ¡Rápido! No se cuanto tardará en...- su rostro cambió de nuevo. Ahora tenía esa psicópata expresión en la cara.- Oh, disculpame, querida- dijo, dirigiéndose hacía Lily- ¿Me dejas obsequiarte con algo, en compensación?
-Esto... No hace falta, pero gracias...
-Ven, por aquí.La llevo hacía el mostrador.
-¿Que és lo que...?No la dejó acabar. El brazo de Mr.Erebus se estiró de tal manera que atravesó el estomago de Lily. Enterito, hasta el final. Su brazo salía por el otro lado. Algunos intestinos sobresalían.
Eternia estaba horrorizada. Esa imagen era espantosa, pero sin embargo, no podía dejar de mirar.
-¿Que-que has hecho?- dijo, llevándose las manos a la cara. Sus manos estaban salpicadas con sangre. Todo el lugar estaba salpicado.-Porfavor, que esto no sea real...- dijo, susurrando, con las manos en la cabeza y agachandose.
-Sólo me he asegurado de que no interfiera más. Tu y yo.
-Esto no es real, esto no es real... És un sueño... ¡Si, un sueño! Una pesadilla. Ahora despertaré. Ahora mismo... Si...- Eternia estaba traumatizada. Acababan de destripar a su amiga delante de sus ojos.
Mr.Erebus retiró el brazo. Dejó el cuerpo inerte de Lily caer a plomo. Se aproximó a Eternia. Le empezó a acariciar el pelo.-Tranquila,tranquila...- dijo, intentando calmarla- todo irá bien...
-¿¡Como va a ir bien!? ¡Acabas de matar a mi amiga!
Mr.Erebus pareció reaccionar con la última frase.
-Ma... ¿Matar?- volvió a aparecer su cara de siempre. Miraba alrededor, confundido. Sus ojos amarillos se detuvieron en el cuerpo de Lily.-Oh, no... ¡No, no, no! ¡No puede ser...! Ya empieza...
-¿Empieza el que?
-¡¿Ves?! ¡Te dije que no volvieras más! Y encima has traído alguien que no tiene nada que ver... No, no...
-Yo no vine por voluntad, simplemente apareció esa especie de portal...
-Lo invoqué yo para que no te pasara nada... pero no tenias que venir aquí... Además... ¿Qué haces a esas horas de la noche fuera? De milagro que te estaba vigilando, por si todo iba bien...
-Espera... ¿Me vigilas?
-Es una larga historia... Pero no puedo contar tela... Sólo necesito decirte estas cosas: Uno, no la he matado yo, te lo prometo. Yo no sería capaz de matar a nadie. Dos, intentaré contactar contigo de alguna manera, pero posiblemente no pueda... Y tres... Porfavor, por tu bien... No vuelvas. No se cuando puede volver a...- intentaba decir algo, pero parecía como si algo le cerrará la boca- ¡Rápido, sal!Eternia obedeció, y salió corriendo. Antes de salir, miró por última vez a Lily. En la postura que estaba, en el suelo y con algunos intestinos a su lado, le recordaba a un osito de peluche que acababa de ser abierto, y que su algodón se esparcieron por todas partes. Era horroroso... Y lo peor es que no podía llevarla con ella, pues parecería que la había asesinado ella.
Estuvo corriendo un rato. Quería huir como fuera de allí. La imagen de Lily quedaría por siempre en su memoria. Se paró en una farola próxima. Estaba sin aliento. Así que quería retomar el aliento.
Intentó calmarse. Acababan de pasar muchas cosas de golpe. Y todas muy fuertes para ella (y seguramente para cualquiera de nosotros, querid@ lector@).La salida con Lily. El viejo con malas pintas.Mr.Erebus extraño (más que de costumbre). Lily destripada. Lo que Mr. Erebus le había dicho...
És verdad. Lo que le había dicho no tenía mucho sentido. És más, era contradictorio. ¿Acaba de empezar? ¿El asesinando? ¿La vigilaba? Era muy raro todo...
Por otra parte, parecía decir la verdad. Realmente, muchas veces no parecía el, sino otra persona. Pero pocas veces parecía el de verdad. Y además, parecía muy asustado y preocupado... ¿Qué estaba pasando?
Recordó cuando apareció el portal, y lo que Joshua le dijo. Las había salvado. Sinó fuera por el, ella... no sabria que había pasado...
Quería entender. Pero no podía. En ese rompecabezas faltaban piezas. Muchas, muchas piezas...
Se miró las manos. Sangre. En su chaqueta también. Se acercó una mano a la nariz. Apestaba a sangre...
Volvió a su casa, pero de manera lo más sigilosa que pudo. Se cambió de ropa, y acto seguido cogió la ropa manchada y salió fuera.
Bajó varias manzanas desde su calle. Allí, se encontraba un gran pantano. Tiró las ropas al lago. Luego, volvió a casa y se dió un baño. Su tía se despertó, pero no le dijo nada. És más, le gustaba que Eternia se preocupara alguna vez por su higiene.
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La tienda de las muñecas rotas
Mister / ThrillerSiglo XIX. Eternia, una chica de 14 años, es trasladada a una curiosa ciudad, Crystal Ring. Ella es huérfana, así que vive con su despreocupada tía, Elisabeth. A Eternia le gusta leer, dibujar y escribir, cosa que su tía desaprueba totalmente, pues...