MISTERIOSA

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¿¡como lo habrá conseguido?! Me acuerdo que Jasper me había dicho que lo había perdido en uno de sus viajes.

Quizá la sirena se lo encontró y lo guardó, quizá las demás cosas también son cosas pérdidas.

En fin. Hice un pequeño envoltorio con la prenda que encontré y el collar me lo guardé en el pantalón. Ahora mi problema sería salir de ahí.

Mi insistencia era salir por dónde entré, pero sólo bastaba que diera la vuelta para que aquel aroma asqueroso llegara a mi.

De nuevo escuché esos murmullos, ahora los oía con un poco más de claridad.

"El agua, el agua." Repetían varias veces y en distintos tiempos.

-¿el agua?

Me acerqué al pozo.

"Cuidado, Cuidado " volvieron a hablar.

-a ver. ¿¡que tiene el agua?!

"Ella, ella."

-aash! ¿¡Pueden formar una oración completa?!

"No dejes que te vea"

-¿¡por que?!

"Se enojará, se enfadará"

-Pues diganme como salir de aquí.!

"el agua, ahora"

-que debo hacer?!

"vete!"

No muy convencida tomé una bocanada de aire y me sumergí en el agua.

Una corriente muy fuerte de agua me arrastró a quien sabe donde. No pude contener la respiración, el golpe de la corriente me sacó todo el aire que guardaba.

Pero increíblemente, salí de la cueva. ¿Cómo?, no supe. ¿cuando?, Ni idea.

Pero me desperté en la orilla de la playa, había dejado la problemática selva y de nuevo regresé a la playa.

Por un momento pensé que quizá la sirena me había traído de regreso, pero no había rastro alguno.

Por un momento llegué a pensar que todo fue un simple sueño, todo. Pero al buscar en mi bolsillo encontré el collar que había recuperado en la cueva, lo cual significaba que no había sido un sueño. Mal rayo.

Caminé por toda la orilla de la playa, me recordó un poco al sueño extraño de la otra vez.

A lo lejos, anclado en la arena, había un bote. Corrí rápidamente, ¡era mi salvación!

Me tropecé varias veces, pero aún así logré llegar.

–¡maldición!–exclamé  al ver el interior.

El Bote estaba totalmente despedazado de la parte de abajo. Totalmente inservible.

–Peridot! Por el océano!–escuché la voz de lapis a mis espaldas.– donde estabas?!

Di la vuelta algo asustada por su repentina aparición.

–¿¡yo donde estaba?!–le dije molesta.– ¿¡tu a donde fuiste?!

–a ningún lado. Tu te desapareciste.

–yo no fui la que empezó a nadar rápido.

–¿piensas...irte?–vio el bote.–¿sabes que no sirve?

–¿¡tu lo destrosaste?!

–no, no. Yo...lo había visto desde hace un rato.

"¿oh acaso no crees en mi?"

MI NAUFRAGIO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora