Ella llevaba flores en la cabeza solo por su aroma, ella podía percibir cosas que para otros es completamente imposibles, ella era ciega pero era hermosa para él.
Adrián era un chico sencillo, con temor a vivir, Sagara no podía ver pero aun así era...
Ya han pasado 6 meses de suma y resta de dinero, yo había descuidado el colegio, y por eso estaba aquí en la oficina de la directora, su oficina era fria con sillas acolchonadas qu eparecian de la edad media , ella me estaba reprendiendo, solo hablaba y hablaba, pero casi no escuche, lo unico que me entro en la cabeza es que mis notas estaban bajando y tenia matricula condicional, estaba a punto de perder el año.
Tal vez ella tenían razón, tal vez debo volver a hacer de mis estudios una prioridad, pero Sagara, no la podía dejar, además le hice una promesa, esa promesa era lo más importante que tenía, pero volvía al tema de mi fututo, así que llegue a la conclusión de que debo concentrarme en los estudios pero sin dejar de lado a mi chica de los ojos mágicos.
La directora llego a una decisión, por ser un alumno destacado los años anteriores me dejaría presentar un examen de todas las meterias para recuperarlas notas perdidas, pero eso si era mi ultima oportunidad.
cuando sali de su despacho me di cuenta que no iba a poder ir al bus con Sagara, pues me tenia que quedar en el colegio para presentar la prueba, esperaba que so no me trajera problemas seguramente lo comprendería.
No había estudiado para el examen, solo veía palabras y números sin sentidos impresas en una hoja, en ese momento me di cuenta que me estaba convirtiendo en un ignorante, debía retomar mis estudios pronto.
Cuando llegue a mi casa estudie y estudie, luego de comer fui a la casa de Sagara pues no la había visto en todo el día y la extrañaba y en camino le compre un postre de compensacion por no haberla visto en el bus. Su madre me recibió en la puerta me saludo con una hermosa sonrisa y luego se fue a la cocina, yo camine por el pasillo que conducía a la alcoba de Sagara, las paredes tenían un papel tapis peludo y habían cuadros y fotos colgadas por las paredes, siempre que iba a su casa me encantaba b¿ver esas fotos pero sobretodo ver a sagara de pequeña.
Toque la puerta de su cuarto y ella me dijo con voz entrecortada- sigue- yo entre y me dirigí a su cama donde ella estaba sentada.
-mira te traje una dona, pase por una pastelería y pensé en ti.
-no me gustan las donas- me respondió firme y cortante, yo deduje que algo pasaba.
- ¿Estas bien?- pregunte poniendo mi mano en su hombro ella se giró y me dijo- Claro que estoy bien, no es como que me hayan abandonado todo el día, se suponía que hoy venderíamos los sacos que estampamos.
- lo siento tenía que hacer un examen, he tenido un día duro estoy a punto de perder el año porque he dedicado cada minuto de los últimos 6 meses a ti, no es que me moleste, pero no te debes molestar porque yo haya tenido que estudiar.
- Pero no me llamaste, no me dijiste que no te esperara todo el maldito día a que llegaras, sabes lo que sentí cuando no subiste al bus, me sentí sola Adrián, sola i fagil por tu culpa,no me puedes dejar así yo...- la interrumpí porque estaba diciendo cosas totalmente sin sentido- deja de ser tan egoísta!. Le grite - No me grites- dijo ella con lágrimas brotándole de los ojos- lo siento- dije más tranquilo,- lamento no haberte llamado, pero no puedes seguir pretendiendo que yo dedique cada segundo de mi vida a ti, debo retomar el colegio, no puedo seguir descuidando mis estudios, tambien deves pensar en mi- dije a punto del colapso- vete, Adrián por favor déjame sola- yo no entendía nada - ¿pero que hice?- ella me grito- solo vete- yo ya no soportaba más la rabia se expandió por todo mi cuerpo y solté un - no te reconosco.
Me fui corriendo de ahí,golíe paredes y patie canecas de basura, devi haber paresido un completo demente, ni siquiera me despedí, las lágrimas se resbalaban por mis mejillas una tras otra, no entendía nada yo no hice nada malo, ella estaba siendo muy infantil, no comprendía porque se había alterado tanto nisiquiera me dejo hablar simplemente me grito que me fuera. Mientras caminaba estuve a punto de devolverme a su casa y disculparme, lego pensé ¿de que me iba a disculpar? ¿De querer concentrarme más en mis estudios?, no ella se tenía que disculpar, no puede pretender que yo existo únicamente para ella y para nada más.
