CAPÍTULO XXVI

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Jack parecía molesto cuando reanudamos la caminata, no me miraba ni nada tan solo iba adelante sumido en sus pensamientos, los cuales me interesaba saber, Alexandra no paraba de sonreír de oreja a oreja mientras alzaba la barbilla, en ocasiones podía ver como me miraba de reojo y después soltaba una pequeña risa ahogada.

Agache la cabeza y mire atrás, nadie hablaba tan solo caminaban en un sofocante silencio, suspire sin poder evitarlo.

-¿Estas enamorada o qué? - pregunto una voz rasposa, voltee y vi a Alexandra mirándome.

-No lo estoy - conteste apaciguada.

-Pareces triste - agrego volteando al frente.

-No lo estoy... o ¿si? - pregunte insegura y después negué.

-Eso deberías saberlo tu - contesto ella echando los hombros hacia atrás.

-¿Quién es Emily? - le pregunté y ella me volteo a ver.

-Pronto veras quien es - dijo con satisfacción - te agradará - agrego.

Un millón de ideas pasaron por mi cabeza haciéndome dudar de ir a conocer a Emily, y si... ¿Jack no me quería llevar por alguna razón importante?... negué y desvíe la mirada.

El camino se estaba haciendo demasiado largo y estresante a la vez, sentía ganas de parar y golpear un tronco hasta sacar todo lo que sentía más sin embargo no lo hice.

Alexandra seguía con una sonrisa burlona que no comprendía en lo absoluto mientras que Jack seguía sin mirarme ni un momento.

Salimos a un área despejada con una pequeña cabaña en el centro, mire la fachada sin moverme mientras aguantaba la respiración.

-Ha llegado la hora - dijo Alexandra dándome unas palmadas en la espalda, Jack se paró frente a mi y me observó un segundo.

-Vamos... no debemos perder el tiempo - agrego y comenzó a caminar hacia la cabaña.

Alexandra me dio un empujón para que lo siguiera, volteé hacia atrás y todos habían parado, regrese mi atención a Jackson que iba con cabeza baja, se paró frente a la puerta esperándome.

Camine dudosa mientras me repetía que no podía arrepentirme justo ahora, una imagen abordo mi mente, era una niña pequeña corriendo alrededor de la cabaña gritando "atrapame Anabel", observe todo imaginandome las horas de juego de aquella pequeña de cabellos dorados.

Suspire y me pare junto a Jackson, él me miro una vez más antes de llamar a la puerta, el momento se hizo eterno mientras se escuchaban unas pisadas en el interior volteé hacia donde estaba Alexandra con una sonrisa radiante.

La puerta se abrió atrayendo mi atención, al otro lado estaba una mujer de cabello castaño y unas cuantas canas apenas visibles sus ojos grisáceos resplandecieron con alegría cuando se posaron en mi, volteé a ver a Jack esperando algo que el dijera al respecto.

-¿Ella es Emily? - pregunté al darme cuenta que no diría nada.

-No... ella es Anabel - dijo sin verme, dirigí mi mirada a la mujer que ahora me veía con tristeza en los ojos.

Algo en ella parecía tan familiar como desconocido a la vez, una vocesilla se escucho gritar con alegría "¿es mi mami?" mientras se escuchaban sus pies descalzos, salió y se quedo junto a Anabel mirándome con una gran sonrisa.

-Ella es Emily - dijo él

-¡Mami! - grito la niña con alegría al mismo tiempo mientras abrazaba mis piernas.

La observe confundida al escuchar tales palabras y sentir su cálido abrazo, el aire me hizo falta un segundo y cerré los ojos.

Los abrí y aparte a la pequeña bajando a su altura, sus ojos resplandecía de un color dorado al igual que su rizado cabello, su tez era blanca y mejillas rosadas, mire el suelo y después a sus ojos brillantes.

-Yo... no soy tu mamá - dije mientras negaba, ella me vio confundida y después a Jackson.

-Claro que lo eres - dijo la pequeña - ¡tienes que recordarlo! - agregó con voz llorosa.

-No es así... yo no he tenido hijos - me defendí y ella tomo mi rostro entre sus pequeñas manos.

-Solo recuerdalo mami - dijo ella llorando, no parecía mayor a uno cinco años.

-Lo siento - agregue y me puse de pie, di unos pasos hacia atrás.

-¡POR FAVOR! - rogó ella - te he esperado desde que te fuiste - agregó avanzando hacia mi.

Sus palabras me llenaron de tristeza, el solo hecho de saber que me confundía con su madre me haría por dentro, debía llevar mucho esperándola.

Me arrodille quedando a su altura, me rompía el corazón verla llorar.

-Yo no soy... - ella corrió y me abrazo con fuerza.

Su calor me invadió y mis brazos la abrazaron sin yo haberlo ordenado.

Las imágenes comenzaron a inundar mi cabeza con versos jamás escuchados por mi, todo corría como una cinta de vídeo la cual provocaba un dolor en mi cabeza, cerré los ojos y la abrace con fuerza esperando no herirla mientras el dolor aumentaba.

Sentí como todo giraba a mi alrededor mientras en mi cabeza escuchaba un clic cuando cada imagen se interconectaba con otra para contarme la historia completa, mi respiración se aceleró al igual que mi pulso ante los nuevos sucesos que corrían.

-Basta - pedí apartándola, mis mejillas estaban húmedas.

-Por favor... - dijo ella llorando aún.

Con el pulgar seque una lágrima que comenzaba a formar su camino, la observe de arriba hacia abajo.

-Emy... - dije sin pensarlo, observe sus ojos y comencé a hacer su cabello hacia atrás.

-¿Elena? - llamó Jackson arrodillándose junto a mi.

-No quería dejarte - dije sin apartar la vista de Emily, sonrió ampliamente y me volví a abrazar.

-Te extrañe demasiado - dijo ella.

-Por fin has vuelto - dijo Jack, asentí mientras le regalaba una sonrisa.

Herederos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora