CAPÍTULO VI

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Ya no me miraban tanto y tampoco era como si les prestará mucha atención, quería alejarme y volver a casa.

De entre la multitud divise la cabeza de Camil mi paso se redujo y dude en llegar a con ellas, no sabia el motivo exacto de mi duda pero ahora parecía una pésima idea...

Algo catastrófico...

Antes de que alguna me viera me desvíe hacia la izquierda y no pare de andar, no sabia con exactitud a donde diablos me querían llevar mis pies pero esperaba que a un lugar mucho mejor.

Cuando menos lo note ya me había alejado del grupo y caminaba hacia unos grandes árboles frondosos entre los cuales casi no entraban los rayos solares, parecía un lugar tan agradable que no pensé en detenerme ni por un minuto.

Al entrar entre los árboles me cubrió un viento fresco y una capa de oscuridad, era hermoso como algunos rayos  lograban traspasar las hojas, en aquellos se podía apreciar un hermoso brillo y el como algunos granitos de polvo volaban.

Mi vista viajaba de un lado a otro intentando guardar cada detalle del lugar mientras avanzaba a paso lento, y es que ya no sentía prisa por andar, solo quería mirar y apreciar cada rincón, algunas mariposas y pajarillos pasaron frente a mi mientras yo los seguía con la mirada.

Me sentía en una completa tranquilidad inexplicable ya que no sabia donde rayos me encontraba ni como volver a casa, pero eso no parecía importar más.

El suelo tenían varios desniveles y rocas enormes en las cuales sabia con cuidado para pasar, jamás había visto un lugar como este y es que la verdad era que jamás había salido de la ciudad o no que yo lo recordará.

El viento se hizo más denso y helado, una capa de niebla comenzó a cubrir cada uno de mis pasos y el suelo bajo ellos, aun así no tenia miedo tan solo sentía un gran asombro.

Me seguí adentrando sin importar a donde fuese a parar con cada paso dado, no importa en aquel momento...

No sabia cuanto tiempo llevaba exactamente caminando sin sentido alguno, divise un búho en una rama gruesa de un árbol que debía tener muchos años de vida, me detuve y lo observe de frente, sus blancas plumas adornaban cada parte de su cuerpo y en cada punta tenia un tono plateado al igual que en el rostro, giro sus cabeza y después sin previo aviso se hecho a volar...

Su vuelo fue tan majestuoso que mi boca se abrió por el asombro y me quedé allí sin moverme ni un centímetro.

Un crujido se escuchó detrás de mi y al instante me gire, no se veía nada y la niebla cubría más espacio del que realmente me gustara y quisiera, di unos cuantos pasos hacia adelante con el corazón latiendo a mil kilómetros por hora.

Tras unos arbustos había una gran sombra extraña, me incline para ver mejor de que se trataba, esta se movió con rapidez y sin pensarlo dos veces me gire y me puse a correr.

Tenia miedo y no sabia como salir de aquel lugar ni recordaba el camino que había seguido o más bien no me había fijado.

Seguí corriendo hasta que el suelo se inclino demasiado y resbale, rodé cuesta abajo en medio de quejidos y golpes.

Ya no recordaba con exactitud si había gritado al resbalar o si solo había rodado.

Aquel revoltijo en el que se había vuelto mi cabeza al rodar se detuvo de golpe justo después de golpear algo demasiado duro, quizás una roca o un tronco no lo sabia pero mi mente paro...

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A

ÑOS ATRÁS...

"Gris...

Solo había color gris a mi alrededor cuando abrí los ojos.

Parpadee un par de veces hasta que todo se aclaro por completo, estaba en una gran biblioteca color beige, con altos estantes llenos de libros bien acomodados.

Me encontraba en un sillón individual color chocolate y junto a mi estaba un chico moreno, sus ojos resaltaban de un hermoso verde que se aclararán en el centro, justo alrededor del iris, me sonrió de una manera tan agradable que sonreí de igual manera.

-¿Me has escuchado Elena? - preguntó él, parpadee una vez más y me incline hacia él.

-La verdad es que no - dije sonriendo.

-Como siempre - agregó bajando la vista al libro que llevaba en las manos.

-Lo siento mucho Jack... - dije al instante sentándose más en el borde, alargue la mano y tome la suya - es solo que... sabes como he estado últimamente - agregue sabiendo que el entendería mientras inclinaba la cabeza hacia la izquierda.

-Calmate entiendo - aseguró alzando la vista, no pude evitar darle una sonrisa de agradecimiento, él siempre comprendía.

-Te aseguro que mejoraré - aseguré.

-Se que lo harás hermanita - dijo con una sonrisa - siempre lo logras - agregó.

-Mañana saldré a Mirlan - agregue bajando la vista.

-¿A qué? - preguntó sorprendido y confundido, lo volví a mirar y él tenia el ceño fruncido.

-No es sencillo explicar el motivo - contesté poniéndome de pie, deje el libro sobre la mesa de vidrio y me dirigí hacia la ventana.

Mis dedos se entrelazaban con demasiada fuerza a causa de los nervios.

-Solo dímelo - dijo poniendo una mano sobre mi hombro, la vista al bosque era hermosa una que siempre había adorado.

-No lo sé - dije y él me hizo girar para quedar cara a cara.

-Solo dímelo - repitió viéndome, sentía sus ojos penetrarme y me encogí por dentro.

-No puedo - conteste y después camine hacia la puerta, no me detuve ni un momento, ni siquiera para mirarlo y entonces salí del cuarto... "

Herederos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora