Ahora el miedo de su mirada desaparece en su lugar está la tristeza, un dolor increíble que de alguna manera la siento dentro de mí.
No comprendo porque esa mirada me inquietaba tanto, la sensación de haber provocado en él una herida, que mis palabras fueran su perdición y decepción, como es posible sentir o tener esta empatía por este hombre, que ha hecho que mi corazón este en constante desorden junto con mi mente está en vuelto en caos, pero más sin embargo sentirlo tan cerca de mi, sentir su presencia junto a la mía, saber que está más pendiente que cualquiera en la escuela y en mi vida, me agrada, me gusta la sensación de seguridad e incluso sentir su mano sosteniendo mi brazo me da un escalofrió no es justamente de temor si no que es otra sensación que antes no había sentido, ni con esa persona lo puede sentir, con mi mano que se encontraba libre intente sujetar la suya que me retenía-Solo de pensar que su expresión cambie hace que mi corazón lata rápido- Pero la quita y se separa de mi manteniendo una distancia corta.
-Disculpa no era mi intención lastimarte- No me mira, sus ojos han dejado de verme, ha dejado de mirarme, de alguna forma la cercanía que empezaba a sentir se está dividendo por un abismo, es muy frio- Sera mejor que nos demos prisa, nos deben estar esperando en el camión.
Por un momento olvide el congreso, mis compañeros, todo lo deje en el olvido- Si tiene razón debemos irnos para que no retrasemos a los demás alumnos.
Abre la puerta para darme paso, al salir vemos que el maestro Javier esta esperándonos a fuera del trasporte no tenia buena cara, estaba enojado, dirijo mi vista a los demás pero nadie presta atención a lo que esta sucediendo.
-Sandra, llegas tarde ¿Podrías decirme que estabas haciendo?
No sabía que decirle, estaba completamente en blanco, me miraba de manera intimidante sentía un nudo en la boca del estomago y otro en la garganta, que le podía decir que estaba discutiendo con el Doc. Sebastián. Está esperando mi respuesta, siento que mi cabeza da muchas vueltas, en ese momento sentí como una mano se posaba en mi hombro voltee de reojo, mi alma violía a mi cuerpo al ver al Doc. Sebastián parado junto a mí.
-Disculpe maestro Javier yo entretuve a Sandra por que no puede darle el medicamento para el mareo en el desayuno, su madre me comento que suele marearse en los viajes por eso me pidió que se lo diera por lo que pedimos un vaso con agua para que lo tomara.
- Es eso cierto Sandra.- Al parecer el maestro Javier no está muy convencido pero si me está ayudando debo seguirle la corriente.
- Si maestro Javier, además tardamos más por que como sabe la hora de desayunar se termino y tardamos en que nos atendieran.
- Esta bien, pero Sandra por favor trata de hacerlo todo a tiempo estamos retrasados por cinco minutos.
Asentí y empecé a caminar hacia el camión, al subir todos estaban platicando pero no ponía atención a sus voces porque mi mente solo estaba en un sitio y ese era en el Doctor Sebastián, porque a pesar de que fui mala, que de alguna manera lo insulte, el me ayudo-Por una parte también es su culpa- El debía tomar responsabilidad por ello, pero tampoco tenía que hacerlo, puedo a verme dejado allí con el maestro Javier, pero algo en mi interior me dice que no es esa clase de persona, que nunca delataría a nadie ni lo abandonaría.
Llego a mi asiento estoy sola, es normal que este sola, siempre es así, nadie de mis compañeras se sienta conmigo, serán buenas con migo porque somos solo eso compañeras, pero sé que no les caigo bien, eso no me sorprende siempre ha sido así en mi vida, pero también he podido conocer gente que aunque sea como soy me quiere y la prueba de ello es que nunca me dejaron sola ni cuando estaba hospitalizada.

YOU ARE READING
Duele Amarte
Roman pour AdolescentsEn la vida siempre encontramos oportunidades para cambiar, para cumplir metas o deseos pero cuando sufrimos por amor por primera vez no nos permitimos el volver a mar, creemos que ese sentimiento jamas lo experimentaremos de nuevo, ponemos barreras...