DESCUBRIR

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A la mañana siguiente, después de no dormir nada, traté de buscar a la sirena. En todo mi tiempo de insomnio llegué a una sola conclusión, tenía que hablar con ella y aclararle mi situación.

Estaba decidida totalmente.

Me pasé todo el rato caminando por la isla, seguía sin acordarme de su nombre así que simplemente gritaba el nombre de su especie.

Nada. Ya era suficiente tiempo como para que apareciera.

Entre mi caminata llegué a la orilla de la selva y me topé nuevamente con la playa, por algún motivo y ahora que lo pienso, en momentos donde estoy tensa llego aquí, a la playa. ¿será cosa del destino o simplemente coincidencia?

Escuchaba tranquilamente las olas, el agua correr por la arena y el sonido del aire chocando contra la vegetación que se encontraba a mis espaldas.

Pensaba en la inmensidad de aquella hermosa vista. ¿quedaría muy lejos ir a mi destino? ¿cuanto tardaría en llegar a casa?

¿cuando Jasper vendría a buscarme?

Jasper.

No quiero dudar de ella pero ¿en serio estaría en mi búsqueda?

Búsqueda.

Demasiadas palabras clave para mi.

¿como fue que lapis consiguió mi collar? Quizá a Jasper se le había caído en el mar y lapis terminó encontrándose con mi preciado regalo. ¿si?

Lapis.

Tengo demasiadas cosas que pensar de ella. Le gusto, de eso no hay duda. Pero... ¿Habrá algo que le prohíba decirme? Lo más obvio me parece a mi. Ella había dicho que no podía estar conmigo, que era algo injusto ¿por que?

Debía yo de reunir el valor para preguntarle de frente. Pero Lapis... ¿Podrá contestarme? Puedo preguntar pero nadie me asegura que ella responderá con honestidad. Ella puede hacer que yo difiera en la pregunta, me puede manipular. Puedo estar a mitad de la pregunta y ella haría que se me olvidara. Incluso podría hacer que se me olvide su respuesta. Maldición.

No es...De confianza.

Jegus! ¡¿y si todo este tiempo me a manipulado?! Ella es la que me a hecho quedarme, el encuentro de la cueva lo hizo a propósito, ella es la que me a estado sacando información sin que parezca control mental.

–¡manipuladora!–grité al aire y con mucho enfado.

–¿de quien hablas?–su voz repentinamente la escuché detrás mío.

–¡De nadie!–me retracté de inmediato.–yo, yo, yo...Eh...¿¡donde estabas?!

–por ahí, nadando. ¿Y tu.?

–yo...¡Tu! Quiero hablar seriamente contigo.–dije volteandola a ver.

–oh...Claro, por supuesto. ¿de que quieres hablar?

–de...De esto! ¿¡que pasó la otra vez?! ¿¡que haces aquí?! Y... ¿que es lo que quieres de mí?

Su sonrisa se borró por un instante.

–yo...Ammm...¿me repites la pregunta?–sonrió nerviosa.

–¿¡que es lo que quieres de mí?!–repetí enfadada. Esperen ¡eso no era!

–yo...De ti...–dijo pensativa.–tu...De mi... ¿cuales son los pronombres?

–¡Deja de jugar lazuli! ¡hablé claramente!

–de acuerdo, mamá.–rió.–¿me repites por favor?

–¡Ya lo dije dos veces!

–perdón, es que tengo memoria de pez.–sonrió burlona.

–¿¡que es lo que quieres de mi lazuli lapis?!

–quiero...De ti...De ti quiero... ¡Quiero una caja musical!–respondió infantilmente.

–¿una...Caja musical?–dije no totalmente convencida.

–¡si! De esas que se abren y suena una melodía muy hermosa. Que tienen una pequeña personita adentro y esta solo da vueltas en su lugar.

–una caja musical.–repetí de nuevo dandome un golpe con la palma de mi mano en la frente.

–si! Me encantan esas cosas. Tenía una pero...–su sonrisa se volvió a ir.– se... Perdió la que tenía.

–¿¡eso es todo?! ¿por eso me has molestado tanto? ¿¡Por una estúpida caja de música?!

–¡no es estúpida!–me contestó enfadada.

–lazuli es que...–suspiré tratando de calmarme.– tengo mejores cosas que hacer que buscar una caja musical.

–agh claro! Se me olvidaba que tus tontos inventos del futuro son mejores que yo, son más importantes.

–¡Pues la verdad si! Mis "tontos inventos" me harán ganar una fortuna y tu solo estarás ahí de estorbosa. Mis inventos serán de lo mejor y me harán famosa y millonaria. Mientras que tu...Ni siquiera me dejas hacer un reporte sobre mi descubrimiento. ¡Así sólo me estorbas!

Lapis estaba a punto de llorar, no me traía un buen presentimiento. Me pasé esta vez, si que soy estupida.

El cielo se empezó a nublar.

–¿Lapis?

–¡No me hables!

–uh...Lo...Lo siento en serio. Yo...Yo...

–¡Callate!

El oleaje empezó a subir, dios, esto es un de-ja-boo y no me gustaba como terminaba.

–Lapis, lo lamento, no era lo que quería decir.

–¿¡Por que me odias?!–sus ojos...¡sus ojos! Literalmente se cristalizaron, parecían un par de espejos.

–¡yo no te odio! Sólo...Es que...–mirarla a los ojos me hizo entrar en nervios, veía mi reflejo y me hacía sentir culpable.–Yo no quería que la conversación llegara a esto.

–¿¡no?!

–no! Yo solo quería que...Me dijeras que... Qué piensas sobre mi.

Lapis se talló los ojos y estos regresaron a la normalidad.

–¿que pienso sobre ti...Sobre que?–preguntó atenta a mi.

–Sobre...Como soy y lo que soy. ¿te agrada?

–¿de que hablas?

–Lapis...–era ahora o nunca.–yo escuché el otro día...

Fui interrumpida por un sonido a nuestras espaldas, unas hojas se empezaron a mover bruscamente.

Lapis me miró temerosa, tenía que hacer algo.

Me levanté y tomé una piedra cercana a mi.

–¿¡quien anda ahí?!

Las hojas se movieron más rápido, pero por fin salió de sorpresa...

–Hey tranquila!

Era aquel niñito de cabello rizado, Steven.

–¿¡steven?!–dije asombrada.

–¿¡peridot?! ¡estás bien!–corrió a abrazarme.–¡me alegra encontrar más gente en este lugar!

–uh...Claro.–lo aparté.–¿y las demás?

–no las e encontrado.–dijo algo triste pero cambió de actitud rápidamente.–¡Pero si tu estás bien, las demás también lo están!

–claro.

Steven se quedó pasmado por un momento, abrió sus ojos totalmente asombrado.

–¡P-perid-dot! ¿¡eso es...?!–señaló con una gran sonrisa detrás mío.

Voltee y ahí seguía lapis, igual de impactada que Steven.

–¡Peridot! ¿¡quien es ese mini humano?!–dijo con una gran sonrisa en su cara.–¿de donde salió?

Oh cielos.






Conti plz ;)

MI NAUFRAGIO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora