Capítulo:14

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Capítulo 14 

Sam y el abuelo Kim se encontraban en un restaurante, el dueño del restaurante pertenecía a un famoso grupo de k-pop. 

—Grill 5 Taco. —Leyó Samantha— ¿Tacos?

—Así es, siempre me decías que los tacos eran la mejor comida del mundo.

— Lo son.

Mientras esperaban la orden, Seok Young decidió interrogar a la chica.

— ¿Aún amas a mi nieto? 

—Vaya, usted sí es directo. — Sam no podía responder eso, para su suerte la comida llegó.

Comieron en silencio, Seok Young observaba con cuidado a la chica, no tenía esa alegría que la antes la caracterizaba, pero tampoco se veía demacrada y delgada, como cuando llegó a pedirle su ayuda para encontrar a Hyun Joong. 

FLASHBACK

Cinco años atrás…

Samantha estaba destrozada tenía dos meses de no saber nada de Hyun Joong, después de su pelea. El chico había dejado a Samantha en Berlín y regresado a Corea del Sur, pero para sorpresa de la chica Hyun no estaba en Seúl, simplemente había desaparecido del mapa. La única persona que podía saber dónde estaba era abuelo Kim. Sam tenía un aspecto terrible, estaba más delgada de lo “normal”, demacrada, su cabello ya no tenía brillo, sus ojeras era más que visibles, de un momento a otro envejeció cinco años. 

El abuelo Kim se lamentó del estado de la chica.

—Sam, ¿estás bien? —La pregunta era un poco inútil, a simple vista se notaba que la chica no estaba bien.

—Sí, no, si, … ¡ah! —Sam siempre fue segura de sí misma, pero ahora se había perdido todo. 

— ¿Quieres saber dónde está Hyun Joong?

Samantha sólo asintió 

—Se fue a Tokio. — El anciano sacó una pequeña tarjeta, la cual tenía la dirección en donde Hyun Joong vivía.

—Gracias. —Dijo la chica y salió corriendo. 

FIN 

El anciano sonrió amargamente, él era el único que sabía los motivos por los que Sam y Hyun se separaron, en varias ocasiones intentó persuadirlos para que hablaran, pero sin éxito alguno. La comida siguió su curso, el abuelo y Sam hablaban amenamente, al final de cuentas Sam tenía un porcentaje de las acciones de Kimbaek Group. 

Park Jung Min regresaba a Corea del Sur, uno de sus mejores amigos se iba a casar, pero lo más importante era ver a su novia. Desde niño siempre estuvo enamorado de ella, tenía dos meses de no verla, su noviazgo era un poco extraño, él vivía en Tokio y ella en Seúl, Jung Min se había esforzado mucho para llegar al corazón de la chica, la apoyó en sus peores momentos. 

La chica tenía el carácter fuerte, era bastante altanera, pero muy dulce cuando la conocías. Cuando tenía seis años le prometió siempre cuidarla y así lo había hecho hasta el momento, aunque sufrió a causa de los desplantes de ella, no le importaba él la amaba y pronto formarían una familia, los tres. 

El avión estaba a punto de aterrizar, Jung Min llamó a su asistente. 

—Suzy, despierta. —La agitó con delicadeza.

— ¿Eh? 

—Hemos llegado a Seúl. —Anunció feliz. 

Baby y Hae Ra entraban al aeropuerto apresuradamente. 

—Te dije que íbamos a llegar tarde. — Reclamaba la chica, Hyung Jun sólo atinaba en agachar la cabeza a forma de disculpas. —Más rápido, el avión aterrizó hace veinte minutos.

Ambos pararon cuando vieron a Jung Min, pero este no estaba sólo, una chica castaña lo acompañaba y no dejaba de reír a causa de lo que decía Jung Min. Baby reconoció inmediatamente a la chica.

—Suzy. —Dijo él con tono áspero. Hae Ra no la conocía pero no le agrado para nada el hecho que Jung Min estuviera con ella.

— ¡Hae Ra! —Gritó Jung Min emocionado, corrió a abrazar a su novia, pero esta simplemente se portó indiferente, estaba celosa.

—Hola. —Le contestó de mala gana.

— ¿Te pasa algo? —Jung Min no entendía.

— ¡Caballo!

— ¡Tortuga inútil! —Ambos amigos se abrazaron.

Suzy quien veía la escena se acercó para saludar y presentarse.

—Hola, mucho gusto, mi nombre es Su…

— ¿Nos vamos? — Hae Ra interrumpió a la castaña, estaba muy celosa. Jung Min iba a ayudar a Suzy con las maletas, pero Hae Ra lo jaló, dejando solos a Baby y a la chica que acababa de llegar.

—Señor Kim. — Saludó de forma seria.

—Señorita. —Dijo cargando las maletas de la chica y dirigiéndose al estacionamiento.

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