¿Obsesión? Nah, es amor | Finalizado [✔]

Capítulo 3 - ¡No, no, no, no esta bien!

-Bien... ahora, ¿Que ves en esta mancha de pintura?

-A MC... ¡Auch! ¡Deja de golpearme con el periódico!

-¡No hasta que dejes hablar de ella! ¡¿Como puedes ver a MC en una mancha en forma de pato?!

-Así es el amor... ¡Auch!

Yoosung suspiro. Había hecho de todo, pero Seven continuaba pensando en ti. Era preocupante. Él lo sabia, ya que sintió lo mismo por Rika... sabía que estoy podía llegar a ser muy malo si no se controlaba de raíz. 

-Bueno.... creo que ya estas listo para comenzar la charla. -Susurro con los labios temblorosos. El pelirrojo levantó una ceja. Jugueteó con sus dedos unos segundos y acomodo varias veces las piernas en los muebles de la sala.

-Mira... cuando mamá y papá se quieren mucho...

-¡O-oye! -Ambos estaban sonrojados. -¡¿Eso que tiene que ver conmigo?! 

-¡Deciden ir al segundo paso tras el matrimonio!

-¡Ah, no te escucho! -Tapo sus oídos con sus dedos. - ¡Lalalala!

-¿Qué están haciendo...? -Ambos ladearon la cabeza justo donde estaba  la puerta, reparando en que Yoosung había olvidado cerrarla gracias a todo el ajetreo.

-¡Zen! -El pelirrojo se abalanzó sobre él, quien estaba ahí con el propósito de reunirse con Seven. Un acosador lo había estado acechando desde fuera de su casa los últimos días, por lo que se quedaría de manera temporal con él hasta que la policía hiciera algo al respecto. Verlos ahí, haciendo el ridículo -casi como siempre cuando estos dos se juntaban- lo hizo pensar que quizás había olvidado que vendría. Él de ojos dorados lo miro suplicante sin liberar su torso. -¡Ayúdame por favor, Yoosung esta perdiendo la cabeza!

-¡Eso no es cierto! -Chilló saltando sobre los dos. -¡Seven estuvo a punto de ver a MC en ropa interior!

El rubio supo enseguida que había sido mala idea revelar eso y... peor a alguien como Zen. La sonrisa confundida se congelo en su rostro de manera instantánea, su mirada se ensombreció y el aura a su alrededor comenzó a cambiar. Ambos dieron un salto lejos de él, con los ojos bien abiertos mientras temblaban de miedo por el repentino cambio en las angelicales facciones del albino.

-¡E-espera, Yoosung tambien fue complice! -Aseguro con pánico sin negar la acusación. Esa fue la gota que colmo el vaso. Ambos chicos retrocedieron hasta chocar con la pared. Zen señalo los muebles con un gesto rígido sin decir nada, sus mirada era tan filosa y autoritaria hasta al punto de hacer que las palabras sobraran. ¿Era este el don de ser un actor profesional? Sin atreverse a desobedecer, gatearon con la cabeza gacha sin protestar. Parecían un par de perro que acababan de ser regañados.

-¡¿Cómo es que ni siquiera me dejas ver el rostro de MC y tú ya la vez en ropa interior?! -Manifestó, como si se sintiera profundamente traicionado. Por su tono era fácil predecir que estaba a punto de soltar un muy largo sermón. Seven murmuró:

-Bueno... básicamente sólo se veía su sostén...

-¡No quiero entrar en detalles! ¡Y tú! -Señalo con dedo acusador a Yoosung, con el rostro enrojecido por la ira. El rubio entro en pánico. -Esperaba más de ti pequeña sabandija... Esperen... -Inhalo él. -Debo recuperar la compostura...

-¡Escúchame Zen! -Grito Yoosung con voz chillona, poniéndose de pie de manera imprevista, causando un respingo en Luciel. -¡Seven esta sufriendo el síndrome de la obsesión! ¡Debemos hacer algo o terminara por ir al departamento de Rika y secuestrar a MC!

-Eso suena más como algo que tú harías. -Reprochó este indignado.

-¿Es eso cierto? -Interrogo Zen, tomando asiento en el sillón adyacente al de los dos con una mueca seria, haciendo titubear al acusado.

-Bueno... admito que me gusta, y que observarla es muy relajante... -Confeso rascando su nuca, evitando mirar a todo costa la mirada atenta y sorprendida que Yoosung y Zen le arrojaban. Decir eso lo había avergonzado más de lo que esperaba. - pero no creo que sea algo más grave que eso.

-Seven.

-¿S-si?

-Si en verdad vas al apartamento de MC, asegúrate de enviarme foto.

-Por supuesto que no estúpido narcisista. -La respuesta fue inmediata. Esta vez fue Zen quien se levanto del sillón de forma brusca, levantando los brazos con disgusto.

-¡Lo dice el pervertido!

-¡Bien ya es suficiente! -Yoosung golpeo a ambos. -Necesitamos a alguien que ponga el orden, una persona seria e imparcial... ¡Y ya se quien puede ser!

Yoosung había comenzado reír de una forma macabra mientras se masajeaba los palmas, poniendo aun más tensión sobre los dos muchachos restantes.