Los días pasaron sin más...
Nadie podía hablar sobre tema del dinero y los cheques, tenían mucho miedo del carácter del mayor.
Los mismos padres estaban preocupados, pero tampoco podían hablar.
Una vez cobrados los cheques había sumado una fuerte cantidad de dinero. La suficiente como para pagar todas las deudas y comprar todo lo necesario para los tratamientos futuros de Karamatsu.
Osomatsu intentaba hacer que todos se olvidasen sobre el tema, pero era imposible. Sus hermanos menores incluso comenzaron a tenerle algo de miedo, pareciese que incluso le pedían permiso para hablarle...
-¿Nii... san? – preguntó Todomatsu – Queremos... hablar contigo... los 5...
-Claro... ¿de qué?
-De... de tus tratamientos...
Osomatsu no tenía de otra luego de haber conseguido el dinero. Sus hermanos buscaron a los mejores médicos y los mejores hospitales para atenderlo. Parecía que habían posibilidades de al menos mantener estable su cuerpo y ver si habrían posibles mejores, pero eran pocas...
A estas alturas todos se encontraban acorralados. Cada día sentían más curiosidad y miedo por saber de dónde y cómo Osomatsu había conseguido tanto dinero, pero si hablaban o al menos mencionaban el tema, el mayor amenazaba con irse y dejarse de atender con los doctores. Después de todo, a estas alturas a él le importaba poco lo que pasase...
Karamatsu aún no recordaba muchas cosas con respecto al resto, pero definitivamente sabía que algo andaba mal. Podía sentirlo, todos sufrían, y pese a que los demás le dijeran que no era de esa forma, él se sentía totalmente responsable.
A diario veía como sus padres se mataban pensando como uno de sus hijos había conseguido tanto dinero. Definitivamente estaban agradecidos, pero también temían que el mayor hubiese hecho una locura.
Podía ver al resto de sus hermanos llorar a escondidas, o intentar "buscar pistas" de lo que pudo haber hecho el mayor.
Definitivamente se sentía muy inútil, y peor aun sabiendo que gran parte del dinero conseguido ni siquiera iban para Osomatsu, sino para él...
A diario, mientras más veía a su familia, una ola de sentimientos extraños se iban acumulando en él.
Desde culpa... hasta menosprecio hacia sí mismo....
Intentaba verse lo más calmado posible ante su familia y los médicos, puesto que sabía que su estabilidad los mantenía a ellos tranquilos.
No sabía cómo expresarse para liberar todo lo que sentía, y tampoco le dejaban hacer mucho los demás por su condición...
Por las noches, siempre pensaba sobre lo que estaba sucediendo y las cosas que pudieron haber sucedido tiempo atrás y que no recordaba. Veía a sus hermanos dormir cerca de él, casi rodeándolo. Veía la casa "transformada" llena de protectores en cada esquina y ventanas de plástico.
A veces le parecían familiares algunas cosas, pero siempre terminaba sin comprenderlas.
Eran las 11pm. y sus hermanos y él se preparaban para dormir. Como siempre, la rutina era la misma entre asearse, vestirse y acostarse. Ese día no era la excepción e iba en medio del futón siendo casi abrazado por todos sus hermanos.
Pasaron las horas y uno a uno fueron cayendo dormidos, pero esa noche, él no podía. Pese a que intentara concentrarse para dormir, varios pensamientos venían a su cabeza. Y con ellos, la idea de que todo lo ocurrido era culpa suya...
Definitivamente necesitaba un respiro.
Con mucho cuidado se separó de sus hermanos sin despertarlos. Le tomó un buen rato poder hacerlo sin ruido, pero una vez libre salió del cuarto.
Fue al baño a mojarse la cara y dio un gran suspiro.
Se miró al espejo algo preocupado, y como si se tratase de un flashback recordó algo: él solía tener un espejo de bolsillo que llevaba a todos lados.
A Karamatsu le comenzó a doler muy fuertemente la cabeza, pero otro recuerdo más vino a su mente: un día Todomatsu le acercó su espejo de bolsillo, y él, rompiéndolo se había cortado las muñecas repetidas veces.
Se cubrió el rostro asustado y su cuerpo comenzó a temblar.
¿Qué había sido eso?
¿De verdad... él había intentado matarse?
No quería creerlo, pero era un hecho. Eso explicaba no solo las condiciones de la casa, sino porque el resto lo trataba tan amoroso y jamás lo dejaban solo.
Los médicos le habían dicho que esporádicamente sus recuerdos vendrían estando él despierto o mientras soñaba dormido, pero él jamás se esperaba que fuesen así de horribles.
Karamatsu se secó la cara y salió del baño rápido. La imagen en su cabeza se repetía varias veces, incluso podía sentir como sus brazos le palpitaban en las zonas de sus supuestos cortes.
Fue hacia el cuarto donde estaban sus hermanos, los vio aún dormidos, pero cuando se quiso acercar para volver a acostarse no pudo. Su cuerpo simplemente no quería.
Se quedó en el marco de la puerta por varios minutos pensando. Dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta de la casa. Se sentó en la entrada y por instinto se colocó sus zapatos.
Ni él mismo tenía idea de lo que estaba haciendo, pero se puso de pie y salió...
*Continuara~
Sí, sí y sí, doble actualización ❤ uwu
Soy un Dios generoso (¿?)Se los debía por tanto tiempo sin actualizar :(
Gracias por leer uwu x 1000000 <3
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La desesperación del segundo hermano | Osomatsu-san
Fiksi PenggemarToda la falta de interés que sus hermanos le habían mostrado durante estos años, lo llevó a la locura.