-Karamatsu... nii-san... nos odia... - dijo Todomatsu llorando.
-Jamás nos va a perdonar... - susurró Choromatsu - ¿Vieron... vieron cómo temblaba? – sus ojos amenazaban con llorar.
-No... no nos querrá volver a ver... será inútil – soltó Ichimatsu.
-Nii-san... nii-san estaba asustado... - Jyushimatsu comenzó a llorar – no quiero... no quiero que Karamatsu nii-san me tenga miedo... - ocultó su llanto entre sus largas mangas.
Los 4 hermanos estaban sentados en el suelo de la sala donde solían dormir. Sus últimas noches las habían pasado en asientos del hospital y llevaban con la misma ropa casi una semana. Todo el tiempo que estuvieron ahí, junto a su hermano, no hacían mas que correr de un lado a otro.
Cada vez que parecía que Karamatsu necesitaba algo llamaban a las enfermeras. Cuando tenía hambre o necesitaba ir al baño no dudaban en atenderlo haciéndose pasar por algún médico. Siempre tenían que evitar hablar y mostrar sus emociones frente a él. Ellos salían a comprar las medicinas y se quedaban despiertos esperando que saliera de cada intervención en cirugía.
En sus rostros se notaba la culpa y el cansancio. Habían dejado de lado su propio bienestar por primera vez. Habían dejado de ser ninis... al menos por un tiempo...
Osomatsu entró al cuarto donde estaban sus otros 4 hermanos. Los vio llorando en silencio, pero no hizo nada para calmarlos. Ya era normal verlos en ese estado por tanto tiempo.
Se sentó junto a ellos y estos lo miraron reteniendo sus llantos.
-Lo... lo han tenido que sedar para calmarse – soltó el mayor – Está ahora en la ambulancia y están conversando sobre si sería bueno que se quedase... - la expresión coqueta y burlona que siempre llevaba Oso había desaparecido totalmente. Su rostro se veía demacrado y sombrío.
Después de todo, él sentía dentro de sí la mayor carga; no solo debía cuidar de Karamatsu mientras estuviese en el hospital, sino también de sus otros 4 hermanos y de sus padres. Por fin sentía que el peso de ser el mayor recaía sobre él. Sabía que era un pésimo hijo.
-No quiero que Karamatsu nii-san vuelva al hospital, no quiero – decía Jyushi haciendo su llanto más fuerte. Su sonrisa estaba más que borrada desde hace meses.
-De... debemos hacer algo... - Choromatsu se puso de pie dispuesto a salir del cuarto – no podemos dejar que esto siga así.
Osomatsu lo detuvo del brazo y lo hizo mirarlo a los ojos.
-Nuestro hermano nos odia y nos tiene un miedo indescriptible... ¿Lo sientes, no? ¿Lo puedes sentir dentro de ti?... No podemos simplemente acercarnos, podríamos matarlo solo con nuestra presencia. No hay nada que podamos hacer ahora, debemos aceptar lo que digan los médicos hasta que se recupere...
-Pe... pero no podemos esperar... ha...hasta que Karamatsu esté totalmente sano para arreglar las cosas – Todomatsu se puso de pie tambaleándose, no había comido bien desde hace días.
Pese a todo, Choromatsu insistió con salir del cuarto y el mayor tuvo que retenerlo a la fuerza empujándolo hacia el suelo. Todos se asustaron.
-ENTIENDE. NO HAGAS MÁS PROBLEMAS – gritó mientras cerraba la puerta y se acercaba al que acababa de tirar para cogerlo del cuello – SI SALIMOS POR ESA PUERTA Y NOS ESCUCHA, KARAMATSU PODRÍA MORIRSE.
Parecía que en cualquier momento Osomatsu golpearía al de polera verde, pero Ichimatsu intervino separándolos, rápidamente, con un golpe en el abdomen del mayor.
Osomatsu también cayó al suelo y todos se quedaron mirando en silencio. Todomatsu se escondía asustado detrás de Jyushi. Choromatsu comenzó a llorar. La expresión de Osomatsu se hizo más fría.
ESTÁS LEYENDO
La desesperación del segundo hermano | Osomatsu-san
FanfictionToda la falta de interés que sus hermanos le habían mostrado durante estos años, lo llevó a la locura.