He visto al amor

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Creo que debería sentirme privilegiada al poder decir que soy de las pocas personas que han visto al amor. Y es que realmente le he visto.

Bueno, en realidad... No solo le he visto, he tocado su piel, he recorrido las pecas de sus pómulos y los lunares de su espalda con la yema de los dedos, he tomado un café en su compañía mientras me hacía sentir única en el mundo, e incluso le he mirado a los ojos.

Sí, yo, una simple humana con pájaros en la cabeza, ha conseguido el valor suficiente para ser capaz de mirar al amor a los ojos.

Y qué deciros... Fue realmente increíble.

No es la primera vez que se me presenta, han habido otras veces, por supuesto.

La primera, recuerdo que era de pelo castaño, ojos extraños y hundidos, metalero y con muy alto nivel de cabezonería.

¿La segunda? Fue lo que se llama "amor de verano" de esos que duran poco pero que igualmente te marcan demasiado. Tenía el pelo negro y desordenado, una sonrisa increíble y los ojos casi negros. Por no hablar de su extraña manía de sacarme de quicio en pocos segundos.

Y la tercera vez, también se puede nombrar como la última. Esta vez fue diferente, porque iba en contra de todo lo lógico jamás pensado, incluso de lo físicamente posible para la paciencia de un ser humano.

Llegó en forma de piel pálida y cabello negro, ojos verdes y sonrisa avergonzada.
Vino aun viviendo a 40km de mí, y se quedó conmigo más tiempo que las veces anteriores, incluso enfrentándose a múltiples obstáculos que nunca antes se había propuesto atravesar.

Llegó en forma de palabras sinceras y abrazos de esos que te reconstruyen por dentro, de susurros que erizan la piel y besos que te paran el pulso.

Me vi reflejada en sus ojos, y por primera vez podía decir que me perdía en su mirada.

A este creo que podemos llamarlo "amor de mi vida", de esos que se marchan pero recordarás toda tu vida.

Como habréis podido ver, las tres veces que he visto al amor, se me ha presentado de manera muy diversa, pero hay algo que tienen en común: Llegaron de la nada, y se marcharon igual de rápido.

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