CAPÍTULO XXII

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Me sentí levemente mareada por tal reencuentro inesperado e indeseado, él alzó una mano con intención de tocar mi rostro o quizás cabello pero por reflejo lo detuve en el aire, aquel movimiento fue tan veloz que me sorprendió y pude ver que a él también.

Con repugnancia lance su mano hacia él, sentí como su mirada me recorrió de arriba hacia abajo y volvió a sonreír.

-Veo que has vuelto a ser la misma querida - dijo sin dejar de sonreír, hice una mueca de desagrado él alzó la mano izquierda para tocarme y lo volví a detener, al instante alzó la otra y también la detuve, sin pensarlo ni una vez le di un rodillazo en su parte baja, él se dobló y yo sonreí.

-Eres una... - comenzó y yo retrocedí un paso, él se puso de pie y lo primero que note fue que su mirada había cambiado del gris a un azul eléctrico, jadee un poco sin apartar la mirada, dio un paso hacia mi y después Alec cayó sobre aquel tipo.

Todo comenzó a pasar en cámara lenta, Neithan tomo mi mano y comenzó a correr arrastrándome con él, quería parar pero por alguna razón no intente hacerlo, sin previo aviso él se detuvo y me puso frente a él.

-Toma esto - dijo entrecortadamente, baje la vista hasta sus manos y vi que me daba una daga dorada, al ver que no la tomaba agarro mi mano y la cerró sobre la fría empuñadura con incrustaciones de piedras preciosas, lo voltee a ver a los ojos sin entender.

-Pero... - ni siquiera me dio tiempo de terminar de formular nada antes de salir corriendo hacia donde estaba Alec, lo mire confundida y después voltee a ver la daga, la gire entre mis manos y después la sostuve del mango, alce ligeramente la vista y vi un tipo extraño acercándose a mi, su tes morena oscura resaltaba sus ojos grises, sin siquiera pensarlo lo apuñale al estar frente a mi... aquello había sido por puro impulso y observe su cuerpo sin vida a mis pies, de la daga goteaba su sangre.

Retuve las ganas de vomitar y trague saliva, di unos cuantos pasos hacia atrás y me gire, una chica rubia estaba frente a mi alzó una daga plateada y la hizo descender con fuerza hacia mi, la detuve en plena viada con mi mano libre y con la otra enterré mi daga bajo sus costillas, ella abrió la boca en una gran "O" al igual que sus grandes ojos violetas, saque el arma y ella se desplomó.

Estaba en shock acababa de asesinar a dos personas en un abrir y cerrar de ojos, aquella no era yo y mi cuerpo actuaba de una manera extraña, yo jamás me movería de aquella manera y menos para atacar... mi cuerpo actuaba con mente propia...

Me gire en el mismo lugar a ver a los demás, Neithan luchaba contra un chico fornido y alto, cerré los ojos sintiéndome levemente mareada, al abrirlos vi a Jonathan -o por lo menos así creía que se llamaba- frente a mi con una ballesta que no sabia de donde había sacado.

-¡ABAJO! - grito, gire la cabeza al tiempo que me agachaba, atrás de mi había un chico peliazul con una espada al cual lo atravesó una flecha cobriza, experimente una falta de oxígeno gravemente notoria y voltee hacia el moreno, él bajo la ballesta mirando más allá de mi.

Con lentitud me levante y lo observe pasando mi peso de un pie a otro, detrás de él pude apreciar que ya todo había acabado, mi mirada se deslizó hacia la verde del moreno y esta pareció clavarse en la mía, su mirada era simplemente hipnotizadora, deje escapar el oxígeno que había estado conteniendo y baje levemente la vista, sentí su mirada potente aun sobre mi y sin poder contenerme lo volví a mirar.

De su mano se deslizó lo ballesta hasta el suelo como si le pesará sostenerla en mano, dio un ligero paso atrás y yo trague saliva, aquel era el momento en el que él se iba, mire un segundo hacia otro lado y después de nuevo hacia él y entonces supe que me había equivocado porque él casi corrió hasta donde yo estaba para después abrazarme con fuerza, hundió su rostro en el hueco de mi cuello y ahí se quedo...

Parpadee un par de veces incrédula, no sabia a que se debía eso y mi cuerpo estaba más que tenso a tal acción del chico, deje que la daga cayera al suelo y sin pensarlo lo abrace con un poco de miedo, mi cuerpo comenzaba a relajarse un poco y deje caer mi rostro en su pecho, una esencia inigualable enano de él, era algo exótica pero al mismo tiempo familiar, él se apartó un poco de mi y me miró directo a los ojos.

A tan poca distancia podía distinguir el intenso verde de sus ojos, el cual era pintado con una café claro y azul alrededor del iris, sentí su aliento golpear mi rostro mientras el sostenía mi cabeza con ambas manos.

-Te extrañe... - dijo en un susurro, fruncí el ceño sin comprender realmente, él escrutó mi rostro de arriba hacia abajo - al fin juntos de nuevo -

Negué con la cabeza sin comprender y abrí la boca para hablar pero al instante él negó y con un dedo delgado toco mis labios.

-Quizás aun no lo recuerdas hermanita... pero yo si - agregó y volvió a clavar sus ojos en los míos - ahora lo recuerdo... - me dio un beso en la frente y me apretó contra él.

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Herederos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora