Capítulo 7

170 20 17
                                    

Aunque lo busco,

no lo encuentro. 

Lo quiero,

pero no lo tengo.

Esa cosa llamada "amor",

que tanto busca mi corazón.

Mi alma no siente el vacío,

púes aun no ha conocido,

al chico que le dé cariño.

-¿No te parece que es muy... no lo se. Me gusta, pero...¿en realidad te sientes así?- me dijo Rita, que estaba sujetando el poema que le acababa de entregar. Me estaba mirando algo preocupada.

-Solo por el hecho de que lo haya escrito yo,  no significa que escriba sobre mí. 

Estaba mintiendo. 

-Bueno... pero si te llegases a sentir así, no te preocupes. Ya llegará tu momento. 

Estaba harta de que me dijeran eso. ¿Cuánto tendría que esperar para que me pasara algo bueno?

-Ya déjalo. Sólo es otro poema más en mi libreta. 

-¿Qué te pasa, Erin? ¿Estas enojada conmigo?

-No Rita, contigo nunca me enojaría, es sólo que estoy algo cansada. 

-Tranquila, para eso hay remedio. Ven, salgamos. Te invito a un postre. 

Rita era la mejor. Siempre me entendía y me hacía sentir bien cada vez que lo necesitase. 

Habían pasado dos semanas desde que tuve la platica con Nicolas. Después de eso todo volvió a la normalidad. Aun no termina el castigo de Taylor, Annie y Zack, así que eso hace que la escuela sea mil veces mejor. 

La semana fue muy dura. Se acercaba la feria de ciencias y todos estaban preparando sus trabajos. Mi proyecto era un hábitat para ranas. No era difícil, no es que quisiese el primer lugar ni nada parecido. Pensaba que hacer un hábitat sería sencillo, pero no. Resultó más complicado y por eso al final terminé agotada. 

-¿A dónde quisieras ir?

-No lo sé- le dije a Rita mientras nos subíamos al autobús- A donde tu quieras. 

Al final decidimos ir al supermercado a comprar un tarro de nutella para cada una y una bolsa de pan. 

Ya lo habíamos hecho antes, nos encantaba. 

Fuimos a comernos nuestro "postre" a un parque que había cerca de mi casa. Nos sentamos en unos columpios bajo la sombra de un árbol y empezamos a observar a unos niños jugar a las escondidas. 

Por un momento, me volteé para ver a mi amiga engullirse el pan con nutella. Era muy gracioso verla cuando no lo notaba. Pero aun no había empezado a comer, estaba hipnotizada viendo a aquellos niños. 

Rita era muy hermosa. Su pelo largo y negro se movía con el viento y su tez blanca salpicada de pecas reflejaba el sol. 

"No se por qué aun no tiene novio". 

A ella la molestaban mucho menos que a mí. Le dicen "noña" pero la verdad es que sus notas estaban iguales que las mías... normales. Supongo que no se les ocurre otro apodo desagradable para ella. 

Amor entre Libros (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora