XIX - Llanto

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Ichimatsu salió de la habitación y cerró la puerta detrás de sí.

Realmente no quería estar en ese lugar. Le enfermaba todo.

Dio unos cuantos pasos mientras su mente estaba en blanco. No tenía idea de a dónde ir, ni siquiera sabía por qué exactamente estaba huyendo. Él creía ya estar acostumbrado a ese tipo de dolor...

Sin querer llegó hasta la entrada del hospital. Miró a las enfermeras corriendo de un lugar a para otro, a algunas personas haciendo cola, otras cuidando de bebés, otras llorando.

Luego de dar un recorrido por todos lados, llegó hasta la puerta principal.

"¿Debería salir? ¿Huir y dejar a mis hermanos? – Varias ideas extrañas comenzaron a invadir su mente. Llevó una mano a su cabeza intentando calmarse.

¿Dejarlos? No sería la primera vez... - Ichimatsu había comenzado a ponerse nervioso. Por más que intentaba mantenerse tranquilo, más pensamientos venían a su mente.

Vamos, Ichimatsu. Acaba con todo. No sería la primera vez y lo sabes... Si te vas... podrás estar tranquilo. Sabes que ellos pueden arreglárselas solos... - Sin darse cuenta había caminado hasta tomar la manija de la puerta hacia la salida. Se quedó un momento inmóvil, esperando que algo pasara, que alguien lo detuviese, o al menos que él mismo se diese cuenta de lo que estaba haciendo.

Vamos, deja que les pase lo mismo que le pasó a Karamat-

-¡ICHIMATSU NII-SAN! – justo en el momento en que estaba por salir, la voz de su hermano menor lo trajo a la realidad. Soltó la manija y giró su cuerpo. Totty corría hacia él – Nii-san... ¿a dónde vas? ¡No... no te vayas!... por favor... - el más pequeño se veía extraño.

-No... no iré a ningún lado... - respondía el de polera morada mientras sujetaba a Todomatsu. Este estaba muy agitado -¿Ha... ha pasado algo?

-No... no ha pasado nada... pero...

-¿Pero?

-Pero... pero no quiero que te vayas – Todomatsu se abrazó del mayor – Tengo miedo... tengo miedo de que pueda pasarte algo... no nos dejes, Ichimatsu-nii-san...

El de polera morada no sabía cómo responder al menor más que correspondiendo su abrazo. Se quedaron un rato en esa posición esperando calmarse mutuamente. Luego de que se separaran, Ichimatsu comenzó a hablar.

-Me sentí muy extraño hace un rato, pero felizmente llegaste, Totty...

-¿Eh? – el menor no comprendía del todo.

-No te preocupes ya... ¿Osomatsu se quedó con Karamatsu?

-Sí... hay que volver... no... no quiero que estén solos mucho tiempo... Osomatsu-nii-san también está extraño...

No dijeron nada más y regresaron de nuevo hacia la habitación de Karamatsu. Entraron al cuarto y vieron al mayor dormido sobre las piernas del de polera azul mientras este le acariciaba el cabello sentado.

-¿S... sí? ¿Quién es? – dijo Karamatsu al sentir la intromisión.

-So... somos nosotros nii-san... Ichimatsu y Todomatsu... - el de polera rosada se acercó a los mayores y se sentó cerca de ellos. Ichimatsu hizo lo mismo - ¿Osomatsu se durmió? – preguntó.

-Se veía muy cansado mientras hablaba... por lo que le ofrecí recostarse sobre mis piernas... y a diferencia de otras veces en casa, esta vez aceptó de inmediato... - Karamatsu sonaba contento con lo que decía. El resto se sentía tranquilo por ello.

La desesperación del segundo hermano | Osomatsu-san Donde viven las historias. Descúbrelo ahora