Cuatro Horas.

109 25 3
                                        


-Amo ver las estrellas durante la noche- susurra Milagros como si estuviera contándome un secreto de estado- es como conectarme con el universo y es algo hermoso.

Me recuesto a su lado sobre el césped del parque y observo el cielo decorado con un montón de estrellas y con la majestuosa luna.

-Es el cielo, son las estrellas y es el césped. No entiendo la maravilla que ves en esto.

Ella voltea su rostro para verme. Sus pestañas se ven más largas y hermosas rodeando sus ojos esmeralda. A pesar de mi comentario ella me sonríe y se acurruca en mi pecho.

-Callate y escuchá.

Nos quedamos en silencio y lo único que logro escuchar es a algún que otro grillo perdido entre los árboles y nuestras calmas respiraciones.

-No hay nada que escuchar- balbuceo.

-Escuchás la paz- me contradice- ahora observá todo a tu alrededor y tratá de encontrar lo hermoso.

Veo el pasto verde y húmedo, el cielo oscuro, los enormes árboles, las tintineantes estrellas y la brillante luna y aún así sigo sin entender qué es lo que intenta que vea. Respiro profundo y siento el frío y húmedo aire ingresar por mi nariz y recorrer todo mi cuerpo purificándolo.

-Sigo sin entender.

-Hablo de la naturaleza, Steven- dice en voz baja- es una maravilla.

-¿Y por qué me mostrás esto?

-Porque las maravillas son hermosas y la hermosura es la vida y la alegría- me mira- son dos cosas que te harían sentir mejor.

-Estoy bien.

-No. No estás bien y yo te quiero ayudar.

-Te repito que somos completos extraños.

-Te repito que podemos dejar de serlo.

-¿Cómo sos tan positiva?

-¿Cómo sos tan negativo?- se sienta y se inclina sobre mí mientras entrecierra los ojos- acá la persona que no entiende nada soy yo.

-¿Qué es lo que no entendés?- susurro.

-Que haya tanta tristeza dentro de vos.

-Eso se genera con el tiempo.

Milagros niega con la cabeza y su cabello se sacude a los lados de su cara.

-¿Cómo es eso?

-Primero perdés la esperanza y luego la vida te demuestra que hiciste bien en perderla.

-¿Qué hizo que perdieras la esperanza?

-¿Es otra vez el juego de las preguntas?

-Tal vez- sonríe- ahora respondé.

-A los cinco años mi padre falleció, mi madre se deprimió y estuvo ausente psicológicamente durante tres años y yo me las arreglé por mi cuenta en todo sentido. Después de esa ausencia conoció a un hombre que es un desastre de persona y se casaron cuando yo tenía nueve años. Ese viejo me hizo siempre la vida imposible y como nunca tuve amigos como para contarles lo que sufría en casa porque son idiotas...

-No hace falta que continúes- susurra y me abraza con fuerza.

------------------------------

Hola, hermosuras! ¿Cómo están?

Este capítulo está especialmente dedicado a ChulyCastro! Felices XV!!! Te amo, fea!

Nos leemos el domingo ;)

Espero que les haya gustado el capítulo! 

Me sería de gran ayuda que comenten si ven errores o algo. Y también si votan. Siempre me motiva leer sus comentarios y recibir sus votos.

Eso es todo por hoy!

Bye!!



Veinticuatro HorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora