XII - Tercera Vez

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-Estoy... estoy algo asustado... - soltó Karamatsu junto a un suspiro.

Sus hermanos se sorprendieron por sus palabras y se acercaron inmediatamente a él.

-¿Qué sucede Nii-san? - preguntó Todomatsu mientras lo tomaba de una mano - ¿Te refieres a la operación?

-No te preocupes Karamatsu nii-san, todo saldrá bien en la operación. Estoy seguro... - dijo Jyushimatsu repitiendo la acción de su hermano pequeño.

-Karamatsu, no te preocupes demás - habló Osomatsu acariciándole el cabello al mencionado - Recuerda que debemos mantenernos optimistas...

Karamatsu se quedó en silencio un rato mientras sus hermanos lo veían atentamente.

Todos seguían en el hospital desde el accidente y estaban avanzando los preparativos para la nueva operación. No había nada extraordinario más allá del hecho de que las vendas en el rostro de Karamatsu habían sido reemplazadas por sus gafas oscuras preferidas. La operación iba acercándose y ya no era necesario ocultar su visión.

-En... en estos momentos... la operación me tiene sin cuidado - soltó el segundo mayor dejando a todos alerta.

-¿A... A qué te refieres? - dijo Choromatsu acercándose.

-He... he estado ocasionando tantos problemas... - volvió a suspirar el de polera azul.

-KARAMATSU - gritó el mayor - Ya te he dicho y te lo repetiré cuantas veces sea necesario... SOMOS TUS HERMANOS, no es una molestia para nada...

-Pero... - el mayor no dejó hablar al segundo.

-PERO NADA - dijo tomándolo de una mano - Lo que haya pasado antes... nosotros lo comprendemos perfectamente... y no podríamos estar más que arrepentidos por tantas cosas... - PERO LO QUE IMPORTA ES EL AHORA, KARAMATSU ¿De acuerdo? No eres una molestia para nada.

-Nii-san... a mi me gusta estar contigo y atenderte... - soltó Jyushi recostándose en el regazo de Karamatsu.

-Karamatsu nii-san... sin ti no podríamos estar bien... tenemos que ser los 6 siempre... te amamos mucho... - dijo Totty amenazando con llorar y acariciando el cabello del mayor.

-Gracias... - soltó Karamatsu sintiéndose más amado que nunca. Sus hermanos inmediatamente lo abrazaron.

Hacía mucho no podían mostrarse ese tipo de afecto. Se veía que realmente habían evolucionado su relación fraternal.

Nunca nadie creyó verlos tan sinceros con respecto a sus sentimientos. Era conmovedor... pero algo no andaba del todo bien...

Karamatsu realmente quería decir algo que lo tenía intranquilo desde hace varias semanas. Algo que, de alguna forma, tenía miedo comentar porque era algo que el mismo desconocía.

Estaba a punto se volver a hablar, pero una enferma entró al cuarto.

-Disculpen por interrumpir, pero necesito que firmen algunos documentos y compren estas medicinas - dijo mostrando varios papeles - El médico también quiere verlos en su oficina para comentar algunas cosas.

La enfermera se retiró cerrando la puerta y dejó un momento más a los ninis solos.

-Karamatsu, iremos a ver lo que dijo la enfermera ¿de acuerdo? - habló Choromatsu, volveremos enseguida.

-Para ganar tiempo, Choromatsu e Ichimatsu vayan con el médico. Jyushimatsu ve a comprar las medicinas y Totty y yo revisaremos los documentos - dijo Osomatsu dirigiéndose a cada uno de sus hermanos.

-¡Iré rápido! ¡Ya vuelvo Karamatsu-niisan! - gritó Jyushi con su típica energía mientras salía de la puerta tomando una receta.

-Ya volvemos, Karamatsu nii-san... - dijeron Choromatsu e Ichimatsu saliendo también del cuarto.

-Leeremos esto con calma mientras hablamos con mamá y papá al teléfono... - dijo Osomatsu - Karamatsu... volveremos enseguida ¿sí? - dijo tomándolo de sus manos - No tardaremos mucho y estaremos todo el resto del día juntos...

Karamatsu solo asintió mientras oía salir a su hermano mayor junto a su hermano más pequeño que parecía marcar un número desde su celular.

Una vez que oyó el pomo de la puerta cerrarse dio un gran suspiro.

Estaba recostado en la camilla y tenía un par de almohadas detrás de su espalda. Uno de sus brazos llevaba suero como recomendación del médico para estabilizar su cuerpo, pero fuera de eso, no tenía nada extraordinario junto a él.

La habitación era totalmente blanca y estaba solo. No había ningún ruido y nada que pudiese perturbarlo.

Solo estaban él y sus pensamientos...

Verse en tal situación de nuevo: postrado en una camilla en un lugar tan solitario, había comenzado a hacerlo sentir nervioso.

Karamatsu confirmó sus dudas. Lo que desconocía y no pudo decir frente a sus hermanos: Tenía miedo de estar solo.

Para cuando se dio cuenta su cuerpo había comenzado a temblar de nuevo. Se había puesto pálido y sudaba frío.

La ansiedad había vuelto. Los ataques de pánico al parecer lo perseguirían para siempre...

Sentía su cuerpo totalmente inestable y quería salir de ese lugar como sea. Se sentía atrapado, encerrado, inútil.

Nuevamente las horribles ideas y recuerdos que había sufrido venían a su cabeza.

Uno a uno fue recordando cada dolor y cada herida que había pasado.

Se comenzó a sentir demasiado solitario, más que deprimido. No podía soportarlo. Odiaba no poder ver nada para aunque sea distraerse. Los recursos solo venían de frente a su cabeza

Por más que intentara distraerse no había nada que pudiera hacer.

Estaba sólo, se sentía una mierda totalmente inútil y un estorbo.

-Me... me odio... me... odio tanto - comenzó a repetir mientras se sujetaba de los cabellos intentando quitar toda idea negativa de su cabeza, pero era inútil - Ya... ya basta... odio... odio esto...

Comenzó a tantear sobre la camilla intentando buscar algo con que lastimarse para distraer su mente de nuevo, pero no había nada.

Tanteó a su alrededor y tampoco había nada.

Con mucho pesar movió sus piernas al borde de la cama para intentar pararse, pero le era muy difícil.

-No... no puedo hacer nada... nada bien... - se sentía desesperado. Quería acabar con todo. No entendía qué le pasaba y eso le asustaba más.

Prácticamente su cuerpo estaba al borde de la cama, siguió moviéndose y finalmente su cuerpo cedió hacia el suelo.

Cayó dándose justo en uno de sus hombros y en su cabeza. Inmediatamente la aguja que tenía en su brazo se desconectó violentamente haciendo una gran cortada.

Por más que hiciera no podía pararse. Quería pedir ayuda, pero las palabras no salían. La fuerza que tenía hacía apenas unos minutos habia desaparecido.

Toda su cara estaba empapada de sudor y de lágrimas de desesperación. Se sentía de nuevo en el infierno...

Intentó moverse en el suelo, gatear, hacer algo, pero cuando sus manos chocaron contra este, sintió algo lastimándolo: vidrio.

¿De dónde? Las gafas que llevaba se habían roto con la caída.

Karamatsu comenzó a tantear a su alrededor buscando el resto de sus gafas y encontró más pedazos de vidrio...

Sentía como uno de sus brazos sangraba por la reciente herida de la aguja, pero ese dolor era prácticamente insignificante.

-Lo... lo siento tanto... - dijo cogiendo con determinación un pedazo de luna de sus gafas - No... no puedo controlarme... - comenzó a herirse sobre sus muñecas...

*Continuará.
Muchas gracias por sus bellos comentarios y seguir la historia ;) todos son muy motivadores.
Leí algunos comentarios en donde me piden que haga "50 cosas sobre mí" ¿les gustaría que lo haga? :'D

La desesperación del segundo hermano | Osomatsu-san Donde viven las historias. Descúbrelo ahora