Día treinta y nueve.

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Día treinta y nueve.

Quedé en juntarme con Cat para almorzar, solas. Apenas llegué me quité el gorro y me peiné un poco con mis manos.

-Hola –le sonreí.

-Hola cariño –murmuró para luego tomar un poco de café.

-¿Qué tal el embarazo? –alzó sus hombros.

-Como siempre, agradezco poder estar en un lugar de comida sin vomitar –reímos.

Estuvimos hablando de la vida comiendo acompañadas con café, pasamos un gran tiempo entre nosotras sin los chicos, debiéramos hacer esto más seguido.

-¿Y cual era el tema del que me querías hablar?

-Jaymi me ha ofrecido una carrera como modelo. Y no sé que decidir.

-Yo al principio estaba igual que tú, ____. Tuve que pensarlo muy bien, esta carrera no es algo sencillo, te está siempre presionando.

-¿Qué crees que debo hacer?

-Yo digo que no te especialices en esto, pero puedes tenerlo como un pasa tiempo.

-Gracias Cat –sonreí ladeado.

-De nada cariño –puso sus manos sobre su vientre.

Cat tenía una hora con el doctor para ver a sus bebé, ya que JJ estaba ocupado me ofrecí a acompañarla. Caminamos hasta llegar a la clínica y nos sentamos para que la llamaran.

-Caterina López –sonó una voz.

Ingresamos a la sala, ella se acostó y enseguida le puso un gel sobre su vientre, ella ya debía tener unos cinco meses y no podía estar más feliz. De pronto se empezó a ver todo por una pantalla, le tomé la mano a Cat y ella me sonrió.

-Está todo bien –soltó luego de unos minutos- el bebé está en perfecto estado.

-Me alegro –ella soltó un suspiro de alivio.

-Ven en un mes más, para seguir viendo el proceso. –ella sintió y se levantó- Adiós, chicas.

-Adiós doctor –salimos.

Caminamos comprando cosas para ambas y algunas para el bebé. Miré la hora y ya tenía que volver al hotel.

-Tengo que irme Cat, ¿Estarás bien o te acompaño hasta casa?

-Estoy bien, ____ -sonrió- llamaré a JJ para que nos juntemos aquí.

-Está bien –le besé la mejilla- adiós, nos vemos.

Caminé hasta poder llegar a casa, abrí la puerta y enseguida una cabeza se asomó.

-Hola –sonrió.

-Hola –me acerqué y lo besé cortamente.

-¿Cómo está Cat?

-Bien, y también lo está el bebé.

-¿La acompañaste? –miró extrañado, yo asentí.

Fuimos a sentarnos a ver un poco de televisión, bostecé y puse mi cabeza en el hombro de George.

-¿____?

90 Días. -George Shelley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora