Por fin había llegado el día. Karamatsu podría regresar a casa.
Ninguno de los hermanos lo había ayudado a alistarse, no porque no quisiesen, sino porque Karamatsu simplemente no los necesitaba.
Los padres estaban algo felices de ver a su hijo recuperado, pero sabían que debían estar muy atentos a él a partir de ahora.
Karamatsu se había vuelto muy independiente tanto física como emocionalmente.
Al parecer olvidarse de sus hermanos, de sus "demonios" ...era lo mejor que le podría haber pasado...
Una ambulancia los escoltó a todos a casa. Antes de dejar ir a Karamatsu dieron unas últimas indicaciones a la familia.
"No duden en llamar a la clínica si sucede algo extraño con el comportamiento de Karamatsu"
Karamatsu entró primero a su hogar. No recordaba bien como era la distribución, pero sentía que había estado ahí infinitas veces.
Tocó las paredes con sus manos, caminó suavemente a lo largo del pasillo. Sentía que pertenecía ahí.
Vio a sus padres llorar, se acercó hacia ellos y los abrazó agradeciéndoles por todo.
Vio a sus hermanos detrás, pero no sabía qué decirles...
-Siento... como si acabara de mudarme... - dijo Karamatsu algo emocionado – No sabía que estar en casa podía sentirse tan acogedor...
Sus padres sonrieron por su respuesta, amaban ver a su hijo sano de nuevo.
Los 5 hermanos entraron a casa cargando varias maletas que traían del hospital.
Choromatsu llevaba en su hombro un pequeño maletín que tenía medicinas para control y en caso de emergencia.
-Nii-san... yo... yo te puedo... enseñar la casa, sino la recuerdas – dijo Todomatsu intentando contener las lágrimas.
-Am... de acuerdo... ¿Jyushimatsu? – dijo Karamatsu algo confundido mirando de pies a cabeza a todos sus hermanos.
-No... no... yo soy Todomatsu... nii-san... - el menor se acercó hasta el brazo de su hermano – Está bien si... si no recuerdas nuestros nombres por ahora... no te preocupes...
Diciendo eso, Karamatsu y Totty salieron de la entrada de la puerta camino a todos los cuartos. Al menor no le importaba no ser recordado ni nada por el estilo, solo quería estar con su hermano, pese a que se hubiese olvidado de él, quería sentirlo a su lado... y que se podían llevar bien.
-Iré... iré a preparar algo de comer para todos... - dijo la madre algo más aliviada saliendo del cuarto. El padre la siguió por detrás, dejando a los hermanos solos de nuevo.
-Voy a fumar – soltó Osomatsu saliendo de la casa.
-Osomatsu, acabamos de llegar, al menos mantengámonos juntos hoy... - dijo Choromatsu, pero antes de acabar, el mayor ya había salido.
-Esto... esto va a ser demasiado difícil... - dijo Ichimatsu mientras Jyushi se sostenía lloroso de su brazo.
-Ka... Karamatsu nii-san... me... me confundió... Nii-san... - Jyushimatsu no dejaba de llorar desde el hospital.
-Tranquilos... - dijo Choromatsu intentando contener las lágrimas también – Ahora... ahora al menos podremos estar con Karamatsu... y... y tal vez... tal vez sería bueno empezar de nuevo ¿no?
Sus hermanos menores asintieron.
-Iré por... por Osomatsu ¿de acuerdo? – Choromatsu acarició la cabeza de los menores y salió de la casa. Vio por todos lados y a lo lejos distinguió un punto rojo recostado en un poste.
Algo presuroso se acercó hasta él...
Las calles estaban vacías, no había ruido y ninguna alma, era algo lúgubre.
-Osomatsu... - Choromatsu veía algo triste al mayor, no quería decir que sentía lástima por él, pero así era.
-¿Qué sucede? – dijo Osomatsu llevándose un cigarrillo a la boca.
Choromatsu no sabía exactamente qué decir.
-No deberías esforzar tu cuerpo tanto... aún estás malherido... - dijo el mayor.
-¿Por eso te quedaste cerca de casa? ¿Por qué sabrías que saldría a buscarte? – respondió Choromatsu recostándose a su lado.
Osomatsu fue el que hizo silencio esta vez.
-Por favor, vayamos a casa... - volvió a hablar el tercero – Queremos... bueno... quisiera que todos estemos ahí... aunque Karamatsu no...
Hubo otro largo silencio de nuevo. Choromatsu realmente no sabía qué decir. Estaba entre triste y asustado.
Osomatsu terminó su cigarrillo y se puso frente a Choromatsu.
-Bueno, vámonos entonces... - Oso fingió una sonrisa tranquila.
El de polera verde lo miró por varios segundos analizando su rostro, y antes de que el mayor desviara la mirada o se alejara saltó a abrazarlo.
Osomatsu se sorprendió por el agarre, pero inmediatamente correspondió.
Luego de unos segundos lo obvio se hizo presente: Choromatsu había comenzado a llorar.
-Hey... tranquilo... ¿Quieres que tu hermano mayor te consuel-
-CÁLLATE... solo cállate... por favor... cállate...
Nadie habló por un buen rato, Osomatsu solo correspondía el abrazo mientras Choro no dejaba de llorar.
Osomatsu estaba a punto de hablar, pero...
-Tu mejilla... y tu mano... tienen sangre... - dijo Choromatsu apretando con fuerza a su hermano -¿Por... por qué no le has dicho a nadie aún... que... que también estás enfermo?
*Continuará.
Déjenme su ira en los comentarios :)
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La desesperación del segundo hermano | Osomatsu-san
FanficToda la falta de interés que sus hermanos le habían mostrado durante estos años, lo llevó a la locura.