Lucifer estaba ronroneando sobre el regazo de mi Padre. Félix miraba al gato como si fuese un hijo suyo y, en ese preciso momento, deseaba tener un rifle y volvarle los sesos al animal.
- Suelta al puto gato - Chillé mientras Félix reía.
- Suerte en tu exámen, Elizabeth - Dijo Félix mientras Bradd pasaba su mano por mis caderas.
- Gracias - Dije cerrándo la puerta a mis espaldas.
El instituto se sorprendió mucho al verme de mejor manera. Bradd les dijo a todos que yo estaba con peste de hacía días y que por ende, no podía venir a clases. Todos le creyeron, y, cuando Bradd falsificó un pase de médico, se lo agradecí aún más.
El exámen no estaba tan complicado, era el último que tendría que dar en estos días... Luego sumarían todas las notas, las promediarían y, nuevamente, tendría el mejor promedio de la clase.
Al terminar el exámen, Bradd estaba fuera apoyado de la puerta.
- ¿Te apatece hacer algo ahora que somos libres? - Sonreí.
- No volver a esta mierda - Dije mirándo los pasillos. - La puta que...
- ¡Braddie! - Chilló Darla.
- Hola, Darla - Dijo Bradd sin quitarme los ojos de encima.
- ¿Has abortado ya? - Preguntó ella mirando mi vientre. Le fulminé con la mirada.
- ¿Así como tú? Nah - Dije mientras Bradd acariciaba mi cabello.
- Para de fastidiar, Darla - Amenazó Lexi. Cuando la vi ella estaba teñida de un color castaño. Miré a Bradd y él se encogió de hombros.
- Es su cabello natural - Susurró a mi lado.
- ¡Es un país libre! - Chilló con su voz de pito. Miré a Bradd y tomé su mano para caminar mientras Lexi apretaba mi brazo con fuerza.
- ¿Dónde vas?
- A mi casa - Dije encogiéndome de hombros.
- ¿Lo vez? Los sintomas de embarazo - Me enfadé.
- ¡Para ya! - Chillé lanzándome sobre ella para matarle.
Tomé sus mechas y comencé a zamorrearla en le suelo como si fuese un simple mantel sucio. Las amigas de Darla no hacían nada, y, desde luego, yo lo agradecía.
- Maldita sea, que peleadora eres - Dijo una voz conocída apoyado de mi taquilla. Sus ojos oscuros se encontraron con los míos y me ayudó a ponerme de pie - Hola otra vez, lindura.
- ¿Thómas? - Pregunté sorprendída. El aludido sonrió.
- Darla, para de fastidiarla - Dijo irritado. Darla le miró indignada.
- ¿De qué conoces a esta zorra? - Thómas le fulminó con la mirada. - Es decir, a Elizabeth.
- Me venció en las corridas, es a alguien que debo temer - Dijo sonriente. Bradd se interpuso y Thómas levantó las manos - Y supongo - dijo mirándome - que este es el chico por el cual rechazaste mi salida. - Lexi me miró aturdida.
- ¿Qué tú rechazaste qué? - Preguntó sorprendída.
- Bueno, me vuelvo a Canadá - Dijo encogiéndose de hombros y poniéndo sus manos en los bolsillos de su vaquero. - Espero verte en otra corrida, preciosa - Dijo entre risas mientras yo sonreía. Bradd apretó mi mano, estaba irritado.
- Vete de una vez - Dije mientras él me sonreía.
Darla me fulminó con la mirada y le siguió como la perra que era. Lexi tomó mis brazos y me hizo mirarle.
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Sin miedo a nada. [TERMINADA]
Roman pour AdolescentsElizabeth es una chica normal de apenas unos 17 años de edad. Sus supuestos Padres estan mal de la cabeza. Ella no puede recordar más cosas que torturas y malos momentos que pasó con ellos. Tiene traumas que nadie puede cambiar en ella... Le cuesta...