Amor entre Libros (Editando)

Capítulo 9

Pum, pum, pum.

Mi corazón latía. 

"Nicolas"

El pecho me dolía al correr, cada respiro que daba era una pequeña agonía. 

-¿Cómo que está en problemas por mí?

-Mira rara, lo único que escuché fue que estaban hablando de tí. 

-¡¿Quienes?!

Estaba desesperada. Martin no podía decir las cosas de una maldita vez. 

-¡¿QUIENES?!- volví a gritar. 

-En la cancha... Zack y Nicolas estan...

No dejé terminar al chico, no necesitaba más información. Salí corriendo. 

Me estaba acercando, y a lo lejos vi a un grupo de gente rodeando algo. Ya mas de cerca vi que eran espectadores de una pelea. Nicolas y Zack se estaban dando golpes a diestra y siniestra. Nicolas estaba sentado sobre Zack, dándole puñetazos en la cara. Zack agarró un puño de Nicolas, logrando bloquear el golpe. Este logró quitarse de encima de Nicolas, ahora él le daba puñetazos. 

Empujé a la gente para abrirme paso. No iba a permitir que esto continuara. Estaba a punto de interferir, cuando unas garras me jalaron del pelo y me lanzaron al suelo. 

-Taylor ¿QUIERES MOVER TU TRASERO Y DEJARME PASAR?

-La verdad es que... no- empezó a reír. 

Estaba a punto de explotar. No aguanté más y me arrojé sobre ella. 

-Pero que rayos estas... ¡Ay!- dijo mientras le jalaba su pelo rubio (quien sabe cuantos químicos debía de tener).

-Has hecho de mi vida un asco, y cuando consigo un nuevo amigo, vienes con tus amenazas encantadoras y vuelves a arruinarlo todo- le gritaba mientras le arrancaba mechones de pelo. Ella trataba de huir desesperada, pero yo tenía mas fuerza- Y lo peor, es que que cumplo tus condiciones para que nadie salga herido ¡y me encuentro con esto!

Dábamos vueltas sobre el piso, tirando patadas y arañazos. Nos incorporamos y ella me dio un puñetazo en la cara. Dolió, pero la verdad es que no tenía mucha fuerza. 

-¡¿Pero qué esta pasando aquí?!- dijo la voz del director.

Taylor y yo paramos de dar vueltas por el suelo y nos separamos. 

Volteé a ver para ver la reacción de lo Nicolas y Zack, pero los dos se hallaban inconscientes en el piso. Abrí los ojos como platos, esto no iba a traer nada bueno.

-Las quiero en mi oficina ¡Ahora!- dijo mirándonos a Taylor y a mí- Y que alguien lleve a esos dos a la enfermería. 

*** 

-¿Se puede saber por qué estaban peleando todos como salvajes?- Nos preguntó el señor Hann. 

Él estaba parado, detrás de la mesa del escritorio de su oficina. Me sentía pequeña en la silla frente a él. Nunca me había imaginado que estaría en esta situación. Jamás había peleado como lo había hecho hoy, lo único que sabía sobre peleas era por lo que había leído en libros. 

-Ellos se lo buscaron- dijo Taylor, que estaba al lado mío. 

El director clavó su mirada en mí con una ceja arqueada.

"¿Qué tienes que decir en tu defensa?" decían sus ojos. 

Le conté todo. Sobre la carta y la amenaza en ella. Hubo mucho bla bla bla, sermoneo y cosas como el respeto mutuo. Después de un millón de años nos dijo que recibiríamos un castigo, pero primero habría una junta de profesores para hablar de la situación.