HECHIZADA

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-¡dame eso!-se lo traté de arrebatar.-es que...

-¿es que qué? ¿por que te interesaría tener mis cosas?-su sonrisa pícara se hizo más grande.-¿te gustan?

-no! Es que...son cosas curiosas.

-pero mi pregunta es...de tantas cosas de valor ¿por que interesarse de un cachivache?-desenvuelve la prenda y el collar cae.-es extraño.

-¡devuelvemelo!-me abalancé contra ella para retirarle el objeto.

-¡¿devolvertelo?-me evade.-es mío.

-¡no! Ese collar es mío.

-no es cierto. No dice tu nombre.

-¡¿no?! Ja! Ese collar tiene incrustaciones de peridoto. ¡adivina qué! ¡yo me llamo Peridot.!

-te llamas Peridot pero no peridoto.-intenta ponerse el collar en la cabeza.-¿como se usa?

-¡ni siquiera sabes para qué sirve! ¡damelo!

-ya se!-Trata de ponerse el collar en su aleta.-¡listo!

-no!-logro por fin taclear a lapis.-dame ese collar.

-y por que tanto interés en esta cosa?

-tiene un valor sentimental demasiado alto para mi!

-bien, bien. Te lo devuelvo pero primero...-me mira.-¿puedes quitarte de encima?

Apenas reaccioné, al momento en el que la había tacleado quedé sobre ella y la estaba agarrando de los hombros. Era algo incómodo para mí, apuesto que ella brincaría de emoción por esto.

Traté de levantarme pero en cuanto retiré las manos, ella me agarró de las muñecas y las colocó a sus costados.

-la-Lapis?-le dije nerviosa.-¿que...que estás haciendo?

-¿que serías capaz de hacer por tu baratija?

-lo que sea!

-bien. entonces...

Su mano derecha se dirigió al cuello de mi camisa y me jaló cerca de ella.

-Entonces...¿lo que sea?

Me quedé callada, estaba demasiado cerca de ella y además de que es demasiado malo para este momento que lapis no ocupe ropa en su torso.

-bueno, no totalmente lo que sea. Tengo límites.

-Señorita navegante...usted cometió el delito de hurto. ¿tiene límites?

-¡claramente! Pero no es hurto si es mío!

-¿lo quiere de regreso marinera? Tiene que hacer una pequeña promesa.

-chantaje!

-¿¡lo quieres si o no?!-dijo más enfadada.

-de acuerdo!

-bien...tu tienes que prometerme que no te irás de esta isla.

-no, prometo otra cosa menos eso.

-sería una pena que esta preciada baratija se perdiera en el mar, en lo más profundo del mar.

-No! Otra cosa, es lo único que pido.

-Entonces...¿estas dispuesta a dar tu integridad?

-¿¡que?!-intenté levantarme pero de nuevo me detuvo.-¡sueltame pez loca!

-¿quieres tu collar?

-¡pero no estoy dispuesta a dar mi integridad!

-Navegante, tiene que asumir las consecuencias de sus actos.

-pero no estoy dispuesta!-me pegó más a ella.-yo...yo, yo...

-no tengas miedo navegante.-su sonrisa pícara, como la odio.- ¿acaso estás nerviosa por usar tu integridad?

-¡quiero seguir virgen hasta mi matrimonio!-grité por puro nervios. Soy una tonta.

-¿que?-dijo confundida.-¿de que hablas?

Me quedé callada. En serio ¿de que estábamos hablando?

-¿navegante? ¿de que habla?

-de nada!-me solté de su agarre y me levanté de inmediato.- ¡nada, nada!

-¿que es eso de ser virgen?-pregunta inocente.-¿hasta...el matrimonio? ¿que es eso?

-uh... nada!-empecé a caminar más rápido.-dejame en paz!

-Do~ti~-cantó levemente.-no~ me igno~re~ nave~gante~.

Detuve el paso. ¿que?

-Do~ti~ Ven aquí.

¿que estoy haciendo? La curiosidad de un montón de cosas invadió mi mente de un momento a otro, me di media vuelta y caminé de nuevo a su dirección.

-Do~ti~-me mira seria.-no me volverás a ignorar ¿cierto mi navegante?

-de-define ignorarte.-de un momento a otro yo ya estaba sentada junto a ella.

-Do~ti~ marine~ra, dime la verda~d. ¿por que me quieres abandonar?

-yo quiero simplemente regresar a casa.

Lapis me abrazó, algo repentino para mi.

-¿sabes?-dijo ella.- yo...quiero lo mismo. Regresar a casa, pero suele ser difícil para mí, y supongo que para ti lo está siendo.

-tu no me quieres dejar ir.

-no quiero estar sola.-me apretó más el abrazo.-eres...una persona, puedo hablar contigo y...me pareces una gran persona, de confianza.

-¿gran...persona de confianza?

Lapis me soltó y desvió la mirada.

-Se ve que eres de confianza.-explicó aún con la mirada baja.- Varias personas son...malas. Y tu...creo que no.

-te estoy dejando...-dije apenada y buscando cualquier otra cosa en la arena.- ¿crees que soy de confianza?

-Más que los demás que conozco.-suspiró pesadamente.-Si.

Más que los demás que conoce.
¿¡a quienes conoce?!

Creo que las dos pensamos lo mismo. Ella me volteó a ver nerviosa y yo la miré con curiosidad.

-nos vemos luego!-dijo rápidamente para rodar hasta la orilla del mar y rápidamente se sumergió en el agua.

-lazuli!-demasiado tarde.-¡demonios! ¡por lo menos dejame un camino para ir a alguna cueva!

La tarde empezaba a ceder a la noche, el día pasó demasiado rápido para mí. Pero...a sido un día muy pesado.

Esperen...

¡mi collar! ¡Sirena tramposa! Me cambió el tema y ya no pude reclamar mi collar.

-¡tramposa!-grité por berrinche.

Me levanté de la arena y empecé a caminar dirección a la vegetación de la isla.

¿que me hizo? Todo se volvió tan rápido, todo se tornó tan... extraño.

-¿que me hizo?-me dije en voz alta.

Empezó todo por lo que sea que me haya hecho. Fue extraño la primera vez, me sentí totalmente segada, lo único que podía identificar era su voz.
La segunda vez fue peor aún, sentía que no me podía controlar, era como si mi voluntad muriera por unos minutos simplemente quedé desprotegida ante lo que sea que me hiciese.

Me había hipnotizado.













Yei :3 yo creía que esta historia no estaba teniendo éxito pero...wow! Me sorprende ver que si les a interesado. XD

MI NAUFRAGIO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora