Le mostré el sobre en su cara. Estaba claro que la confusión le consumió al mismo tiempo en que Bradd besaba mi mejilla y susurraba que me esperaría afuera. Esto tal vez tardaría unos minutos, como también puede que tardaría siglos.
- Oh, veo que tienes una hoja de papel en la mano - Dijo fingiendo asombro.
- Pues lee entonces lo que tiene la puta hoja - Dije lanzándosela en la cara. Miró la hoja caer al suelo y entonces vio el sobre que estaba sobre la mesita. Miró el sobre, luego el piso y luego a mí.
- Mierda - Dijo bajándo la mirada - Ells...
- ¡Tú no eres mi Padre maldita seas! - Grité empujándole irritada. Estaba enfurecida. Había vivído casi dieciocho de mi vida con un hombre que ni siquiera es mi Padre. Que me maltrató, que me humilló y sobre todo me obligó a madurar antes de tiempo sin permitirme disfrutar mi infancia... Le miré. Mis ojos querían dejarse ceder por la tristeza pero, la humillación que me embargaba desde hacía años estaba más decidída a salir y enfrentar el mundo.
Robert guardó silencio, intentó tocar mi brazo en señal de querer hablar como gente calmada y civilizada... Pero la realidad era que, por más que él quisiera eso, yo iba a matarle allí mismo.
- Elizabeth, podemos hablar esto con Laura - Dijo con una leve sonrisa.
- ¡Que te den! ¡Viejo de mierda! - Grité dandole una bofetada - ¡Me trataste como una puta basura cuando tenía menos de nueve años! - Grité volviéndole a empujar y dándole otra bofetada - ¡Te juro que no te sales gratis de esta! ¡Juro por Dios que te voy a matar! - Sus ojos quedaron como platos. No me podía controlar
- Elizabeth, de verdad. No soy yo quién debe darte explicaciones, es Laura - Dijo a su defensa.
- Oh claro, esa perra tampoco se salva - Dije irritada - ¡¿Siquiera es ella mi Madre?!
- ¡Sí, maldita sea! ¡Sí! - Gritó apartándome. Le seguí enfurecida y tomé una figura de porcelana que estaba sobre la chimenea. Se la lancé a la cabeza y este se volteó sobando su cabeza - ¡Golpenándome no lograrás nada! - Chilló.
- Oh sí - Dije tomándo aire - ¡Me las vas a pagar todas! ¡Hijo de la gran puta! - Me lancé sobre él para darle un par de golpes antes de que yo fuera la más lastimada.
Mordí sus brazos y él intentaba quitarme de encima. Le apreté el cuello en cuanto él ya no pudo hacer más fuerza. Estaba por matarle, sentía la adrenalina correr por mi cuerpo... Le apretaba con fuerza, pero él, no hizo más fuerza... ¿Por qué no lo hacía? Le ahorqué más fuerte, él se dajaba... ¿¡Por qué!? La ira se me acumulaba más hasta que alguien me alza del suelo al aire.
- ¡Suéltame! ¡Voy a matarle! - Bradd estaba apoyado de la pared, el que me tenía en sus brazos era Leonardo. Me puse a gritar desesperada más de la cuenta y comencé a morder los brazos de aquel que me tenía prisionera. Robert estaba inconciente en el suelo - ¡Lo voy a matar! - Gritaba mientras veía entrar a mis abuelos. Mi abuelo venía con su típica cara de poker y Mónica, ella me vio y se escondió detrás de mi abuelo, asustada de mi comportamiento.
- Sácala fuera - Dijo Max.
- ¡No! - Chillé - ¡Voy a matar a ese hijo de puta! ¡Me las va a pagar todas! ¡Juro que voy a matarle! - Estaba furiosa. Quería hacerle mierda el cuello. Quería cortarle el costado como él lo había visto hace años en Laura... Quería matarle. Como pude me safé del agarre de Leo y corrí para lanzarme sobre un cuchillo que estaba sobre la mesita. Lo tomé y me lancé sobre Robert, automáticamente solo alcancé a hacerle un corte en el brazo, lo que bastó para despertarle. Vi como la sangre corría desde su codo a la muñeca...
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Sin miedo a nada. [TERMINADA]
Teen FictionElizabeth es una chica normal de apenas unos 17 años de edad. Sus supuestos Padres estan mal de la cabeza. Ella no puede recordar más cosas que torturas y malos momentos que pasó con ellos. Tiene traumas que nadie puede cambiar en ella... Le cuesta...