(Maratón 3/3)
Día veintidós.
Apenas sonó el reloj anunciando las doce Spencer se tiró a los pies del árbol para abrir todo, Ryan me había dejado la guitarra para George en la recepción por lo que fue fácil traerlo.
-¡Un avión! –gritó.
-Que lindo regalo Spencer –sonreí.
-Tienes más por abrir.
Cuando el pequeño Shelley terminó de abrir todos sus regalos, empezó a repartir los que quedaban, tomó el de George pero no se lo podía del todo así que el fue ayudarlo.
Apenas lo abrió y se enteró que era una guitarra su cara cambió totalmente, sus ojos se iluminaron y me abrazó con fuerza. Caímos al suelo.
-Al parecer te gustó –reí.
-No tienes ni idea lo mucho que me gustó, gracias gracias gracias.
-Feliz navidad –sonreí.
Capturó mis labios en un tierno beso, nos separamos de falta de aire y sonreímos.
-Este es para ti ____ -llegó Spencer a dármelo.
-Gracias –lo tomé y lo abrí.
Era un collar que tenía un pequeño corazón, al momento de apretar un costado se abrió, era la inicial de mi nombre junto con una pequeña G, era hermoso. Abracé a George y le di un corto beso.
-Es hermoso, gracias.
-De nada –sonrió.
Seguimos abriendo los demás regalos, la familia de George me había regalado dos sagas de unos libros que quería. Mientras que él obtuvo un reloj nuevo y un par de cosas más.
-Es hora de que duermas Spencer.
-Quiero seguir jugando con mi avión y mis autos.
-Puedes dormir y luego jugar.
-Está bien.
Lo tomé y lo acosté.
-Que duermas bien.
-Tu igual ____ -se dio vuelta.
Volví con George y nos acostamos en mi cama.
-¿Puedes ponerme el collar?
-Claro.
Me voltee y el me puso el collar, depositó un beso en mi cuello y nos volvimos a acostar.
-Gracias por todo.
-Te digo lo mismo –me miró- sabes, me encantó tu regalo. Mis padres nunca me quisieron comprar una.
-¿Por qué? –se encogió de hombros.
-No tengo ni idea –se acomodó.
-¿Tienes mucho sueño? –acaricié su pelo.
-Un poco.
-Duerme bonito.
-Está bien –cerró sus ojos.
Y nos dormimos.
Noventa días, el veintidósavo de noventa.