Capitulo Diez

1.6K 127 21
                                    



- Algo le sucede y se empeña en restarle importancia –le comentaba Adrien a Plagg, preocupado. Casi había pasado un mes de clases y pareciera que su relación con Marinette se hubiera estancado.

- Tal vez tiene a otro –respondió Plagg al momento de comer un trozo de Cheddar. El rubio lo miro con los ojos en blanco –o tal vez le preocupa la escuela, la economía, su familia... la cabeza de una chica es tan complicada que es imposible saber –agrego tratando de hacerlo entender su punto.

- Mmm si tienes razón –dijo pensativo— Hasta ahora no he querido forzarla a que me cuente pero ya estoy harto —agrego— Plagg, iremos a averiguarlo ahora mismo.

Salió raudo por la ventana mientras que, en ese mismo instante y a unos kilómetros de ahí, una joven de cabello azul estaba estirada sobre su chaise longue color rosa mirando al techo.

Marinette se había enfrascado en distintas cosas para evitar pensar es sus líos amorosos. Recién era sábado por la noche y ya había terminado el diseño final de su quinto vestido y hecho bocetos de otros tres, definitivamente su fin de semana estaba siendo muy productivo. Sabía que era un error huir de los problemas pero su mente estaba tan dividida que ya no quería meditar nada, además su padre le había regalado cuerdas para la guitarra, cosa que la ayudo aún más a despejarse.

Las coloco con cuidado, puesto que estaba muy maltratada, y tardo unos minutos en afinarla. La había heredado de su tía Charlotte, una extrovertida mujer que se la dejo justo antes de mudarse a Nueva York. Ella misma le había enseñado a tocarla desde muy pequeña y además se enorgullecía de haberla instruido bien en cuanto a las mejores bandas de la historia. Siempre trato de convencerla de que tenía verdadero talento, cosa que la azabache nunca creyó, por lo que solo se limitaba a tocar para ella misma.

Encendió su equipo de música para aprovechar de hacer un poco de ruido, debido a que sus padres no estaban en casa. Buscaba alguna canción que le levantara el ánimo pues estaba harta de pensar en su complicada situación sentimental. Las cosas con Adrien estaban bien aunque no habían avanzado, y la azabache sabía que era su culpa. Aun así prefería eso a estar con alguien a medias, cosa que ninguno de los dos hombres merecía. Su abuela siempre le dijo, si haces algo a medias prepárate para ser medio feliz.

Finalmente se decidió por The Strokes, si había algo en la vida que lograba levantar su espíritu era You only live once. Se colocó la correa de la guitarra al tiempo que se ubicaba en medio de la habitación, por esta canción cualquiera está dispuesto a hacer el ridículo, pensó. Entro firme justo en el quinto compás marcando el ritmo con la cabeza, no era lo ideal tocar esto con su gastada electroacústica pero eso no iba a detenerla. Al llegar al coro comenzó a cantar deshaciéndose de todas sus inhibiciones, nunca se es suficientemente viejo ni se está suficientemente abrumado como para no poder olvidarte de todo con una buena canción.

A la hora de su solo simplemente se dejó llevar. Procuraba sentir cada nota, cada vibración haciendo eco en lo más profundo de su estómago para luego recorrer todo su cuerpo. Era un sentimiento único que todo el mundo debería saber encontrar haciendo las cosas que ama. Con los ojos cerrados y sintiendo una peculiar sensación de relajo y placer dio el ultimo rasgueo a las cuerdas mientras Tikki aplaudía feliz volando a su alrededor.

- ¡Marinette eso fue grandioso! –Exclamo la criatura.

- ¡Gracias! –respondió con una gran sonrisa— Y gracias a mi público imaginario, claro –agrego haciendo reverencias a todos lados— ¡Los amo, son el mejor público! —ambas reían con ganas, ignorando unos verdes ojos que observaban desde la ventana sin perderse ningún movimiento.

Nuestra Propia Historia de Amor MBL [1era TEMPORADA]  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora