XXVI

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-Lo siento, no pueden ver a su hermano hasta nuevo aviso...

Esas fueron las últimas palabras de los doctores. Los 5 tenían prohibido acercarse a Karamatsu debido a lo inestable que se encontraba.

El caso esta vez era diferente. No se sabía qué era lo que ocasionaba los ataques de pánico.

Todo lo que se creía había sido deshecho. Primero creyeron que sería el trato de sus hermanos, luego la culpa de Karamatsu debido a las incomodidades, pero ahora no había nada que les hiciera entender el porqué...

No sabían cómo tomarlo... Tal vez el destino les estaba diciendo que se alejaran de Karamatsu de una vez por todas... Que lo dejaran libre sin ataduras hacia ellos...

...

Con todo el peso de ser el hermano mayor, Osomatsu entró a la habitación de Choromatsu para decirle que no podrían volver a ver a su hermano hasta nuevo aviso...

El cuidado de Karamatsu ahora estaría a cargo de la asistencia social y sólo los padres podrían verlo esporádicamente y en fechas específicas.

No estaba demás decir que los 5 tenían prohibido cualquier encuentro con Karamatsu... a menos que los médicos lo pidiesen, pero esto último era demasiado difícil que pasara debido al papeleo que costeaba...

Fio también estaba destrozada. En tantos años trabajando en este tipo de casos, jamás uno lo había afectado tanto. No había nada que pudiese hacer, absolutamente nada... Incluso se la había amenazado de sustituirla de su cargo en caso de que se atreviese a intervenir.

La tentación de los 5 por ignorar todas las advertencias y secuestrar a su hermano cada día se hacía más tentadora... pero no querían lastimarlo más... no querían más problemas para sus padres...

¿Tal vez todo era mejor así? ¿Deberían haber dejado a Karamatsu a cargo de alguien más desde un principio?

La culpa era infinita. Sabían que si Karamatsu no se hubiese accidentado desde ese día lluvioso, la situación con él seguiría de la misma forma.

No tenían porqué quejarse ni a nadie quien reclamar. Karamatsu estaba así por la culpa de los 5. Y si este moría también sería la culpa de ellos.

Pasaron días, semanas y casi un mes... nunca supieron nada de él.

Tenían prohibido acercarse a su hermano. Incluso prohibido verlo o saber de su estado. Lo poco que se enteraban era a través de sus padres, pero todo era demasiado incierto...

A Fio también le prohibieron volver a intervenir en el caso, y se le asignó uno nuevo para que dejara el actual... Con el dolor del mundo tuvo que despedirse de todos... no los volvería a ver...

Cada día estaba lleno de incertidumbre. Muchas veces se imaginaban a alguien entrando a verlos y diciéndoles que su hermano había fallecido de un paro cardiaco, o que se había suicidado o accidentado...

Realmente se esperaban de todo. Ninguno podía hacer su vida tranquila. Todo lo que veían les recordaba a su hermano.

Se las habían ingeniado de alguna forma para estar dentro del hospital. Y ver de lejos como médicos y enfermeras entraban al dormitorio de su hermano...

Un par de veces lo vieron salir en camilla hacia la zona de operaciones, pero sabían que no se podían acercar.

Todos los días puntuales iban a ver desde lejos el cuarto de su hermano, esperando poder ver cómo iba... o al menos intuir qué pasaba con él...

Habían noches enteras donde se quedaban fuera del hospital esperando que llegase el amanecer para poder entrar y simplemente ver el cuarto a lo lejos...

Se habían olvidado de lo que era dormir, comer, salir a pasear... cuidar su salud...

Beber e ir al "pachinko" era ya algo del pasado.

Estaban casi todo el día fuera de casa, pero a diferencia de otras veces, solo salían juntos. A donde sea que fueran, siempre iban juntos... intentando sentirse unidos de alguna forma.

En casa, habían dejado todo tal cual Karamatsu lo dejó. Las remodelaciones hechas para él seguían intactas, las cosas que habían alistado para salir ese día de paseo seguían igual...

...

Justo el día en que se cumplió un mes sin saber nada de su hermano. La familia recibió una llamada.

-Los 5 podrán verlos bajo la supervisión de otros médicos...

Esas palabras sonarían demasiada frías, pero para los hermanos era lo mejor que había pasado en tanto tiempo.

Se levantaron a primera hora, se alistaron con los nervios en punta.

Les habían dado demasiadas indicaciones días antes de la fecha programada: No deben cogerlo, no deben hablarle, no deben mostrar ninguna expresión desagradable, solo si él les pregunta algo respondan directamente...

Al entrar a la habitación de su hermano, lo primero que vieron fue a una fila de médicos sentados alrededor de este. Se asustaron un poco por esto.

Uno de los médicos se puso de pie y les ofreció asiento frente a la camilla de Karamatsu.

Ni bien se sentaron, lo primero que notaron fue la mirada de su hermano.

-¿Ka... Karamatsu... puede... ver?

-Así, es, la operación fue un éxito hace 2 semanas – respondió el médico de pie.

-Pe... pero...

-Muy bien, Karamatsu, ellos son tus hermanos, de los que te hemos estado hablando todo este tiempo...

Los 5 se asustaron al oír eso, pero no pudieron decir nada...

-Se parecen... mucho a mí... - dijo Karamatsu mirando a cada uno de pies a cabeza.

*Continuará...

Bueno, sé que me odian a matar :D
Pero no he tenido tiempo para nada en estas semanas ;_________; lo lamento tanto <3

Lo bueno es que ya estoy de vacaciones, por lo que podré actualizar todos los días

Si quieren descargar su ira, ahí tienen la caja de comentarios (?)

La desesperación del segundo hermano | Osomatsu-san Donde viven las historias. Descúbrelo ahora