CAPÍTULO LI

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AÑOS ATRÁS...

El color de su mirada era tan profunda que me hacía recordar el océano, azul... azul celeste para ser exacta, tan arrogante y dulce a la vez, un millón de veces me había preguntado como era posible pero jamás había encontrado la respuesta, quizás solamente ese era tu don.

Sonreiste, con aquella sonrisa de lado que tanto te gustaba mostrar, el solo hecho de que lo hicieras me hizo sonreír, aparte un mechón de cabello de mi rostro y desvíe la mirada, no podía dejar que vieras lo que sentía.

Sara! - su voz, era gruesa pero agradable.

-¿Sí? - lo voltee a ver con indiferencia como cada que se acercaba a mi.

-Quería saber si... querías salir - dijo sin borrar aquella sonrisa.

-Sam... tengo tantas cosas que hacer - dije sintiendo como mi corazón se oprimía.

-¿Luego? - pregunto extendiendo una mano hacia mi que decir un "¿que dices?".

-No Sam - dije y me gire, comencé a caminar pero él me detuvo de la muñeca así de que lo mire de nuevo.

-Dame una oportunidad - dijo serio, no podía, simplemente no podía... sabia quien era yo y quien era él y las consecuencias que podría haber si algo sucedía entre ambos, quizás él no lo sabia... pero yo si.

-No Sam - repetí, baje la mirada hasta donde su mano sostenía mi muñeca - ¿puedes... -

-A sí - me soltó de inmediato pero podía sentir aún su mirada sobre mi.

-Debo irme - agregue y me volví a girar para irme, sin embargo era difícil mover los pies, parecían pesar demasiado.

-Me gustas - soltó y lo voltee a ver de nuevo, los pocos pasos que yo había dado él también los había dado, mi corazón enloqueció.

-Tú a mi no - mentí y me mordí el interior de mi mejilla.

-Vamos... ¡deja de fingir! - agregó extendiendo las monos a los costados - he visto tus reacciones... todo lo he visto - se acercó - también te gusto - agrego y cerré los ojos, después de un segundo negué.

-No es así Sam - ¿cómo era que no podía dejar de pronunciar su nombre?, abrí los ojos y lo mire, podía sentir que las lágrimas se aproximaban.

-Sara... - susurro y tomo mi cuello, con su pulgar comenzó a acaricia mi mejilla, ¿acaso no entendía? ¡no quería destruir su vida!, había venido aquí con un propósito pero no esté.

-Debo irme - dije cortante, quise retroceder pero él me tomo con fuerza de la cintura y me acerco a él, me sorprendió la velocidad con la que lo hizo.

-Me gustas - susurró de nuevo, su frente estaba pegada a la mía su aliento hacia que mis pestañas se movieran, cerré los ojos y negué.

-No... - me beso, quise resistirme pero ¿a quién diablos engañaba?, él me gustaba, pero yo tenía miedo, miedo al pasado y al futuro, sabia lo que le habían hecho a Frédéric y no quería que le hicieran lo mismo a Sam.

Reuní todas mis fuerzas y lo aparte de un empujón, el más fuerte que le pude dar y después le di una cachetada, me dolió hacerlo pero era necesario si lo quería mantener lejos, me gire y comencé a caminar lejos lo más rápido que podía sin correr.

SARA! - grito detrás de mi, había olvidado por completo en donde estaba, el colegio... sólo había entrado aquí porque era necesario no porque lo ocupara, entre en una de las aulas en donde estaba el profesor de ciencias.

Sara! - dijo con alegría yo sólo pude sonreír, el profesor volteo hacia la puerta cuando Sam se paro allí - ¿Sam… sucede algo? - no supe si hizo algún gesto o movimiento de cabeza porque ni siquiera voltee a verlo.

-Necesito ayuda con el proyecto - dije cuando el profesor volvió a prestarme atención.

-¡Claro! - contesto y se puso de pie.

Esto sólo había sido una maldita excusa, yo no ocupaba ayuda con el proyecto de ciencias porque ni siquiera lo entregaría, para ese entonces ya habría fingido una muerte convincente, ¿suicidio? ¿accidente automovilístico? ¿incendio? ¿terremoto?... aun no lo decidía.

Herederos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora