LApiS LAzuLi

659 71 43
                                    

Pov Lapis

Inconsciente, así estaba todo a mi alrededor. Incluyendo la marinera que tanto me a robado la atención.

Estoy a la orilla del mar, después de haber rescatado a la marinera que aparentemente a perdido los sentidos por un momento.

¿Por que los humanos tienen que ser tan extraños y complicados?

Peridot sigue necia a sacar la verdad de mi pasado, pero creo que hablé de mas últimamente.

–es muy bonita.–la voz de zafiro me interrumpió sorpresivamente a lo cual di un ligero brinco.–Me parece que tienes buenos gustos.

–¿¡zafiro?!  ¿¡Que haces aquí?!

–vine a conocer a la futura cuñada.–sonrió burlona.–woops ¿hable de más?

–¡zafiro! –dije sonrojada.–no es buen momento para esas bromas.

–me parece que hice el ambiente más tenso. Quería aligerar.

–¿aligerar por que...?

–tengo... Una visión futura y...–finalmente confesó. –tuve una visión. 

–¿¡que?!  ¿¡Como?!

–Se que tienes preguntas por montón pero... Me urge decirte que alguien se aproxima.

–¿Que?

–una embarcación. Se acerca una embarcación.

–¿¡que?!  No. Se llevarán a Peridot y no puedo dejar que lo hagan.–empecé a decir las miles de razones que tendría para no dejar a Peridot.

–Lapis, recuerda. Deja ir y si regresa es que siempre fue tuyo.

–no, no puedo. Peridot... Ella y yo... No puedo. –abrace a Peridot que aún estaba inconsciente.–ella no merece estar con... Los humanos.

–pero ella tiene que estar con los suyos. Tu también tendrías que estar con los tuyos pero...

–no hace falta que me lo recuerdes Zafiro.

–¿como vas con eso?

–Peor que nunca. Peridot y yo conectamos en sueño.

–que romántico.

–¡eso es malo!

–si lo se. Debo dejar de aligerar el ambiente con bromas.

–¡zafiro!

–pero entonces... Tienen conexión de sueño. Significa que...

–ella puede saber lo que quiera de mi.  Y eso no es bueno.

–¿pero que tiene?  Si quieres que sea tu pareja debes dejar los secretos fuera. ¡Debes decirle!  Además de que recuerda que los nervios e inseguridades,  si no las dices,  cualquiera que esté a tu alrededor se puede enterar de tus más profundos sentimientos y pensamientos.

–Lo sé. Pero... ¿Que pensará de mi... Si sabe que en realidad soy...? –no me gusta pronunciar esa palabra.

–si no se lo dices lo sabrá de la peor manera.

Peridot empezó a balbusear algunas palabras,  parecía que despertaría ya.

–¿entonces le tengo que decir?

–si.–zafiro regresó al agua.

Miré a Peridot, verla me causaba... Tranquilidad y al mismo tiempo algo de ansiedad.

Me acosté a un lado de ella. Me llamaban la atención los humanos,  pero después de tanto tiempo había olvidado aquellas curiosidades. Y al estar junto a la marinera,  me regresaban esas dudas tan extrañas.

¿Por que tenían que usar ropa? ¿Como se reproducían?  ¿Como es que la raza humana vive? ¿Como era el tacto con los labios de un humano?

–¡Lapis! –nuevamente zafiro había infortunado en la situación.

Me había apartado rápidamente.

–Zafiro ¡ya te habías ido!

–se me olvido despedirme.  Pero me alegra regresar.  Ni yo había previsto lo que harías.

–no iba a hacer nada.–dije con algo de molestia.–¡Pero no es justo! 

–sabes que no debes hacerlo hasta estar bien segura.

–estaba segura.

–no quiero que vuelvan a romperte el corazón,  hermana.

–ella no lo hará.–pasé mi mano por el cabello rubio de Peridot –¡ahora ya!  ¿¡Ya te puedes ir?! Quiero un momento a solas.

–cero besos.

–si, si. Cero besos. ¡Ya vete!

–ay lapis.–Zafiro negó.–Se que lo harás aunque te ponga una barrera de cangrejos interfiriendo el camino. Solo... Piénsalo bien ¿si? 

–gracias zafiro.–sonreí levemente. –lo tengo muy en mente.

–cuídate y cuídala mucho. Hacen linda pareja.–y finalmente Zafiro se retiró.

Mi atención regresó nuevamente a la marinera, que ya empezaba a despertar.

–¿La... Lapis?–habló en cuanto abrió sus ojos.–¿Lapis?

–si, soy yo,  marinera.–le di un abrazo.–caíste inconsciente y te ayude a salir de...

–¿¡por que me abandonaste en la cueva?!–gritó enfurecida.

–por que...–suspiré, tenía que decirle ya.–tengo que hablar contigo y quería pensar exactamente como decírtelo.

–¿uh...?

–Peridot, yo...te quiero mucho. Pero se que no es mutuo. Quizá no soy alguien con quien quieras pasar tu vida,  pero soy alguien quien puedes confiar. Como una amiga y las amigas... No guardan secretos.

–te escucho.–Peridot se acomodó para sentarse.

–Peridot... Ustedes los humanos tienen razón con respecto a las sirenas.

–¿¡que?!

–Yo... Soy mala.–finalmente hablé con un resoplido.

–¿¡tu?!–Peridot sonrió incrédula.–¿mala? 

–¡si! Lo soy. Yo... Hice cosas que nunca perdonaré en el pasado.–miré al suelo y empecé a llorar. –yo...

–¿que pudo ser tan malo?

–yo... Destrui a mi ciudad.

–¿tu... Ciudad?

–era pequeña y nunca supe controlar mis poderes.

–¿¡poderes?!

–¿¡Estas sorda acaso?!–dije con algo de molestia.

–perdón.

–¿sabes? Creo que...no es buen momento para explicarte. Debes estar confundida y cansada.

–¡no! Lapis, es lo que e querido saber desde que te conocí. ¿por que tanto misterio?

–Peridot...quiero saber una cosa antes que te pueda...decírtelo.–Suspiré.– ¿cuales son tus intenciones conmigo?

–si no me dices bien...

–de lo que te e dicho hasta ahora.

–lapis...quisiera ayudarte a lo que sea que me estés ocultando.

Peridot extendió su mamo y sonrió levemente, sentía sus nervios y felicidad. Tome su mano y le devolví la sonrisa.

–vale.

–pero...necesito saber que es lo que pasa.













Actualización apestosa pero importante :3

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 11, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MI NAUFRAGIO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora