-Karamatsu... Karamatsu ¿por qué?... ¿por qué lo hiciste?... ¿por qué? – Choromatsu se cubría el rostro con una de sus mangas mientras lloraba. Su voz temblaba y sonaba lamentable.
-Nii-san... Karamatsu... Nii-san... - Jyushimatsu se escondía detrás de la espalda de su tercer hermano para llorar. Sus ojos estaban rojísimos y sus palabras sonaban muy dolorosas – Karamatsu... Nii-san... no puede habernos dejado...
-Ese... ese idiota... no... no puede... no... no lo creo... - Ichimatsu estaba sentado en el suelo con las piernas pegadas al pecho. Se sujetaba la cabeza mirando el vacío. Sus ojos desbordaban lágrimas.
-Ka... Karamatsu... Karamatsu Nii-san... Karamatsu... - Totty estaba pegado al brazo del de polera morada. No dejaba de llorar mientras sus piernas temblaban de ansiedad.
Los 4 hermanos seguían sin creer lo que había sucedido tan repentinamente. Todo iba bien, todo estaba yendo malditamente bien ¿Qué habían hecho mal ahora? ¿Habían errado? ¿O acaso Karamatsu simplemente fingía estar bien todo el tiempo?
Miles de ideas pasaban por sus cabezas. No sabían que hacer. Nunca antes habían sentido tanta impotencia e ira.
Nunca notaron nada extraño de nuevo. Todo iba bien. Se sentían bien. Habían vuelto a sentir que su hermano los quería ¿Entonces por qué pasaba esto?
Todos los menores lloraban, pero Osomatsu era el que se mantenía "fuerte" entre todos. No dejaba salir ni una lágrima de sus ojos, pero sí los tenía muy rojos. Estaba de pie cerca a la puerta mirando atentamente a sus hermanos. Estaba de brazos cruzados y esperando un milagro o cualquier noticia. Su respiración era pesada y pausada. Parecía que en cualquier momento se quebraría.
Pasaron 1 hora y hasta 2 sin que se calmasen. Nadie podía moverse de las posiciones en las que estaban. La culpa los carcomía por cada segundo que pasaba. Era un infierno encontrarse dentro de esas cuatro paredes.
Pese a estar con el resto de sus hermanos, nunca se habían sentido más solitarios que nunca. Estaban a punto de colapsar, llevaban más de 4 días sufriendo emociones desastrosas.
Karamatsu había intentado matarse ya 3 veces. Esas 3 veces, los 5, ninguno de ellos, pudo evitar que pasara. No habían hecho nada.
¡ERAN 5 MALDITA SEA! ¡5 PERSONAS A CARGO DE 1! ¿ERA TAN COMPLICADO?
Sabían que eran unos completos inútiles. Por su culpa el cuerpo de su hermano estaba más que roto. Ni que decir de su mente...
¿Habría forma de que se soluciones todo?
¿No sería mejor acabar con todo de una vez?
Osomatsu era el que veìa todas las posibilidades. Ya habían hecho desde lo posible hasta lo imposible por estar bien con Karamatsu, pero al parecer todo era inútil.
¿Por qué?
¿Es que acaso Karamatsu de verdad debe morir y solo están atrasando su muerte?
Pero todos habían sido intentos de él por acabar con su vida ¿Por qué?
"¿Nos odia? ¿Tanto odia estar con nosotros? – Esto último Osomatsu lo había oído de su hermano más pequeño, no dejaba de dar vueltas en su cabeza.
Era un martirio estar en ese cuarto. Todo estaba rodeado de dolor y desesperación. Nada podría calmarlos, incluso el hecho de volver a ver a su hermano traería mucho dolor...
-¿Los hermanos de Karamatsu Matsuno? – Un hombre se abrió la puerta del cuarto donde estaban los ninis. Al oírlo hablar sus cuerpo se tensaron demasiado, pero inmediatamente todos se pusieron de pie y acercaron al joven que les hablaba – El paciente está estable y ya ha hablado con su psicóloga, síganme por favor – el enfermero salió por la puerta y los demás lo siguieron.
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La desesperación del segundo hermano | Osomatsu-san
Fiksi PenggemarToda la falta de interés que sus hermanos le habían mostrado durante estos años, lo llevó a la locura.