Doce Horas.

64 20 0
                                        

-Hola, señor y señora Blue- saludo a los adultos con tal cordialidad que quedo sorprendido hasta yo mismo.

-¡Oh, Steven! ¡Hola!- saluda la madre de Milagros y se lanza encima de mí con los brazos extendidos.

-Steven- el señor Blue me mira severamente hasta que su esposa se aleja de mí.

-Familia, ¿podemos hablar unos minutos?- Milagros agarra a sus padres y los dirige hacia una habitación- Steven, vos quedate acá. Sentite como en tu casa- me guiña un ojo y cierra la puerta detrás de sí.

-No creo que quieras que me sienta como en casa- susurro y me siento en un sofá beige que es demasiado cómodo como para volver a pararme alguna vez en la vida. Apoyo mi cabeza contra el respaldo del sofá y observo cada detalle de la casa.

Cortinas anaranjadas, piso de madera, ventanales rectangulares, algunos huecos en las paredes color beige, mesitas de madera con jarras llenas de flores y un delicioso olor a galletas caseras. Debe ser hermoso vivir acá por más de que no sea una casa sumamente lujosa.

-¿Steven?- pregunta Milagros acercándose a mí. Me enderezo y la observo lentamente. Ya no lleva su vestido blanco que la hace ver como un ángel, ahora lleva un jean y un buzo rayado- te tengo que hacer una pregunta muy importante.

-¿Qué pasa?- ella se sienta a mi lado.

-¿Querés venir a vivir con nosotros?- tartamudea un poco- es que con lo que pasó en tu casa no quiero que vuelvas a ir ahí. No quiero que tu padrastro te lastime.

-Pero...

-Nada de peros. ¿Sí o no?

-Supongo que sí- sonrío y ella me abraza- gracias.

-No es nada, Steven.

-Tengo que ir a buscar mi ropa y eso.

-No te preocupes. Mi hermanastro tiene tu misma edad y de seguro que algo vas a encontrar entre sus cosas. Ya hablé con él, no te preocupes por nada.

¿Hermanastro?

-Gracias- susurro y la aplasto más contra mi pecho- por cierto. ¿Sabés cocinar?

-Sí, ¿por qué?

-Quiero aprender. Así por lo menos puedo buscar trabajo en un bar preparando sándwiches o empanadas. Algo así.

-¿Qué te parece trabajar en un restaurante como mesero?

-Podría ser.

-¡Genial! Mi jefe anda buscando empleados nuevos.

-¿Enserio?

-Sí.

Siento que desde que la conozco tengo un poco más de suerte que antes.

-----------------

Hola, soles!

Perdón por la tardanza (una semana, lo sé, me odian) 

Estaba con exámenes y todo el mambo ese. Y esta semana también tengo, pero bueno...

Acá les dejo su capítulo.

Espero que les haya gustado!!

Veinticuatro HorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora