Narra Bárbara.
Estoy súper cansada, me llenaron de puros ejercicios de matemáticas y estoy estrenada, ya mi mamá me fue a buscar del colegio, o más bien, infierno y me encuentro ahora tomando un plato de la cocina y llenándolo de comida.
Me siento en la mesa y empiezo a comer tranquilamente, hasta que llega mi mamá.
Andreina:Hija, en este ejercicio te equivocaste-Me dijo con el cuaderno de matemáticas en su mano.
Bárbara: Es el último ejercicio ¿no?, ese lo hice rápido y algo desesperada, ya estaba cansada, luego hablamos de eso, primero comeré porque estoy algo agotada de tantos ejercicios-Le dije, dirigiendo mi atención de nuevo a la comida, tengo mucha hambre y me duele la cabeza.
Andreina:No, pero mira, tu error fue este-Dijo pero la interrumpí.
Bárbara: Mamá, luego lo hablamos por favor que me duele la cabeza, me siento cansada y quiero descansar-Le pedí, no me apetece ahora escuchar sobre matemáticas.
Andreina:Si pero, mira, sólo debiste poner el denominador ahí, y multiplicar allí-Hablo un rato pero no le apreste atención-Y dividir... ¿Me estás escuchando?-Me dijo mientras se levantaba de su asiento, y se dirigía al microondas.
Bárbara:No te estoy escuchando-Le dije sincera-Tu tampoco me escuchaste, te pedí que me dijeras luego porque no me siento bien como para hablar de matemáticas, y estoy comiendo-Le dije con un poco de molestia en mi voz.
Andreina:¡Niña insolente!-Gritó, y dejó a un lado lo que había sacado de el microondas.
Bárbara:¡Pero si yo no te dije nada!, solo te pedí eso, y ni me escuchaste-Dije ahora ya gritando, ella me grita, yo le grito.
Andreina:¡Claro que si niña grosera!-Me grito otra vez, y tomo del microondas el envase de vidrio que estaba adentro, ahí supe que iba a hacer.
Me puse alerta por si me lo lanza.
Bárbara: ¡No te dije nada malo!, me duele que tú me grites-Le dije ya algo calmada, con un nudo en la garganta, y las ganas de llorar presentes.
No lloraré.
Andreina:¿Ah sí?, ¿te duele? Y ahora de seguro te cortarás las venas-Lo último que dijo me dolió y me molesto aún más, ella alzó su brazo, y de repente lanzó el envase de vidrio, rápidamente me moví hacia un lado para después sentir como chica el vidrio contra la pared, rompiéndose de miles de pedazos.
Yo solo observe a lo pedazos de vidrio con asombro.
¿Ella enserio me iba a lanzar eso?, bueno, el daño que me causa emocionalmente no se compara con ese dolor que me pudo haber causado por haberme tirado el envase de vidrio.
Ella se marchó de la cocina y a mí no me quedo más que comerme mi comida con mala gana.
Al día siguiente en el curso de inglés.
Verónica: ¿En serio te hizo eso?-Dijo con la boca boquiabierta, no cualquier día te enteras que la madre de tu mejor amiga le lanzó a su hija un envase de vidrio.
¡Casi muero!.
Bah, no fue para tanto, que exagerada soy.
Asentí lentamente con la cabeza, hablo en serio.
Ángel:Sin ofender, pero pienso que tú mamá está loca-Dijo y aún sorprendido.
Bárbara: Tranquilo Ángel, yo pienso lo mismo-Dije sonriendo, aunque no me guste para nada lo que pasó, me da un poco de risa como me lanzó el envase de vidrio.
Lo sé, estoy loca, eso fue heredado de mi madre.
Profesoradelinglés:Wow, Tú mamá se pasó, pero... ¿por qué hizo eso?-Dijo con con su ceño fruncido, pues claro, no cualquier madre haría eso a su hijo sin ninguna razón.
La hice una seña con la mano para que me siguiera, y llame a Verónica para que también vaya. Al estar las tres solas, hablé.
Bárbara:Verá Profe, esto no es algo que me guste mucho decirlo y que tampoco me guste mucho ocultarlo, sé que usted me puede comprender, y que guardará mi secreto porque yo le estoy teniendo confianza, y no creo que tú seas chismosa, de verdad lo dudo mucho-hice una pausa-Desde hace ya un año que me gusta una chica, ya no tanto como antes, pero igual siento algo por ella, y estoy viendo que tengo una atracción por las mujeres también, además de los hombres, le dije a mi mamá que me gustaba una chica, y se volvió loca, lo negó todo y hasta me mando a ir a un psicólogo-Le dije rápidamente, ya pronto nos tocan las clases y el recreo se terminará, y no quiero que mis compañeros oigan esta conversación, aunque la hablemos en inglés, porque ellos no son muy buenos en el inglés, los mejores en el salón somos, Verónica, Ángel y yo.
Profesoradeinglés:No me esperaba eso, pero esta bien, yo te acepto y si necesitas ayuda, aquí estoy, y tranquila que no le diré a nadie-Dijo y en ese momento sonó la campana indicándonos que debemos ir a clase.
Riiiiiiiiiiiiiiing(Suena la campana).
Nos dirigimos a la clase en silencio, y al rato después de iniciada la clase, da la casualidad que Ángel y Verónica fueron a "Tomar agua" y salieron del salón, y ahora están tardando bastante.
¿Qué se llevarán esos dos?, de verdad que estoy sospechando algo entre ellos dos.
Pareciera que los he invocado porque a los 5 minutos de haber pensado eso, llegaron, vi a una Verónica bastante incómoda y a un Ángel sonriente.
Verónica me mira a los ojos y me dice moviendo los labios nada más, sin hablar un "Tenemos que hablar".
Me pasé con intriga toda la clase hasta que por fin llego el recreo, pero cuando fui a buscar a Verónica para hablar, no estaba, y noto que Ángel tampoco está.
Okay... Ya esto es un poco, o más bien Bastante sospechoso.
De repente veo a Verónica entrar al salón con una cara que no puedo descifrar, y lo que dirá después tampoco me lo esperaba, pensé otras cosas pero no eso.
Algo muy inesperado.
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Después de la oscuridad, amanece
Novela JuvenilBárbara no esperaba que esto pasara. Bárbara no estaba preparada. Bárbara no podía ser aceptada. Bárbara no era libre. La madre de Bárbara le puso ese nombre porque sabía que se convertiría en una mujer valiente; pero sin embargo Bárbara no lo creí...