Capítulo 12 - Tan sólo dime si

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Llevabas caminando demasiado, tanto que hasta ya habías perdido la cuenta. Un paso atrás del extraño chico de cabello blanco con ligeros tono rosa salpicando en las puntas y extraño cubre bocas negro. Había abierto la puerta del departamento con mucha facilidad, dejando en evidencia que definitivamente se trataba de la misma persona que te permitió ingresar a el la primera vez. Salir de un momento a otro cuando habías estado más de una semana ahí encerrada... te resultaba bastante raro. 

Era sospechoso... millones de preguntas y especulaciones se formaban en tu mente conforme tus pies avanzaban uno tras otro. Y el oscuro callejón por el que iban, no ayudaban en que tus sospechas decrecieran. Pero no te importaba, eran mucho más fuertes tus tercos deseos de salvar a Seven por mucho que corrieras peligro en el intento. Después de todo, a lo largo de tu estadía ahí... él se había asegurado de mantenerte lo más cómoda y a salvo posible.

Suspiraste volviendo al presente, abrazando tu cuerpo para poder contrarrestar el frío de la madrugada. Además de la intensa caminata y el incomodo silencio que arrastraban, algo más comenzaba a molestarte. El muchacho te observaba de reojo. No parecía importarle el hecho que lo supieras, al contrario; Notabas ligeramente una sonrisa bajo la tela que cubría parte de su cara. Sus ojos transmitían una sensación que te estremecía. 

Un escalofrío te recorrió el cuerpo entero.

-¿Qué... qué sucede? -Susurraste cuando este se detuvo.

Se giro hacia ti para mirarte por completo con sus fríos ojos. Tu pregunta se perdió en el aire.

-¿Po... por qué me miras así? -Retrocediste un paso por instinto, él se acercó dos. El pánico hizo que tu cuerpo se paralizara. Con una de sus manos, tomo con suavidad un mechón de cabello que caí por tus hombros. Te encogiste ante el contacto. Soltó una risita que te hizo temblar.

-Mi ingenua princesita... -Articulo formando un churro con sus dedos en tus cabellos. -Te ves tan tierna cuando tu mirada está llena de miedo.

-¿Q... qué? -Tus labios temblaron.

-Pero, es molesto lo interesada que estas en Luciel... -Chasqueo la lengua, luego relajo su entrecejo fruncido. -Aunque planeaba llevarte a Magenta... creo que preferiría tenerte solamente para mi.

Deslizó sus dedos por su nuca y se quitó el pañuelo. Tu cuerpo negaba tu deseo de correr al apreciar la sonrisa que llevaba en los labios.

-Ahora, vamos -Levantó con sus fríos dedos tu mentón. - llora para mi...

•••

-¡Debemos darnos prisa! -El rubio presionó con euforia el botón del elevador. Jumin, Jaehee y Zen lo siguieron.

-¡E-esperen! -Intervino el pelirrojo. -¡Antes asegúrense de desatarme!

La castaña suspiro junto a su jefe e ídolo. Habían olvidado ese pequeño detalle. Zen troto hacia él con intenciones de liberarlo.

-¡N-no puedo! -Dijo al cabo de unos segundos. -¡¿Quién hizo este nudo ciego?!

-¡Se abrió! -Anunció Yoosung, Zen lo fulmino con la mirada. Ya lo recordó.

-¡Cárgalo -Ordenó Jumin. -, no tenemos tiempo para esto!

-¡Entonces ven y ayúdame! -Gruño el albino al intentar levantarlo. Jumin bufo, no quedaba de otra. Esta vez, muchos fueron los testigos de la muy mal interpretable escena que se daba por el pasillo. Al llegar al departamento, Jaehee tomo el cargo.

-¡Busca algo con que cortar la soga! -Ordenó al menor de todos, este asintió. Se dirigió a Seven. -¿Y bien?

-Zen, necesito que ingreses el codio que te diré a la computadora. -Zen asintió llevando sus dedos al teclado luego de conectar y encender las pantallas otra vez. -EllyEllylagatitamáshermosadeluniverso. ¿Entendido?

Si no fuera porque era una situación crítica, Jumin lo habría golpeado.

-Ahora ve al equipo -Continuó ordenando. -, necesito que busques el archivo número 707 y hagas doble click en el programa "Virus (sólo para uso de emergencia o en caso de que desee espiar a alguien) ". Jumin, toma el cable de la repisa, conecta mi teléfono al CPU. Deja que el programa que Zen esta ejecutando se descargue en su memoria.

Ambos hombres asintieron.

-¿Qué es eso exactamente? -Jaehee se cruzó de brazos preocupada. Luciel sonrió reconfortante.

-Básicamente un virus que creé hace tiempo. -Acomodo sus lentes orgulloso. -Consiste en poder rastrear a cualquier celular que tenga la aplicación de la RFA en su dispositivo.

-Vaya, -Musito sorprendida. - piensas en todo.

La sonrisa de Seven creció.

-Quien quiera que sea ese "Unknown", no sabe que perdió desde el momento en que descargo la aplicación en el teléfono de MC.

Ella asintió, lo mejor sería no molestarlos cuando se encontraban así de concentrados.

-¿Encontraste algo con lo que se pueda cortar? -Cuestionó Jaehee al entrar a la cocina y ver a Yoosung revisando en cada cajón.

-Negativo, jefa. -Adopto una pose de saludo al estilo militar. -Ese sujeto apenas y tiene platos y una cuchara oxidada. Jaehee suspiro, comenzaba a arrepentirse de haberle dicho a Yoosung que lo amarrara con fuerza. Tenía mas de la que aparentaba.

-¡La encontramos! -Anunció Zen en un tono emocionado y ansioso.

Ambos corrieron a la habitación.

-¡Bien hecho, Zen! -Seven le dio el visto bueno.

Todos se amontonaron sobre el pequeño celular que mostraba una dirección y un punto en representación de tu teléfono a treinta minutos de su ubicación actual.

-¿Deberíamos llamar a la policía? -Tartamudeo el de ojos violetas.

-No harán nada a menos que lleve desaparecida veinticuatro horas. -Manifestó Jaehee con un suspiro. Jumin chasqueo la lengua.

-Será mejor que nos demos prisa -Saco las llaves del auto. -, no sabemos que le estará haciendo ese depravado a MC.

Todos los presentes lo miraron boquiabiertos. El frunció ligeramente el ceño.

-¿Qué con esa cara? -Todos retrocedieron.

-¿Quién eres tu? -Señaló el rubio con una mueca desconfiada, usando a Luciel como escudo humano.

-¿Y que hiciste con el tacaño y egoísta Jumin que conocemos? -Sumo Zen imitando a Yoosung. Jaehee tan solo podía mantener la boca abierta de la impresión. Seven sonrió orgulloso.

-Siempre supe que tras esa fría coraza existía un bondadoso corazón.

Él gruñó.

-Tontos ignorantes...

¿Obsesión? Nah, es amor | Finalizado [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora