Catorce Horas.

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-Todo está delicioso, señora Blue- alago.

-Muchísimas gracias, Steven- sonríe con las mejillas coloradas y por el rabillo del ojo consigo ver al señor Blue doblando su tenedor por la mitad. Trago saliva con un poco de preocupación y concentro mi atención en el estupendo plato con guiso.

-¿Cuántos años tenés, Steven?- pregunta el señor Blue clavando una papa con el tenedor.

-Dieciocho.

-Vas a la secundaria- se queda pensando mientras ingiere la papa- ¿dónde estudiás?

-En Whitefield School.

-¿Qué tenés pensado estudiar en la universidad?

Mi cuerpo se tensa ante esa pregunta.

-Quiero... quiero ser actor- tartamudeo con incomodidad y severidad.

-¿Actor? Interesante- me señala con el tenedor- ¿y ya pensaste dónde estudiar?

-Todavía no, señor- siseo ante su bomba de preguntas. Lo peor se acerca.

-Papá- advierte Milagros notando mi incomodidad.

En cualquier momento la señora y el señor Blue se van a dar cuenta de que soy un ermitaño, antisocial, depresivo con tendencia a odiar todo y me echarán de la casa por ser un fracasado.

¡Eso es, Steven! Sos un fracasado.

Ellos tendrán vergüenza de la amistad que tengo con Milagros y también le prohibirán que nos volvamos a hablar.

-¿Qué? Sólo quiero conocer al chico.

-Se llama Steven.

-Sí, como sea- dirige su mirada hacia mí- ¿y qué es lo que te motiva a querer ser actor?

-No le incumbe- espeto cerrándome por completo. Sus ojos se abren con incredulidad y contiene la respiración.

La señora Blue me observa atónita y ni se percata de que un pedazo de carne cae sobre la mesa manchando el mantel blanco.

-Steven- me llama Milagros y sostiene mi mano entre las suyas- podés contarle con completa tranquilidad. Si duele no lo digas, pero acá nadie te va a juzgar- dice con cariño y acaricia mi brazo.

Suspiro lentamente y reacciono. Acá nadie me va a lastimar. No todas las personas son como Gregory o como mi madre, no son como mis compañeros. Estas personas dijeron que me iban a aceptar en su casa y eso debió abrirme los ojos desde un principio.

-Lamento mi reacción, señor Blue. Simplemente esa es una pregunta que tiene una respuesta demasiado personal y es un tema que me cuesta tocar.

De reojo veo a la señora Blue sonreír con ternura.

-No hay problema, hijo. Yo lamento haberte hecho tantas preguntas e incomodarte.

-Descuide.

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Hola, soles! ¿Cómo están?

Perdón por no haber subido el capítulo de la semana pasada :c tenía que hacer unas cosas y no pude. Perdón 

Espero que este capítulo les guste mucho!

Bye bye! :*

P.D.: No sé si hoy o mañana subo otro capítulo.

Veinticuatro HorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora