Capítulo 6: El terror (Editado)

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*Con Tyler*

Ya que habían llegado, no tuvieron la necesidad de preguntarle ciertas cosas, sólo le asignaron la estrella rosa, que para muchos era lo más bajo que podías tener, después que le dieron su estrella, todo mundo lo obsevaba como sí fuera lo peor y oírlos susurrar diciendo cosas como;

"Tiene estrella rosa, debe ser un maricon."

"Que bueno que separan a los niños, puede que los hubiese contagiado de esa enfermedad."

"Tengo miedo a que esté en mi habitación, que tal sí me hace algo."

Tyler sólo podía agachar la cabeza y no decir nada.

Porque no se daban el tiempo de conocernos, no éramos malos, éramos iguales que ellos, llevábamos una vida cotidiana igual que ellos, llena de trabajo, gastos, temores, preocupaciones, una pareja, sólo teníamos gustos amorosos diferentes y eso no nos hacia malos, ¿Por qué alejaban a los niños de nosotros? ¿Por qué teníamos que ser como los bichos raros de la sociedad, del pueblo? ¿Por qué?, Pensaba Tyler.

Después de la plática mental que tuvo, encontró al chico del vagón, aceleró sus pasos, empujando a una que otra persona y ganándose varios insultos por parte de ellos pero llegó hasta Josh, gracias a cuando alzó su mano.

- Oye, ¿Cómo es que te llamas? - preguntó algo desconcertado.

- Tyler Joseph - sonrió un poco pero esta se va casi enseguida cuando notó que él esta viendo su estrella que le asignaron.

- Veo que te dieron una rosa... - dice en un susurro.

- Si... - dijo tyler y agachó su cabeza - Ahora pensarás que soy un bicho raro y te alejarás... - dijo con sus ojos ya húmedos.

- Te voy a decir algo - dice más firme - Y-yo t-también soy g-gay... - dice casi un susurro cerca de mi, Tyler se preguntó ¿Cómo rayos es que tiene una estrella amarilla, de que sólo es un simple judío?.

- ¿Y cómo conseguiste tu estrella amarilla? - no dudó en preguntarle, necesitaba saber.

- yo, yo sólo estafe a un soldado - dice aún cerca de Tyler, evitando a que los demás lo oyesen.

- ¿Y cómo los puedes estafar? - Tyler sigo aún con sus dudas.

- Tengo un tío que me manda dinero cada quince días, y con eso los pude estafar - la boca de Tyler se abre inconscientemente y sigue sin creerlo.

- Que bien - sigue algo desconcertado.

De repente, les ordenaron que se paran y eso hicieron, el soldado les explicó que tenían que hacer, los acercaron un tipo lago de lodo, ordenaron que se sentarán y que esperáran a que lloviera, cuando pasase eso, podrían ir a sus respectivos trabajos.

Pasaron dos horas y la lluvia había terminado, todos se pararon y el castaño se quedó sentado un rato más, pensando en lo cruel que había sido su padre al mandarme a ese lugar; un soldado le dijo que se levantara, pero Tyler lo ignoró, estaba todo bien hasta que sintió su rifle golpear contra su nariz haciendo que esta sangrará al instante, con eso despertó y se levantó lo más rápido que puedo, así mismo dirigiéndome al trabajo que le habían asignado, que consistía en uno de los más horribles, tenía que separar las rocas pequeñas de las grandes, con una coladera cuadrada que no servía de mucho.

Después de varias horas trabajando, tocaron la trompeta, avisándoles que era hora de sus tres minutos de descanso, el descanso consistía en formarse en una fila y no hacer nada, no podías platicar con los de al lado o hacer otro tipo de cosas, y Tyler sólo pensaba en Josh, sobre como había estado estafando a los soldados, de su tío que le mandaba dinero, y de que él no tenía nadie quien le mandara dinero u otro objeto o de saber que si lograba salir tendría a alguien.

Bent; Joshler (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora