Capítulo20

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Narrador Omnisciente.

Hoy es un día como otros, otro día en donde Bárbara suele tener clases de inglés, y otro día en donde suele ser golpeada.

Ella se encontraba en ese usual momento en donde empiezan los golpes de parte de principalmente Luis.

Luis y Andrés no estaban enterados de que la clase pasada, los habían grabado golpeando a Bárbara.

Lo malo, es que esa evidencia del vídeo no serviría, y muchos se preguntarían ¿Por qué no solo corta el video haciendo que no se vea la parte en donde Laura defiende a Bárbara?.

La respuesta a esa pregunta es la gente chismosa, si la maestra Elena le decía a su jefa todo lo que pasaba, La jefa no le creería y le preguntaría a sus hijos quienes son estos chicos, Luis Y Andrés dirían, la amiga de Bárbara y ella nos golpeó, esto haciendo que el empleo de Elena como maestra, se viera afectado.

Ellos no son los únicos chismosos en este caso, muchos niños vieron todo lo que pasaba, algunos se reían de lo que pasaba al frente de sus narices, otros se sentían impotentes porque no podían hacer nada, algunos miraban con Pena y lástima a aquella chica que era maltratada aquel día y otros solo eran expectantes en silencio de lo que sucedía.

Tantas personas, y nadie hacía nada, la única persona en tanto tiempo que se dignó a hacer algo, es la amiga de aquella chica maltratada, La amiga de Bárbara, esa amiga tan nombrada, se llama Laura.

Bárbara soñaba con que existiera más personas leales como Su amiga Laura.

Esta chica además de ese sueño, que hoy en día es tan difícil de suceder, también sueña que la sociedad no sea tan tonta como esos niños que solo eran expectantes de lo que pasaba y no sé dignaron si quiera a llamar a un profesor.

Dos sueños tan complicados de cumplir hoy en día.

Volviendo a la realidad, Bárbara está a un segundo para recibir otro golpe, que la dañaba físicamente como también emocionalmente.

Van dos golpes y nadie se dignaba a hacer algo, como siempre.

En esos instantes Laura y su tía Elena, también conocida como la maestra de Bárbara, se encontraban llamando a la jefa de la maestra para que viera a sus hijos haciendo lo que a ella nunca se le pasó por la mente.

Sus hijos hacen bullying, golpean e insultan a una chica emocionalmente destruida, esa destrucción, gran parte provocada por ellos.

Elena: Jefa, tiene que ver esto, es urgente-Dice angustiada porque sabe que Bárbara otra ve está siendo agredida.

Jefa:Más vale que valga la pena-Dice con un tono gruñón y con su ceño fruncido.

Elena:Se trata de sus hijos-Dice jalando a su jefa, quien su rostro se ha convertido en una de preocupación pura, hacía en donde se encuentran los hijos de su jefa y la amiga de Laura.

La jefa de Elena la sigue junto a Laura, sin decir ni una palabra, en su mente la invadían preguntas como:

¿Están bien?
¿Les hicieron daño?
¿Los golpearon?

Lo que no sabía esa jefa, también madre de esos muchachos, era que sus hijos están más que bien, pero ellos no reciben el daño ni son golpeados, ellos son los que hacen daño y golpean.

Al llegar a ese callejón en donde ningún maestro ni la misma jefa vigila, se encuentra lo que menos esperaba la jefa de Elena.

Esta jefa puso sus ojos en blanco y respiro hondo, con su corazón a mil por minuto, ella sorprendida y decepcionada por el comportamiento de sus hijos, se dirige a los dos, quienes no parecen darse cuenta de la presencia de su madre.

La jefa de Elena, o también conocida como Madre de Luis y Andrés, jala de las orejas a sus hijos, y estos últimos chillan como niñas, al mismo tiempo en donde sueltan a Bárbara.

Jefa:Irán a la escuela militar, o al menos tú Andrés, Luis, luego me encargaré de ti-Hizo una pausa respirando audiblemente- Me decepcionaron, no espere esto tan feo y malo de mis hijos; estarán sin celular ni tecnología hasta que yo me digne en devolvérselos, ¿Dónde están mis hijos consentidos que tanto amo? Que yo sepa estos niños mal tratadores y insultadores no son mis hijos. Tendrán más castigo, pero creo que ya han pasado suficiente vergüenza-Dice con un tono claramente molesto y decepcionado.

Para terminar, la jefa los jala más fuerte de las orejas y los lleva a la dirección, para que se queden ahí mientras que ella va a hablar con la chica que ha sido maltratada por sus hijos.

Al ya encontrarse la jefa con Bárbara, la jefa decide disculparse.

Jefa:Lo siento mucho, mis hijos se comportaron como unos idiotas, nunca espere algo así de ellos, no te mereciste que ellos te hagan eso, ellos recibirán un castigo más grande de el que dije aya afuera, si pudiera hacer algo por ti, pídemelo, ¿hay algo que pueda hacer yo por ti?-Dice con un tono triste y esperanzado, esperando una respuesta de parte de Bárbara.

Bárbara:No hay nada, usted no tuvo la culpa, fueron ellos, no usted, tranquila, ya pasara, ya me acostumbre-Dice intentando sonreír, pero lo que gano fue una mueca, Bárbara ahora raramente sonríe, todas sus sonrisas ahora son falsas.

La jefa le toma de la mejilla y la acaricia suavemente.

Jefa:Ojalá mis hijos se comportarán como tú, eres muy especial, del buen sentido, anda, vamos a la enfermería, tengo que curarte esas heridas mientras que me cuentas que más te han hecho mis hijos, o de cualquier cosa que quieras hablar-Dice con un tono de voz apenado, mientras que la toma de la mano para dirigirla a la enfermería.

Ya en la enfermería, la jefa monta a Bárbara en una camilla, para que se siente, y busca agua oxigenada y otras cosas para las heridas de la niña.

Bárbara al sentir el ligero contacto de el algodón con agua oxigenada, en una de sus heridas, soltó un pequeño chillido, pues no se lo esperaba porque estaba pensando y viendo en la nada y porque arde un poco.

Jefa:Si hablas te dolerá menos, dime, ¿desde cuándo mis hijos te han hecho esto?-Pregunta curiosamente esperando una respuesta de Bárbara.

Bárbara:Desde que tengo nueve años, ya tengo once años-Dice respondiendo una de las preguntas de la jefa.

La jefa la miro con horror, aún con más decepción por lo que han hecho sus hijos.

Jefa: ¡Eso es mucho tiempo!, ¿Por qué nunca me dijiste?-Preguntó enfurecida por lo que han hecho sus hijos.

Bárbara: Tenía miedo-Respondió, y la jefa de Elena quería preguntarle más, pero por la mirada que le dirigía Bárbara, supo que ella no quería hablar más de eso.

A veces el miedo hace mal a las personas.

Las preguntas de muchos son Y si Bárbara le contaba lo que pasaba a la jefa, ¿esta pesadilla de tantas que posee Bárbara, se hubiese acabado?
¿La jefa le hubiese creído a Bárbara?

Lo triste es que algunas personas necesitan ver para creer.

Después de la oscuridad, amanece Donde viven las historias. Descúbrelo ahora