CAPÍTULO IX

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AÑOS ATRÁS...

-Tengo miedo - confesé y Jack me miró con aquellos ojos tan expresivos.

-Lo se Elena - dijo en un susurro, acarició mi mejilla con delicadeza y yo sonreí.

Miré el cielo, tenia un tono grisáceo amenazando con una tormenta próxima, adoraba las tormentas como también adoraba las estrellas, tenían tanto misterio y eso simplemente lo adoraba.

-El tiempo se acaba - agregué, quería detenerlo pero no debía, no tenía que...

-Lo sé - dijo él con pesar - ¿sabes qué después de esto nos odiaran no?... - pregunto alzando las cejas.

-Lo sé - dije con pesar, no quería hacerlo pero debía...

Tendría que hacer un sacrificio para mantener todo en balance, y ese sacrificio era el que más dolía.

-Entonces sigamos - dijo no muy convencido, suspiro mientras veía el lugar, todos dormían y la luna era cómplice de nuestro sacrificio, uno que quizás nadie más llegaría a ver.

-Vamos... - dije lamentandome, odiaba que lo correcto fuera lo más difícil de hacer... pero de eso trataba todo esto... de hacer lo correcto aunque doliera el alma.

Teniendo el amparo de la noche corrimos al bosque, antes de adentrarme los mire una vez más... un recuerdo que guardaría el resto de mi vida...

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Abrí los ojos y vi a Neithan mirándome de una forma que no supe descifra con exactitud, era una mezcla de horror, alivio, temor y ternura, aunque quizás también compasión por mi.

-¿Estas mejor? - me preguntó sin apartarse, asentí al no encontrar mi voz - bueno debemos de seguir - agrego paso su brazo bajo los mios y me hizo ponerme en pie.

Mis piernas flaqueaban a cada paso que daba pero él me sostenía para que no cayera, me sentía tan débil que tenia ganas de dormir.

El camino se me hizo muy largo y me daban ganas de preguntar cuanto faltaba, pero sabía lo molesto que era eso y me contenía.

Estar cercas de Neithan me reconfortaba un poco y me hacía sentir de un forma tan agradable que no me moleste en intentar apartarme y él tampoco mostró intentar hacerlo.

Por alguna razón me sentí culpable de aquel suceso que tanto me hizo temer, pero era imposible que fuese culpable de algo como aquello, es decir, era algo que no podía ser creado por una persona.

Era algo totalmente... imposible...

Recargue mi cabeza en el hombro del chico, sentía como mis ojos querían cerrarse y sumirme en una oscuridad, una la cual comenzaba aterrarme un poco.

-¿Estas cansada? - me preguntó en un murmullo, asentí sin querer hablar, - si quieres te puedo cargar - ofreció y negué.

Jamás me había gustado que me cargasen y menos alguien que no conocía, pero la verdad era que ya no sabia nada de nada...

Estaba en un lugar que no conocía, con personas que no conocía pero aun así no me sentía tan alarmada como debía.

Nos detuvimos un momento, uno que pareció eterno mis ojos no lo soportaron más y cedieron ante el cansancio.

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NEITHAN...

Mientras esperábamos a que los demás nos alcanzarán ella se desvaneció entre mis brazos, la sujete de la cintura para que no cayera al suelo y después la alce en brazos.

Sabia que estaba cansada y aun así ella no quería aceptar mi ayuda, pero como siempre era evidente que la necesitaría.

Aun no comprendía porque se esforzaba en negar todo aunque fuera tan obvio.

-¿Ella esta bien? - me preguntó Alec acercándose.

-Lo esta - conteste - solo esta demasiado cansada - agregue, Alec tomo un mechón del cabello de ella y lo miro por un rato.

-Me alegra que lo este - dijo en voz baja, en su voz se filtraba el pesar y cansancio que debía llevar por dentro.

Con un suave movimiento lo puso tras su oreja y acarició su mejilla.

-¿Te molesta si yo la llevo? - preguntó él medio dudoso, negué con la cabeza, él la tomo en sus brazos y yo estire los míos.

Ahron nos alcanzó con el grupo de jóvenes y seguimos nuestro camino, aun nos faltaba la mitad del camino y todo podía pasar...

Anduvimos sin problemas durante el camino a Mirlan a pesar de que el bosque fuera demasiado enredoso y ostentoso.

Mi visión y sentido de orientación solían ser bastante precisos en todo momento y confiaba plenamente en ellos.

Keithy se acercó a mi en silencio y la mire alzando una ceja.

-¿Te sucede algo? - le pregunté, ella miraba el suelo y sujetaba su codo con la mano.

-No... - dijo en voz baja.

-Anda dímelo de una vez - dije, era mi hermana y la conocía de toda la vida ella no podía engañarme.

Suspiró con fuerza y me volteo a ver, en sus ojos violetas se notaba la tristeza y eso partía mi corazón.

-Es solo que... - su voz se apago y comenzó a negar, la mire de arriba hacia abajo, algo había cambiado en ella y lo sabia aunque no era su forma de vestir ni su imagen, ella siempre lucia de una manera muy llamativa para mi gusto y sus botas de tacón alto ¿cómo era que no se rompía un tobillo?...

No lo sabia y era algo que siempre seria un misterio, ellas corrían y luchaban sin matarse con los tacones... los odiaba... aunque no podía negar que lucían bien con ellos.

-¿Es solo qué que? - pregunté incitándola a seguir.

-¿Crees qué vuelta a ser todo igual? - me preguntó mirándome directo a los ojos.

-No lo sé... - contesté aunque sabia que la posible respuesta era que no.

-¿Es qué acaso ellos solo pensaron en si mismos? - comenzó volteando al frente - no pensaron en el daño que nos harían... - agregó y sorbió su nariz.

-No sabes como pasaron las cosas - dije con calma - debieron tener sus razones - agregue.

-Tu siempre has estado de su lado - me acusó traspasandome con la mirada - es por eso que estamos aquí - agregó y la ira comenzaba a apoderarse de su voz - ¿no vez lo que hacen? -

-Yo solo veo que somos familia - conteste y ella comenzó a negar.

-Ellos han dejado de ser mi familia justo en el momento en que se largaron - agregó y comenzó a caminar a paso rápido.

Suspire... la verdad era que no sabia que pensar respecto a Jack y Elena pero no por eso dejarían de pertenecer a mi familia...


Herederos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora