Día cuarenta y uno.

2.3K 146 16
                                    

Día cuarenta y uno.

Cuando desperté a causa de unos besos que eran depositados por toda mi cara noté que estaba el desayuno servido para mí.

-Te hice el desayuno –me sonrió suavemente.

-Gracias, es una buena forma de despertar. –solté una risita para luego besarlo cortamente.

Estuvimos compartiendo el desayuno como solemos hacerlo siempre pero esta vez parecía distinto, algo… extraño. A pesar de que hablábamos se sentía algo incómodo en el aire. George lavó todo y volvió a mi lado.

-____.

-¿Si?

-Necesito hablarte sobre algo.

-Claro, dime.

-A pesar de lo que hablamos ayer –respiró hondo- mi decisión no ha cambiado.

-Oh. –solté.

-Estuve pensando esto, y sería muy egoísta tenerte conmigo, siendo que no acompañaría en tus sueños –permanecí en silencio- Llamé a nuestros padres.

Lo estuve mirando sin poder articular nada, estaba choqueada con respecto a todo lo que él me iba diciendo.

-¿Y? –pude decir, por fin.

-Les dije todo lo que ha pasado en estos cuarenta días, y ellos… cancelaron el trato.

Me llevé las manos a la boca, esto significaba una cosa, George me estaba dejando e hizo que cancelaran todo para no vernos más. Me levanté de la cama tapándome con una frazada, las lágrimas no tardaron en aparecerse en mis ojos.

-No… no llores –trató de acercarse.

-No te acerques –me alejé.

-____ por favor no hagas que termine así.

-¿Y cómo quieres que termine? –me pasé una mano por mi pelo.

-Bien.

-¿Cómo puedes querer eso? –murmuré bajito.

-Tus padres van a venir esta tarde por ti para llevarte a tu nuevo hogar.

No podía dejar de mirarlo, no soportamos los noventa días juntos, mierda. Eran solo tres meses o un poquito más. Se trató de acercar más hacia mí, retrocedí hasta chocar con la fría pared.

-Cariño…

-Déjame sola George.

-Es el último momento que tendremos juntos y no quiero que la última imagen que tenga de ti sea así.

-¿Y que querías? ¿Qué te besara pidiendo que el último día sea el mejor?

Nos quedamos mirando en silencio, estaba dolida y lo único que podía pedir en mi día es quedarme en pijama, acostada, viendo películas o America’s Next Top Model. Permanecí quieta sin saber que poder hacer exactamente.

-Amor… -levanté una mano haciendo que el se callara.

-Ándate, George.

-Pero…

-No quiero saber de ti hasta el momento que me vaya. ¿Sabes por qué me estás dejando? Por una estupidez, tarde o temprano George Shelley, serás padre.

-No.

-Volverás a ser el de siempre, el que pasaba cama en cama.

-No digas eso.

-¡Es verdad! –salieron las lágrimas- Jamás te enamoraste de mí.

-Si lo hice, ___. –Exclamó molesto.

-Por favor, ándate.

Salió enojadísimo, entró a su pieza para luego cerrar con un portazo, fui a bañarme y tratar de despejar mi mente. ¿Por eso había sido atento con el desayuno? Jamás cambió, solamente necesitaba una entretención mientras estaba encerrado junto conmigo.

Me vestí y empecé a armar mis maletas, es increíble que solo hayamos durado cuarenta y un días.

Sin darme cuenta de la hora sonó el timbre dando a entender que mis padres habían llegado, con George salimos al mismo tiempo para abrir. Al momento de verlo me volví a mi habitación dándole la obligación de ir a dar la cara frente a los Sayer. Seguramente mi padre no fue muy simpático con él ya que el deseaba lo mismo que yo prácticamente.

Mi madre apareció en la puerta, me limpié las lágrimas que quedaban esparcidas por mis mejillas y la abracé.

-Hola cariño –acarició mi pelo.

-Hola mamá.

-¿Están listas tus cosas?

-Casi.

Después de guardar las últimas cosas que me quedaban, cerré la maleta y tomé mi celular y algunos libros que me tenía que llevar en la mano.

-Cariño –se levantó a abrazarme.

-Hola papá –le sonreí forzadamente.

No había notado que estaba la familia de George también, Spencer fue lentamente a abrazarme, me puse a su altura y lo abracé fuertemente.

-Hola, Spencer.

-No puede ser que ya no te veré más.

-Claro que nos podemos seguir viendo –le acaricié el pelo- Puedes decirle a tus padres que yo te puedo cuidar cuando ellos quieran, ¿Si?

-Pero… ya no estarás con George.

-No pequeño, con tu hermano no vamos a volver a vernos. Pero nosotros sí.

Avancé a saludar a la madre de George con un beso en la mejilla mientras que con su padre nos dimos la mano, seguía sin la confianza. Nuestros padres empezaron a hablar mientras yo estaba incómoda sentada lo más lejos que podía de él, con Spencer en brazos. Él me contaba las cosas que planeaba hacer cuando ingresara a clases, me hacía pasar un buen rato y olvidaba a George por unos momentos.

-Chicos –empezó Toni- No duraron los noventa días, pero a causa de que… ustedes terminaron, decidimos cerrar este trato.

-____ -me entregó un sobre mi mamá- George –hizo lo mismo con él.

Lo abrimos, para mí eran las llaves de mi nuevo departamento mientras que para George eran las llaves de su auto. Este era el final de nuestro trato y también de nuestra relación. Lo miré por última vez y me fui de ahí.

 El último día… de noventa.

____________

¡Unos capítulos más y la novela termina! :(

fckdshelley

90 Días. -George Shelley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora