POV Adam.
No paro de dar vueltas en la cama. Hoy no he ido a la empresa porque simplemente no podía volver a verla, estaba confuso y quería aclararme, pero no puedo esconderme para siempre y gracias a dios tengo un plan y espero que todo vaya bien.
Logré dormir unas cuantas horas y a las seis y media estaba despierto, me levanté y me lavé la cara, después salí a correr un poco. Cuando terminé de correr volví a casa y me tomé una ducha, me vestí y a las siete y media estaba desayunando.
-Buenos días Taylor- saludé a mi chofer antes de entrar al coche.
-Buenos días señor Smith.
Taylor condujo hasta la empresa. A veces me gusta ir conduciendo solo pero hay veces que prefiero llevar a Taylor. En el camino estuve revisando mi agenda y algunos documentos. Llegué a la empresa y me dirigí a mi ascensor privado, los empleados estaban llegando y los tres ascensores estaban colapsados. Una vez llegué a mi planta bajé del ascensor, algunas oficinas todavía estaban cerradas pero la de Sahar ya estaba abierta la ví mirando por la ventana y parecía hablar por teléfono.
-Buenos días Verónica- saludé a mi secretaria.
-Buenos días Señor Smith.
Entré a mi oficina seguido de Verónica.
-Señor tiene una reunión a las diez con los inversionistas italianos.
-De acuerdo, pasame todo el trabajo de ayer.
-Si señor.
-Y dígale a la señorita Reda que venga mi despacho.
-De acuerdo.
Una vez que Verónica se retiró seguí con mi trabajo. A los pocos minutos escuché unos golpes en mi puerta.
-Adelante- dije sin levantar mi vista de los papeles que tenía delante, pero en realidad lo hacía para no aparentar nervioso.
La puerta se abrió y entró Sahar.
-¿Me ha llamado señor?- me dijo Sahar.
-Sí, siéntate- le pedí, la miré y pude ver que estaba hermosa, tenía el pelo suelto y lo tenía colocado sobre sus hombros para poder disimular la marca que seguramente le dejé -Quería asegurarme que tienes todo listo para la reunión que tenemos con los inversionistas italianos.
-Sí señor, lo tengo desde ayer pero usted no ha venido.
-Sí, me ha sucedido algo.
-De acuerdo ¿Necesita algo más?
-Sí, quería decirte que después de la reunión vuelve a casa para recoger tus cosas, nos vamos de viaje a Nueva York.
-¿Puede llevarse a otra persona en mi lugar?- me dijo en voz baja.
Fruncí el ceño.
-No, irá usted- mi voz sonó algo más grave y vi que se puso nerviosa.
-No puedo dejar a mi hija otra vez.
Suspiré y me levanté de mi silla, no había contado con eso.
-De acuerdo- vi que se relajó en su asiento -Se vendrá con nosotros.
Sus ojos se abrieron más de lo normal y vi como se volvió a poner tensa -Ahora no tiene excusas para no ir, estaremos allí durante una semana.
Asintió y se levantó de su sitio.
-¿Algo más señor?
-No, puedes retirarte.
Vi cómo se iba algo enfadada y cerró la puerta de un portazo.
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El señor Smith
RomanceSahar Reda, madre soltera que trabaja como jefa de marketing en la mayor empresa del país. Lleva una vida normal y dedicada totalmente a su hija hasta que su jefe decide retirarse y dejar a su hijo Adam Smith a cargo de la empresa. Adam es frío, dis...