Veinticuatro Horas

Diez Horas.

Basura, ente, inútil, aburrido y zonzo. ¿Eso es lo que soy? ¿Inservible? Todos me llamaron así: mi madre, Gregory, Milagros y toda la gente que me conoce. ¿Cómo puedo cambiar? ¿Cómo puedo ser alguien diferente que no tenga ningún problema? ¿Es posible convertirse en algo que uno no es? Para algunos resulta fácil, pero para otros no tanto. Eso tengo entendido.

Quisiera cambiar.

Pero mi entorno y mi forma de ser no me lo permiten.

¿Cómo puedo dejar de odiar a las personas si se comportan como unos completos idiotas? ¿Tengo que cambiar mi forma de pensar o tengo que cambiar la forma de ser de los demás? Eso último no creo que sea posible.

Todos son tan quisquillosos, aburridos, inútiles, sombríos y quejicas que no me dan ganas ni de respirar. Tal vez podría bajar un poco mis expectativas sobre lo que es una verdadera persona, pero ya conocí a alguien que es como yo pienso que tienen que ser.

Milagros me mostró que las fantasías pueden ser reales.

Ella me mostró que es el tipo de persona que deberían ser todos. Es una lástima que esté tan oculta. Vive en una burbuja que ella sopla desde adentro. No quiere bajar a la realidad, ella quiere seguir soñando y seguir viviendo dentro de su hermoso cuento de hadas.

-Quisiera ser un poco como ella y no tener tantos problemas- susurro sentándome sobre un banco del parque. Cierro los ojos y aspiro el aroma a verde que emana el pasto y los árboles.

La naturaleza. También me enseñó la naturaleza.

Ahora todo me recuerda a ella. Debe ser porque es la única que marcó la diferencia en mi vida hasta ahora.

Poco a poco me quedo dormido imaginando ese hermoso pantano verdoso que son sus ojos y sueño con su sonrisa que es más brillante que el sol.

-------------------

#2/3

;)