Sahar Reda, madre soltera que trabaja como jefa de marketing en la mayor empresa del país. Lleva una vida normal y dedicada totalmente a su hija hasta que su jefe decide retirarse y dejar a su hijo Adam Smith a cargo de la empresa. Adam es frío, dis...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
POV Sahar.
-Nur vamos despierta dormilona.
-Ya voy.
-Voy a preparar el desayuno y más te vale estar en el baño cuando vuelva.
Entré a la cocina y preparé el desayuno. Vestí a Nur con su uniforme y la deje desayunar mientras yo me preparaba. Hoy elegí una camiseta negra, unos vaqueros ajustado negros y una chaqueta de cuero nude que combina con mis zapatos.
-¡Mami ya he terminado!
-¡Ya voy!- termine de de echarme el maquillaje, cogí mi bolso y metí dentro de él todo lo que necesitaba y me dirigí al salón donde estaba Nur esperándome. La puse en su sillita y me subí al asiento del piloto.
-¿Ponemos musiquita Nur?
-¡Sí!
Puse Team de Iggy Azalea, me encanta esa canción me da energía y por lo visto a Nur también porque no para de bailar sentada en su sillita.
Una vez dejé a Nur en el colegio me dirigí a la empresa. Una vez llegué a la planta donde trabajo escuche a Verónica canturrear y eso significaba que el jefe aún no había llegado y además que estaba de muy buen humor.
-Buenos días Verónica.
-Buenos días Sahar- Me fije que estaba sonriendo, bueno ella siempre sonríe pero hoy es más de la cuenta.
-¿Tienes algo que contarme?- Le pregunté apoyándome en el mostrador.
-No se- ríe.
Se abrió el ascensor del jefe y salió de él vestido en su traje impecable, como siempre.
-Buenos días señorita Reda, Verónica- nos saludó cortésmente.
-Buenos días señor- dijimos a la vez.
-Ah señorita Reda no olvide que en una hora tenemos una reunión, espero que lo tenga todo preparado.
-Lo tengo todo señor no se preocupe.
Entró en su despacho y cerró la puerta.
-Me voy, pero de mí no te libras- le advierto a Verónica de broma.
Cuando llegó la hora de la reunión cogí mis documentos y me dirigía la sala de juntas.
-¿Qué te parece si salimos de compras el sábado?- me dice Marta susurrándome al oído.
-Vale.
Entramos a la sala de juntas y nos sentamos, pocos minutos después llegó el jefe y dimos comienzo a la reunión, una reunión en la que tuve que estar hablando casi durante media hora y encima bajo la intensa y atenta mirada de mi jefe que parecía no parpadear. Una vez terminamos la reunión recogí mis cosas.
-Señorita Reda cuando pueda pasate por mi despacho por favor- me dijo el señor Smith antes de salir de la sala de juntas todos se quedaron mirándome. Me dirigí al despacho del jefe, golpeé la puerta y escuche un adelante y abrí la puerta.
