CAPÍTULO XII

11 0 0
                                    

Mientras me adentraba con rapidez mi mente daba vueltas, una pregunta floto en mi mente...¿Cómo es que Neithan sabia mi nombre?...

Yo no se lo había dicho ni nada, al instante decidí sacarla de mi cabeza... la verdad es que no importaba solo quería irme ya...

La temperatura descendió y me dio frío, baje la velocidad hasta solo estar caminando rápido, el aire que salía de mi boca se veía blanco por la baja temperatura.

Abrace mis brazos intentando darme calor, volteé hacia atrás para asegurarme de que Neithan o cualesquiera de los otros no me siguieran.

Gire mi cabeza hacia el frente y me detuve de golpe, había un hombre frente a mi impidiéndome el paso, sus ojos grises me miraban de arriba hacia abajo, mi corazón se aceleró y mis piernas temblaron.

-¡Al fin te encuentro! - dijo con alegría, lo mire a través de mi cabello con la confusión plasmada en mi rostro.

Parecía de unos treinta años pero su cabello canoso lo hacía ver un tanto más viejo.

-¿A mi? - pregunté pasando mi peso de un pie a otro.

-¡¡Claro que si!! - dijo alzando los brazos, aun no entendía ¿quién era él?...

-Me debe de estar confundiendo - dije sin pensarlo.

-Eres inconfundible cariño - dijo dando unos pasos hacia mi.

-¿Perdón? - pregunté alzando una ceja.

-Por dios Elena deja de jugar - agrego, ¿por qué rayos me seguían llamando Elena?...

-Yo no me llamo Elena - dije al instante, avanzó más hacia mi y me congele ahí mismo.

-Te he buscado como loco - agregó acariciando mi mejilla, di un leve paso hacia atrás - no tienes porque temerme - agrego - no he venido a hacerte daño - aseguró.

Con su esquelética mano quito el cabello de mi rostro y frunció el ceño.

-Tus ojos se han hecho más oscuros - dijo y no comprendí, yo siempre había tenido los ojos del mismo tono café.

-No entiendo - dije y trague un poco de saliva.

-Tu cabello también es más oscuro - agregó ignorando lo que había dicho - y tu piel también -

-Le dije que me ha confundido - dije al instante, era el momento perfecto para zafarme de esto.

-Jamás te confundiría cariño - dijo y yo retrocedí un paso, debía estar bastante loco.

-Las personas no pueden cambiar de apariencia - me defendí y era cierto.

-No... no... tu si puedes - dijo y mi corazón se aceleró aun más.

¿Me habría vuelto loca ya?...

¡NO!... claro que no.... ese tipo era el loco no yo.

-Esta demente - dije al instante, me gire y comencé a correr.

Escuche como corría detrás de mi, volteé hacia atrás y lo vi bastante cercas, jamás había sido buena atleta y eso se notaba porque ya casi me alcanzaba.

Grite al sentir como me tomaban por la cintura y me hacían caer al suelo con fuerza, caímos en una bajada y comenzamos a rodar, al instante cubrí mi cabeza para que no recibiera tantos golpes.

Cuando al fin llegamos hasta abajo me levante sin pensarlo y me puse a correr, mi respiración estaba entrecortada y algunas partes de mi cuerpo ya dolían, casi podía asegurar que tendría serios moretones.

-¡NEITHAN! - grite sin pensarlo, quizás podría escucharme o quizás no pero era mejor hacer el intento.

Mis piernas me pedían que parara pero mi cabeza les exigía seguir, ya no sabia que hacer realmente...

Me estaban confundiendo con esa tal Elena y por eso ahora corría, en realidad no sabia que me quería hacer pero no me imaginaba nada bueno.

-¡PARÁ! - me grito, lo ignore no lo conocía...

-¡NEITHAN! - volví a gritar, ese chico era al único que veía protegiendome y era el único en el que confiaba un poco.

Escuche un golpe sordo y después quejidos, no me detuve a ver quien era solo seguí, pero en un abrir y cerrar de ojos me tomaron de nuevo de la cintura y caí al suelo, grite por la sorpresa y cerré los ojos... me tenían atrapada...

Herederos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora