No Creo En El Amor. (InuYasha y Tú)

Prólogo. Cap1.

Oh, ¡hola! Un gusto conocerte queridx lector/a, soy ____(tn) _____(ta), tengo más de 100 años pero parezco de 17 o 18 ya que soy una híbrida, ¿que qué es un híbrido? Bueno, básicamente son aquellas criaturas que generalmente son descendencia de un humano y algún posible demonio o monstruo, muy loco ¿verdad? Todos siempre me desprecian o miran de mala forma por ser lo que según ellos creen, un "fenómeno". Mi madre era una loba de una tribu urbana o algo así, mi padre fue un simple campesino humilde, desde que ellos murieron me mantuve al margen tanto humanos como demonios y debido a las circunstancias, tuve que volverme muy, pero muy cerrada respecto a amistades, relaciones o algo por el estilo, nunca acepté la ayuda de nadie, pues de cualquier modo sabía que esa o esas personas me traicionarían en algún momento. ¡Pero qué va! Mejor acomodate, que pronto está mi historia, la cuál cambio de forma considerable, y sin más...

(Aquí empieza la historia)

Pov's _____

Iba caminando por el bosque en busca de comida, pues en un descuido me di cuenta que no he comido desde hace días y el hambre me está matando, tenía que apurarme, pues si no me ocupada de eso, era muy posible que mi mismo instinto se apiadara de mí con tal de suplir esa necesidad. Estuve en una pequeña persecución con el fin de atrapar a un ciervo para la cena (o más bien almuerzo), pero para mi mala suerte le perdí el paso todo gracias a un no muy agraciado viejo amigo mío, sí, uno de esos molestos demonios gigantes que ni en existir son buenos. Se interpuso delante mío y se dispuso a hablar sandeces de las suyas.

—Nos volvemos a ver. Esta vez sí me las pagas, escoria. Te comeré híbrida insignificante. —Fueron parte de las sandeces que mencionaba mientras piadosamente dejo que me atrape con su mano.

—Perdona, ¿qué has dicho? Lo único que escucho son tonterías salir de tu boca, no hablo como un idiota ¿sabes? Mucho menos puedo entender a uno.
Una vez me cansé de éste y su horrible presencia, hice un esfuerzo por liberarme, y así fue. Al caer al piso, tomé impulso y salté para llegar a la altura de su asquerosa cabeza, y le proporcioné una patada lo suficientemente potente para volarle la cabeza y mandarlo al otri mundo. Su cuerpo cayó al piso, estaba muerto.
—¡Ja! ¿Quién es el insignificante ahora?
Cuestioné de forma retórica, siempre odié, odio y odiaré tanto humanos como demonios que me subestimen por ser diferente a ellos.
Para mi mala suerte, en cuanto empiezo a caminar para reemcontrar a mi presa, percibo un aroma, me es conocido, familiar.
—No inventes, ¿eres tú Sesshomar-..?
Siento una punzada en mi espalda, que cada vez se hace notar más al punto de doler, ¿qué? Al voltear a ver, definitivamente era él, mi viejo y gran "amigo" segundo, solo que este tipo no es fácil de derrotar. Me estaba apuñalando, y una vez saca lo que sea que me incrustó en la espalda soy incapaz de moverme, duele, duele demasiado.
—Eres... Eres un cobarde. —Río, un tanto adolorida. —Pronto verás como esto no se quedará así. —Caigo de rodillas apoyándome en el piso, puedo distinguir como el pasto verde se torna rojizo, causa de mi sangre, el respirar se me dificulta mucho y cada vez siento que me falta más el aire.

—Vi una oportunidad, tenía que aprovecharla.
Me responde, aunque en realidad no sé si mencionó algo más, pues fue lo último que escuché luego de caer completamente al suelo, perdiendo el conocimiento.
Me desmayé.