La embarcación sufrió un accidente, caer en una isla aparentemente desierta. Provisiones y resguardo agotados casi a cada minuto ¿que te da esperanza para vivir? La respuesta es...Amor, pero ¿si ese amor es imposible?
La marinera Peridot pasará var...
Me adentré en aquel espacio entre la tierra. Muy obscura, húmeda, fría y profunda es la cueva. Tenía miedo a que algún animal salvaje saliera de aquí, pero lapis también podría estar en este lugar.
-¡lapis!- grité mientras avanzaba.- en serio, esto es una broma de pésimo gusto.
Pude divisar en el fondo de la cueva un brillo azul, mi esperanza era que fuese la chica sirena. Así que empecé a correr milagrosamente por ese camino negro que no permitía ver más de esa luz brillante.
-¿lapis?
Sentí que pateé algo. La luz iluminaba ya un poco más del camino y me permitió ver que era, lo cual no fue mucho de mi agrado.
Acababa de patear un cráneo. Si, así es. No pude evitar dar un salto por el susto. Quería regresar a la salida de la cueva pero... parecía que no hubiese entrada, el camino para regresar estaba totalmente hundido en obscuridad.
-¿hay alguien aquí?
Obviamente nadie me iba a responder. Tanto que crítico yo esa pregunta estúpida que hacen en las películas y vengo yo a aplicarla.
Con miedo volteo a ver el cráneo con el que me había topado, pero ahora noto que alrededor de este están más huesos, pero la mayoría parecían ser humanos.
No me importaría si el camino estaba sin luz, yo me regresaría, di un paso para atrás y escuché más crujidos de los huesos tirados. Quien sabe por cuantos habré pasado antes, tenía que salir y rápido, este lugar no me daba ninguna confianza.
Por más que miraba al frente no se veía un rayo de luz, se supone que es de día, tendría que asomarse el sol por algún lado, pero no. El único brillo era de la luz azul que se reflejaba en mi espalda, quizá era ya la única salida, pero en realidad quien sabe que sorpresa me encontraría.
No detuve paso, traté de caminar por donde recuerdo haber llegado, escuchaba como yo pisaba las osamentas, me empecé a imaginar o mejor dicho, alucinar la muerte de todas éstas personas. El aroma a putrefacción que no me había llegado antes empezó a cubrir mi entorno, traté de cubrir mi nariz para evadir el edor, pero no era suficiente. ¿¡pero por que hasta ahora?! Llegué sin problemas al punto donde me quedé, ahora trato de regresar y pasa esto.
Era insoportable! Mejor regresé a donde había empezado a cuestionar sobre entrar aquí. De nuevo dirigí la mirada a la luz azul que se veía cercana ya, destapé mi nariz lo cual pensé que sería un error pero me encuentro la sorpresa de no recibir el apestoso aroma, al contrario, me cubrió un dulce aroma a limón.
Seguí el camino hacia la luz que más intensa se hacía, mis pies tocaron algo que ya no parecía huesos, era una tela delgada y suave.
Me agache a ver de qué se trataba. Era un top azul, tenía un triángulo de un azul más obscuro en el frente y un par de lazos que supongo son para ajustar la prenda. Lo recogí del piso, y continué el camino.
La luz ya cubría las paredes de la cueva y se notaba el reflejo de agua. Bueno es que el piso ya no está tapizado de huesos.
Ahora mi alrededor estaba lleno de cosas demasiado curiosas, además de una que otra prenda tirada identica a la que acababa de levantar.
Había de todo. Maletas, mochilas, billeteras (que tristemente no tenían nada), lápices, muñecos de felpa, plumas de tinta, cajas de cartón increíblemente cuidadas, cubiertos, platos... ¡en fin! Demasiadas cosas.
¿como llegó todo esto aquí? Mi única explicación era la sirena...¿¡como se llama?! ¡Odio que pase esto! Puedo recordar en este preciso momento el año de independencia pero no puedo recordar un simple nombre.
En fin, mi explicación era esa, la sirena se traía todo esto para acá, pero...
¿también los cadáveres serán su propiedad? Un escalofrío recorrió mi espalda al pensar en eso. ¿y si yo era la siguiente en formar parte de ese camino de huesos? ¿¡la siguiente cosa en esta colección serían mis lentes?! Estaba en el lugar y momento menos indicados.
Voltee de nuevo para ver mi posible escapatoria, pero de nuevo el aroma a putrefacción regresó a mi olfato.
Sin muchos ánimos seguí el camino hasta donde escuché el movimiento del agua que se reflejaba en las paredes.
Me topé con una vista impresionante. No, no era nada lúgubre comparado como lo de hace un rato. Era una vista combinada entre lo hermoso y lo misterioso. Un pozo de agua alumbrando toda esa parte de la cueva, pero al mismo tiempo el reflejo del agua hacía que el mural que estaba pintado en la pared principal se iluminara y reflejara ese brillo azul tan intenso.
El mural dibujaba a dos sirenas, estas con una mano extendida a lo que parecía una luna dibujada en medio de ellas, con algunas notas musicales a su alrededor. Demasiado curioso.
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Esta vez no sentí pánico, si no curiosidad. Me acerqué al mural, quería ver a detalle que era lo que traían, yo saqué mi hipótesis pero a ciencia cierta no sabía que era.
Mientras más me acercaba empecé a escuchar susurros, no entendía que decían pero se hacían más fuertes y más confusos mientras me acercaba más. Detuve el paso al sentir el agua en mis pies.
Reaccioné, desperté como si me hubiese quedado hipnotizada. Voltee a todos lados, ya estaba en el final de la cueva.
¿ahora donde está la salida? ¿Tendré que salir nadando?. Seguí analizando todo mi alrededor, pero esta vez me distrajo un gran montículo de joyas que está a un lado de este tipo de lago. ¿como no la vi antes?
Collares, brazaletes, diademas, monedas...todo de oro puro. Me encantaría llevarme todo esto en una bolsa ¿por que no? De la prenda que había recogido del suelo hace un instante coloqué lo más que pude de todo.
Todo iba bien, incluso sacaba cuentas de cuánto me darían por todo lo que llevaba. Pero un artículo llamó mi atención. Estaba cubierto de sangre, me dio asco pero retiré el hecho en cuanto me di cuenta de que era.
Era un collar, pero no cualquier collar común y corriente, este es uno que le había regalado exclusivamente a Jasper. Si, se que existen miles de modelos de collares en el mundo, pero este era exclusivo. Lo había mandado a hacer ya que no encontré ninguno con las características que yo requería. La cadena es de oro puro, cada parte de la cadena contenía pequeños y exactos trozos de Peridot y Jaspe, y como dige, un corazón hecho absolutamente de peridoto.
