*NICOLAS*Me quedé ahí, parado, como un completo idiota.
"Corre, ve tras ella", me decía la voz en mi cabeza, la misma que me dijo la noche anterior: "No vayas a esa fiesta".
Estaba totalmente arrepentido de no haberla escuchado. Ahora era demasiado tarde. Erin se me había confesado, pero no de la manera que había esperado.
Esa chica me gustaba desde que la vi en la biblioteca, cada tres días con un libro diferente. Ni siquiera había entrado a su escuela. ¡Me gustaba desde mucho antes!
"Pero ese es nuestro secreto".
Otra vez la voz. Tenía razón en muchas cosas, pero a veces me daban ganas de abrirme la cabeza, con tal de sacarla y tirarla lejos.
Volví a nuestra clase por mis cosas. Me largaba. No iba a soportar estar junto a Erin todo el día después de lo sucedido.
Al entrar, la clase no estaba vacía como de costumbre. Taylor, Zack y Annie estaban sentados sobre las mesas, charlando.
Cuando abrí la puerta pararon su parloteo y me voltearon a ver.
-¡Nicky!- grito Taylor mientras se me acercaba. Tomó uno de mis brazos entre sus manos huesudas- Pensé que no irías a la fiesta. Fue muy divertido, especialmente cuando Tony arrojó a la rara a la piscina.
-Espera- dije zafándome de Taylor- ¿Qué le hicieron?
-¿En serio? ¿No te enteraste?
Miré a Zack, que bajó de la mesa de un salto.
Negué con la cabeza.
-Ahora Erin es viral en internet, bueno, por lo menos entre los usuarios de la escuela- Annie sacó su teléfono. En la pantalla había varias imágenes de Erin empapada.
Aparté la mirada.
-Lo peor fue, que su mejor amiga estaba allí y no movió ni un dedo.
"¿Rita no la defendió?"
Estaba muy sorprendido. Me aparté del trío de víboras, tomé mis cosas, e ignoré lo que me decían.
"¿Por qué Erin iría a la fiesta?"
Caminaba rápido. No, trotaba. Quería salir de la escuela lo mas rápido posible.
De repente, me paré en seco.
"El regalo"
Mi padre me dijo que dijo que Erin había llamado. No le había prestado mucha atención, ya que mi "madre" estaba en la mitad de la habitación.
"-Hijo- me llamó mi padre cuando regresé de la fiesta- Erin llamó, preguntaba por ti. Pensé que ibas a darle el regalo.
-Si, papá... cuando iba de camino encontré a... Jane. Me empezó a bombardear diciéndome algo sobre un juicio.
-Sobre eso...
Dejó la frase a medias. Jane salió de la puerta de la cocina.
-Tú...¿Qué haces aquí?- le pregunté retrocediendo.
-Le estaba contando a Steve lo que intentaba decirte hace unas horas.
Tragué saliva, no quería escuchar lo que estaba a punto de decir
-Quiero tu custodia.
Aparté esos recuerdos de mi cabeza. Tenía la piel de gallina. Avanzaba a paso rápido por las calles. No quería estar ni en la escuela, ni en mi casa.
De algún modo terminé en la biblioteca de la ciudad, en donde vi a Erin por primera vez.
Me senté en el lugar donde ella se sentaba aquel día. Lo recordaba como si fuese ayer.
Fui a la biblioteca en busca de un comic. Estaba aburrido y demasiado cansado para leer otra cosa.
Fue entonces cuando la vi. Sentada en una esquina, con un grueso libro en frente de ella. Había soltado una pequeña carcajada mientras leía. Su pelo rizado y dorado tapaba una parte de su rostro, pero se alcanzaban a vislumbrar sus ojos verde oscuro.
Fue ahí, cuando todo comenzó.
Nunca hubiera pensado que las cosas irían tan lejos... para terminar como estaban."¿Por qué fuiste a esa fiesta, Nicolas? ¿Por qué te dejaste llevar por el miedo a tu madre? ¿Por qué tuviste que encontrar a tu ex novia en esa fiesta? ¿Por qué la besaste?"
-¡Ya basta!
Todos a mi alrededor me voltearon a ver. Yo me hundí en mi silla.
Había sido un gran idiota. Nada me estaba saliendo bien. Jane quería mi custodia, Erin me había visto besándome con Natalie.
Me sentía cansado, sin ganas de hacer nada. Sin embargo, tomé papel y lápiz. Y empecé a escribir.
"Querida Erin..."
No, así no. Borré y volví a empezar.
"Erin, lamento que me hallas visto con esa chica. La suerte no está de mi lado estos días. Jane... ella, quiere mi custodia. Eso significa que si la obtiene, me llevará lejos, con ella. Fui a la fiesta pensando que así me olvidaría de ella. Fui tonto al pensar que eso funcionaría. Iba de camino a entregarte tu regalo, bueno... mejor dicho a invitarte a salir. En la cita pensaba dártelo.
Cuando me dijiste que yo te gustaba, quería gritarte que tú a mi también. Lástima que me callaste.
Lo que tú no sabes es que me gustabas antes de conocernos...
Espero que me perdones.Nicolas S. Johnson
Doblé la carta y la metí en mi bolsillo.
***
Al llegar a casa, me encerré en el sótano, él cual era mi pequeño estudio de arte.
Estaba sentado, apoyado contra la pared. Sentí que unos ojos me observaban. Levanté la mirada y vi el regalo de Erin. Su retrato estaba en el centro del cuarto, sobre un trípode.
De repente, el que pensaba que era el mejor de mis cuadros hasta el momento, me pareció horrible.
Tomé una brocha con pintura negra y taché esos ojos verdes. Minutos después el cuadro ya no tenía forma.
Lloraba, lloraba por lo que me estaba pasando.
Me acurruqué y le susurré al vacío:
-A mí también me gustaba nuestro amor entre libros.
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Tan tan TAN
¿Qué les pareció la perspectiva de Nicolas?
Yo sé que les encantó ;)
¿Lo siguen odiando?
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Amor entre Libros (Editando)
Teen Fiction-¿Por qué me hablas? Se supone que soy invisible. -Pues yo te veo perfectamente. ------------------------------ Esta historia está siendo editada, perdón si encuentran algún error chiquitín por ahí :)