Epilogo

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Epilogo

La reina oscura una vez estado fuera de la celda y tomado el control de la corte de nuevo

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La reina oscura una vez estado fuera de la celda y tomado el control de la corte de nuevo. Manifestó una orden inmediata. Encerrar a Yira en las mazmorras del castillo, por traición y responsabilidad directa con los elfos oscuros sacrificados en la frontera de las tinieblas. Nada de lo que dije la hizo replantear la posición de Yira. Mi testimonio de que ella fue utilizada por la hermandad fue declinado. Es culpable, y haya así hubo cambiado de bando al final, su culpabilidad sigue siendo la misma, y por ende será castigada.

Zulay me ofreció una celda al lado de la Yira, por si quería hacerle compañía. Además, he sido democráticamente como la responsable de todo el desastre causado en la corte oscura y no menos importante, por permitir que su hijo, el príncipe oscuro haya sido expulsado de Encantus hacía el denigrante mundo de humanos. Según ella debí haber ido en su lugar. Ah, como si hubiera sido muy sencillo que Eulis tomara el lugar de Yira, eso ella no lo sabe por supuesto. Es un conocimiento que me perjudica directamente. El punto es, que de esa manera sus problemas se acabarían, la hermandad se ha ido y Gerald podría cumplir con el compromiso que ella arregló con Romina.

Tuve que morder mi lengua y tragarme todas las réplicas que se me ocurrieron en el momento. También, porque mi amigo Shema sigue como una garrapata, pegado a Susej. Zulay no ha tomado ninguna decisión sobre su hija todavía.

No quedo nadie de la hermandad, a excepción de Yira. Hasta los olvidados desaparecieron. La marca en el suelo se ha desvanecido con la fulminante aparición del amanecer, el cielo sangra en un tono rojizo y gotas calientes y de brillante luz inundan el suelo de la corte oscura. Las hadas y elfos oscuros se han juntado en el patio del castillo, para ver a su reina y conocer los últimos designios.

—Mi padre vino a buscarme —la voz de Suri me hace retroceder del acantilado.

Ganamos un segundo round contra la hermandad. Su trenza rubia se desliza por su hombro hasta el abdomen. Vestida con ropa prestada de la corte oscura, pantalón negro y una blusa de manga larga con un trenzado en v en el pecho. Una mirada dura, de una luchadora.

—¿Crees que te encierren en tu habitación porque Dar se ha ido? —pregunto.

Su hermano es el príncipe de la corte de primavera, en algún momento tendrá que ocupar el lugar de su padre y no sabemos cuándo podemos traerlo de vuelta.

—Es posible. No será por mucho tiempo.

—Bien. Cuando las aguas se calmen. Hay que buscar a Idris hasta debajo de las piedras.

—Sí. ¿Qué pasara con Yira?

—Ya te podrás imaginar. Zulay hará un juicio, dará una sentencia. No me sorprendería que decidiera tirarla por el acandilado y ver como su cuerpo se vuelve papilla contra las rocas.

Suri, suelta la risa.

—No podemos permitirlo. Yira es nuestra mejor arma contra la hermandad. Estuvo con ellos, y unida a Maritza mucho tiempo. Ella debe conocer alguna debilidad, quizás la ubicación del corazón de la bruja. La hermandad seguirá haciendo daño. Tuvieron sus bajas, pero eso no los detendrá.

Encantus. Alas de fuego (libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora