De cómo Daryl Dixon hizo Catarsis.

221 24 0
                                    

Era casi una burla, como una mala broma, si alguien le hubiera dicho de vuelta en la vida de mierda que llevaba antes junto con Merle que de hecho el moonshine le ayudaría a aclarar su mente se hubiera reído y después hubiera ido a emborracharse, como siempre. Pero era la verdad, él siempre había sido un imbécil cuando bebía pero esto había sido más como un golpe en la cara para él, un golpe venido de una niña que a sus diecisiete años parecía poder darle lecciones que él a pesar de los muchos años más no había aprendido o tal vez no había tenido la oportunidad de aprender. Lo cierto era que la situación era la misma, lo cierto era que ese sueño de ella solo lo había orillado más a la desesperanza y, ya con el alcohol quemándole las venas, fue recordar a Sophia lo que lo había acabado, porque con Sophia había llegado Carol y la sensación de haber perdido todo cuanto había tenido en la vida. Había deseado morir ahí mismo, consumido por todas esas emociones que pasaban tan rápido por su cabeza que no había sido capaz de contenerlas.

Miedo, eso era todo, demasiado para atreverse a tener esperanzas otra vez, había escuchado de la boca de Carol decir que él era capaz, que era tan bueno como Rick, que era un buen hombre y él le había creído y había intentado serlo, se había atrevido a creer que la prisión podría ser un hogar para él tal y como ella había dicho, había pensado que tal vez podía tener una familia, una verdadera familia, pero al final no había sido capaz de defender su hogar y lo había perdido todo, se había perdido a sí mismo también, se había perdido en la idea de Carol desapareciendo entre los árboles, cayendo junto con la prisión, desvaneciéndose de un momento a otro junto con todas las promesas que había traído, pero gracias a alguna clase de suerte que parecía ser lo único que de hecho no lo había abandonado, tal y como ella no había dejado que se sintiera solo de vuelta en los días de la granja, esta vez había tenido a alguien diciéndole que no se diera por vencido, y allí de pie frente al fuego finalmente la ira que lo había estado invadiendo se desvaneció dejándole a su pecho respirar, como si un fantasma le hubiera hablado a través de Beth, casi pudo escuchar a Carol pidiéndole que no se rindiera. Por supuesto que le había importado, por supuesto que dolía la pérdida, por supuesto que sí, sin embargo no podía quedarse así y sobrevivir por el puro instinto, no podía, tenía que seguir luchando y encontrar una manera de sobrellevar su pérdida. Si alguien quedaba allí afuera de pie, ellos por seguro lucharían al menos, si Carol había ido en la dirección contraria a la prisión y nunca volvería a verla, si estaba muerta para entonces, aun así podría mostrarle que por su simple memoria él podía ser un hombre de honor.

Del porque Daryl Dixon ama a Carol PeletierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora