Capítulo 21

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POV Adam.

No paro de dar vueltas en la cama. Hoy no he ido a la empresa porque simplemente no podía volver a verla, estaba confuso y quería aclararme, pero no puedo esconderme para siempre y gracias a dios tengo un plan y espero que todo vaya bien.

Logré dormir unas cuantas horas y a las seis y media estaba despierto, me levanté y me lavé la cara, después salí a correr un poco. Cuando terminé de correr volví a casa y me tomé una ducha, me vestí y a las siete y media estaba desayunando.

-Buenos días Taylor- saludé a mi chofer antes de entrar al coche.

-Buenos días señor Smith.

Taylor condujo hasta la empresa. A veces me gusta ir conduciendo solo pero hay veces que prefiero llevar a Taylor. En el camino estuve revisando mi agenda y algunos documentos. Llegué a la empresa y me dirigí a mi ascensor privado, los empleados estaban llegando y los tres ascensores estaban colapsados. Una vez llegué a mi planta bajé del ascensor, algunas oficinas todavía estaban cerradas pero la de Sahar ya estaba abierta la ví mirando por la ventana y parecía hablar por teléfono.

-Buenos días Verónica- saludé a mi secretaria.

-Buenos días Señor Smith.

Entré a mi oficina seguido de Verónica.

-Señor tiene una reunión a las diez con los inversionistas italianos.

-De acuerdo, pasame todo el trabajo de ayer.

-Si señor.

-Y dígale a la señorita Reda que venga mi despacho.

-De acuerdo.

Una vez que Verónica se retiró seguí con mi trabajo. A los pocos minutos escuché unos golpes en mi puerta.

-Adelante- dije sin levantar mi vista de los papeles que tenía delante, pero en realidad lo hacía para no aparentar nervioso.

La puerta se abrió y entró Sahar.

-¿Me ha llamado señor?- me dijo Sahar.

-Sí, siéntate- le pedí, la miré y pude ver que estaba hermosa, tenía el pelo suelto y lo tenía colocado sobre sus hombros para poder disimular la marca que seguramente le dejé -Quería asegurarme que tienes todo listo para la reunión que tenemos con los inversionistas italianos.

-Sí señor, lo tengo desde ayer pero usted no ha venido.

-Sí, me ha sucedido algo.

-De acuerdo ¿Necesita algo más?

-Sí, quería decirte que después de la reunión vuelve a casa para recoger tus cosas, nos vamos de viaje a Nueva York.

-¿Puede llevarse a otra persona en mi lugar?- me dijo en voz baja.

Fruncí el ceño.

-No, irá usted- mi voz sonó algo más grave y vi que se puso nerviosa.

-No puedo dejar a mi hija otra vez.

Suspiré y me levanté de mi silla, no había contado con eso.

-De acuerdo- vi que se relajó en su asiento -Se vendrá con nosotros.

Sus ojos se abrieron más de lo normal y vi como se volvió a poner tensa -Ahora no tiene excusas para no ir, estaremos allí durante una semana.

Asintió y se levantó de su sitio.

-¿Algo más señor?

-No, puedes retirarte.

Vi cómo se iba algo enfadada y cerró la puerta de un portazo.

El señor SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora