Capitulo 2

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Ya en la biblioteca mi cabeza daba vueltas. Mi mente no podía recordar con claridad lo que acababa de pasar. Todo estaba en imágenes y fragmentos.  

"Mi cuaderno"

Saqué lo que quedaba de él y lo puse sobre la mesa. 

"Tanto esfuerzo para nada".

Esa per... chica ya me había hecho cosas. Pero por muchas cosas que me hiciera siempre dolía. Sin darme cuenta las lágrimas aparecieron en mis ojos. Uno pensaría que cuando te hacen estas cosas a menudo de alguna forma te acostumbras a esto y ya no te afecta, pero no, no funciona así. 

Gracias a Dios podía llorar tranquila sin que nadie me viera, ya que estaba en un rincón, que nadie sabe de su existencia, solo yo. Este es mi lugar libre de todo lo demás... de los demás. 

Me sequé las lagrimas y me dije:

"Tienes que ser fuerte".

Sin embargo, esta vez, algo no cuadraba. 

"¿Qué será? ¿Qué será?"

Algo era diferente. De repente apareció en mi mente.

"Él me ayudó".

Estaba confundida. ¿Por qué el chico nuevo me ayudaría?

"No te preocupes, seguramente después te pedirá que le devuelvas el favor o algo parecido".

Sin embargo, a pesar de que pensara esto, la curiosidad no abandonaba mi cabeza. 

***

La campana para volver a clases había sonado hacia tiempo, pero yo ya me encontraba en el salón, que seguía vació. Seguramente Rita no tardaba en llegar, normalmente eramos las primeras en volver.

Yo tenía la cabeza entre mis brazos cruzados apoyados en la mesa. Pasaron unos minutos, cuando empecé a oír varios pasos entrar al salón. Eran los caballeros. Charlaban acerca de la fiesta que había mencionado Taylor antes. No me interesaba para nada, así que continué con la cabeza entre mis brazos. 

Al poco rato sentí que alguien se sentaba junto a mí. 

-Rita, lárgate. No estoy de humor.

-Pues que mal, porque seré tu vecino- dijo alguien que definitivamente no era Rita.  

Me incorporé bruscamente. Nicolas estaba sentado en el puesto que siempre había estado vació toda la vida. 

"¡¡¡???!!!¿¿¿¿"

-Eh... esto... Disculpa, pero esta ocupado. 

-¿De verdad? En la mañana estaba vacío.

-Emmm... emmmm. 

-¿No quieres que me siente aquí?

-No es es-

-Bien, entonces esta decidido- me interrumpió. 

Yo me le quedé mirando. Él solo me sonrió y empezó a acomodar sus cosas para la clase de álgebra. Los demás también se habían dado cuenta, y nos dirigían miradas extrañas.  

"Se sentó con la rara"
"¿Por qué le esta hablando?"

Estos y muchos comentarios más empezaron a surgir.
Esto solo hizo más incómoda la situación.

***

Durante toda la clase no cruzamos palabra alguna. Además estaba demasiado ocupada tratando de entender todas esas letras y números. Yo soy buena con las letras, pero si hablábamos de matemáticas o álgebra era un asco. Quería sacar buenas calificaciones si quería elegir una universidad decente.

El resto del día pasó muuuuuuy lentamente. 

De vez en cuando Nicolas me preguntaba en qué ejercicio íbamos, o la página. Yo solo le contestaba y seguía con lo mío. 

***

En el autobús Rita me bombardeó con miles de preguntas. 

-¿Son amigos? ¿Pasó algo entre ustedes? ¿Quería algo de tí?

-Nada de eso. No sé lo que quiere, solo se sentó de la nada junto a mi. Ah, y me defendió cuando Taylor destruyó mi cuaderno.  

-¿Esa maldita te volvió a hacer algo?

Asentí con la cabeza. 

-Bueno, pero él te defendió. Lo que significa que no es tan sospechoso ¿no es así?

-No lo se Rita... Es difícil confiar en alguien cuando no lo conoces. Tú y yo sabemos eso. 

En ese momento el autobús paró en frente de una casa grande y moderna. 

Nicolas bajó del autobús.  

-Bueno, tiene una bonita casa. 

-Como si eso dijera algo importante- dije mirando hacia la ventana. 

***

-¿Cómo te fue en el primer día?- me preguntó mamá cuando entré a la casa. 

-Bien. Estoy algo cansada ¿Y papá?

-Tiene turno querida.

-¿Otra vez? Ayer también tenía. 

-Lo se, lo se. Ya sabes que los cardiologos pasan ocupados. 

-Si... así es. 

-Te llamaré cuando la comida esté lista. 

Subí las escaleras y arrojé mi a mochila a un rincón. Me  rocosté en mi cama y cerré los ojos. Volví a recordar lo sucedido con Nicolas y con Taylor. 

Entonces una idea surgió en los más profundo de mi mente.

"Le preguntaré por qué me ayudó"

Amor entre Libros (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora