¿Sabéis? He vuelto a encontrarme con el amor, y a diferencia de las veces anteriores, no ha cambiado de forma ante mis ojos.
Sigue siendo pálido, con dificultades en la visión y el equilibrio, pecas en las mejillas y pelo negro.
Sigue vistiendo con camisas de manga corta y bermudas, con la gorra tapando el complejo de sus entradas.
Y por mucho que le discutí el tema, sigue llevando camisetas blancas.
Le he visto dos veces después de que se marchara, y, ¿sabéis qué? No me conoce.
Así, como lo leéis. El amor no goza de buena memoria, pero como yo soy una simple mortal, sí le recuerdo.
Ojalá yo también tuviera problemas con el recuerdo. Me ayudaría bastante y dolería menos, pero no los tengo.
El amor me vino de frente la primera vez, y evitó cualquier tipo de contacto con mi persona. Y la segunda vez simplemente miró hacia otro lado.
No puedo decir que no me doliera su indiferencia, pero creo que lo más que me dolió fue la frustración que me vino después.
Frustración no por el dolor del momento, sino más bien por los pensamientos que causó en mí su reacción.
Sinceramente y aunque suena muy estúpido, realmente creo que tengo algo de culpa. Claro que la tengo.
Si yo no hubiera sido tan impulsiva aquella noche que le conocí, quizás aún estaría aquí conmigo. No como amor, sino como amistad. Y lo preferiría. Cualquier cosa es mejor que la indiferencia.
Me culpo de que se haya marchado, de que se haya acabado, de que no haya sentimientos en común.
¿Que por qué? Porque cuando me ve, se marcha, y lo hace como si no aguantara mirarme a la cara, como si le hubiera escupido o clavado un puñal del tamaño de un brazo en todo el pecho, como si fuera la causa de sus males.
Y, aunque me duela decirlo, me he marchado de mi mundo hacia tierra desconocida, pues necesito dejar de mirarle y sentir. Necesito odiarle y seguir.
Sólo sé que me he marchado de mi complicado pero confortable hogar, y no sé a dónde llegaré.
Es ahora o nunca.
ESTÁS LEYENDO
Pensamientos en una Botella
KurzgeschichtenPequeñas historias en cada capítulo donde quizás os podráis sentir identificados con algo que se relate en ellas. Aviso que esta historia está hecha desde un punto de vista personal, y no se nombrará a nadie con el nombre real, sino con apodos para...